Con una lona y un palo de escoba como base, el señor Guillermo Trujillo Martínez promociona sus clases de regularización para alumnos de nivel primaria, secundaria y preparatoria en el crucero de Avenida Churubusco.

En entrevista para EL UNIVERSAL, Guillermo Martínez menciona que busca generar ingresos para solventar sus gastos a través de sus conocimientos en cálculo diferencial e integral, geometría analítica, trigonometría y álgebra.

Aunque no cuenta con un título que lo acredite como ingeniero, don Guillermo posee conocimientos en la rama de las matemáticas debido a que estudió Ingeniería Electrónica en la Universidad Autónoma de México (UAM); sin embargo, no concluyó sus estudios, pero en todo este tiempo ha estado actualizando sus conocimientos para poder continuar dando clases, como lo hace desde 25 años.

En un principio, el señor Trujillo Martínez trabajó en la empresa Phillips, pero fue liquidado debido a un recorte de personal; no obstante, buscó seguir adelante y poner en práctica sus conocimientos, mismos que quería compartir con más personas, por lo que se abrió paso en el área de la docencia y desde entonces no se ha alejado de la labor de la enseñanza.

Trabajó durante varios años en escuelas privadas, también en el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) con sede en Xochimilco, pero un problema en su espalda desde hace ocho años le impidió seguir asistiendo a las aulas.

Desde ese momento, don Guillermo sabía que no quería dejar de enseñar lo que sabía, por lo que aferrándose a sus ganas de seguir en la docencia y a pesar del dolor que le aqueja, se dedicó a impartir clases particulares a domicilio, pero con la llegada de la pandemia por coronavirus, ya no pudo salir a buscar su fuente de ingresos.

Don Guillermo vive con su esposa y menciona que debido a que los recursos económicos en su hogar han ido mermando durante el confinamiento, aún con pandemia tuvo que salir a buscar empleo, así que mandó hacer una manta con valor de 50 pesos a la que le colocó un palo de escoba para poderla sostener y de esta manera, dirigirse al crucero donde ofrece sus servicios de clases particulares.

El señor Martínez tiene 80 años, no cuenta con Seguro Social ni con una pensión y asegura que la pandemia ha mermado su salud, pues su dolor de espalda es aún más frecuente, por lo que necesita dinero para comprar sus medicamentos y para llevar el sustento a su hogar.

Por el momento, don Guillermo solo puede brindar las clases en su hogar, ya que el dolor que le aqueja no le permite recorrer largas distancias y tampoco cuenta con un equipo de cómputo para dar las asesorías vía remota.

Así que está dispuesto a recibir a quien necesite ayuda en matemáticas en su domicilio ubicado en la colonia El Rodeo, en la alcaldía Iztacalco, desde las 9 hasta las 18 horas, los siete días de la semana.

El precio por sesión es de: 30 pesos para nivel primaria, 60 pesos nivel secundaria y 100 pesos nivel preparatoria y su número telefónico de contacto es 55 55 58 57 58.

Cuando las personas que necesitan recibir las asesorías no pueden pagar con dinero, le pagan el equivalente con comida.

El señor Guillermo mencionó que tiene muchas ganas de trabajar y que gracias a una fotografía publicada en redes sociales ha recibido bastantes llamadas para dar asesorías; sin embargo, al no contar con una computadora o un dispositivo donde pueda dar clases a distancia, ha perdido varios clientes que buscan de su ayuda.

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