Desde que la pandemia por Covid-19 llegó a México, la recomendación del uso de cubrebocas ha sido polémica y confusa por parte de la Secretaría de Salud (Ssa) federal.
Ayer durante su gira en Oaxaca, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que científicamente no se ha demostrado que el uso de cubrebocas ayude a evitar contagios de coronavirus, y afirmó que en este tema sigue las recomendaciones de del titular de Ssa, Jorge Alcocer, y el subsecretario Hugo López-Gatell.
“No quiero entrar en polémica en este tema, si se considerara que con esto se ayuda entonces lo haría, pero no es un asunto que esté científicamente demostrado”, dijo.
En conferencia en las instalaciones de la 28 Zona Militar el Jefe de Estado dijo: “Tengo como guía la recomendación de los científicos, de los médicos. Desde que tuvimos la teleconferencia con el G20, planteé que los políticos no éramos todólogos sabelotodo y lo mejor era dar conducción a especialistas.
“A mí —agregó— tanto el doctor [Jorge] Alcocer como el doctor Hugo [López-Gatell] me han dicho que no necesito el cubrebocas, si mantengo la sana distancia”.
Al respecto, se solicitó la postura de la Ssa, pero ni su titular ni el subsecretario se han pronunciado.
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En ocasiones anteriores, López-Gatell ha dicho que no existe evidencia científica de que la mascarilla prevenga el Covid-19, aunque en otras reconoció que sí puede ser un instrumento auxiliar preventivo.
En la última semana de febrero, cuando se reportó el primer caso por coronavirus en el país, el subsecretario llamó a la población a no hacer compras de pánico que incluyeran cubrebocas, debido a que no estaba comprobada su eficiencia.
“No hay evidencia científica para demostrar que los cubrebocas sirven para evitar el contagio, en general, hay que tener higiene ya que ayuda a disminuir la carga de bacterias en la superficie común”, dijo en conferencia el 1 de marzo.
Para el 3 de abril, con mil 688 casos confirmados por Covid-19 y 60 defunciones, el funcionario enfatizó que el uso de mascarillas dan una falsa sensación de seguridad, por lo que invitó a los mexicanos a no desperdiciar su utilización de manera innecesaria durante la pandemia.
“Hay otras formas de infectarse, por ejemplo, al tocarse la cara. El llamado es a no desperdiciar utilizándolas de forma innecesaria como mecanismo de protección que no tiene fuerte evidencia científica”.
Con el incremento de contagios diarios y tras los cuestionamientos de actores políticos, así como de periodistas debido a que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, anunció que el uso de este insumo sería obligatorio a partir del 27 de abril, López-Gatell publicó un video en sus redes sociales en el que aseguró que la administración federal no estaba en contra del uso de tapabocas, sino a que se usara como única medida para prevenir el contagio de Covid-19.
“En ningún momento el gobierno de México o en particular la Ssa ha dicho que no se deba usar cubrebocas. No lo rechazamos, si existen gobiernos estatales que han propuesto [su] uso, está bien, lo único importante es que no se tome como una medida principal para el control de la epidemia por Covid”, refirió.
Días antes de la reactivación del país, el 25 de mayo el funcionario informó que en los lineamientos de seguridad sanitaria para entrar a la etapa de nueva normalidad se incluiría el uso de tapabocas. Fue la primera vez que López-Gatell se dejó ver con un cubrebocas azul.
Una semana después, el 7 de junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) modificó la guía para el uso del cubrebocas y el subsecretario de Salud indicó que usar mascarillas es útil en ciertos espacios.
Explicó cómo se debe utilizar el tapabocas y de qué material; sin embargo, enfatizó que no hay que creer que su uso es la principal medida contra el Covid-19.
El 15 de junio, el Nobel de Química, Mario Molina, recomendó el uso del cubrebocas “todo el tiempo” para frenar los contagios; al respecto, López-Gatell enfatizó que era una buena reflexión, pero debería haber más consideraciones.
“Me parece muy bien que contribuya a la reflexión científica y a la evidencia útil. La pieza en sí misma, el artículo, vale la pena revisarlo a detalle, creo que contribuye a algunos elementos de evidencia que deben conjuntarse para tener una idea más acabada sobre los potenciales beneficios del uso del cubrebocas y sus límites”, reconoció.
Finalmente el 11 de julio, en Palacio Nacional, López-Gatell sacó un cubrebocas y lo colocó de manera correcta, después se lo quitó y reconoció que si se usa de forma masiva, puede contribuir a que no se propague el virus: “Es un instrumento auxiliar de prevención, particularmente en espacios cerrados, como un mecanismo para que la persona que tiene los virus no lo proyecte (...) sí se usa masivamente la probabilidad de que las personas [con Covid-19 lo] transmitan disminuye”.