El lunes marcó otra fase en la batalla global contra el coronavirus, cuando las infecciones reportadas en el resto del mundo superaron a las de China. Millones de personas en Europa y Estados comenzaron a refugiarse en casa mientras un país tras otro anunciaba el cierre de fronteras. Las bolsas de valores se desplomaron todavía más en las operaciones del lunes en Wall Street al expandirse el impacto del brote en la economía.
España oficialmente se convirtió en el cuarto país con más infecciones en el mundo al agudizarse su curva de contagio.
España cerrará la medianoche de este lunes (23H00 GMT) sus fronteras terrestres para "contener la expansión del coronavirus", anunció el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
La entrada en el país por vía terrestre sólo se permitirá a ciudadanos españoles, residentes en España, personal diplomático acreditado y a quienes aleguen "causas de fuerza mayor", detalló el ministro.
Igualmente, España, que comparte una amplia frontera con Portugal y Francia, estará abierta al tráfico de mercancías, "para asegurar la cadena de abastecimiento", dijo el ministro.
En medio de esta situación ante el coronavirus, hay miles de españoles confinados en sus casas, pero hay otros que forzosamente tienen que trabajar y arriesgar su propia salud: los trabajadores de servicio médicos, que son quienes atienden de primera mano a los enfermos por el Covid-19.
En el confinamiento, miles pasan el tiempo circulando por la web y las redes sociales, en donde se convocó a aplaudir a las 22:00 horas locales desde los departamentos y casas, como un reconocimiento a los trabajadores sanitarios.
La convocatoria fue anónima, pero realizada por miles de personas la noche del sábado.
En redes sociales circulan videos de cómo se escucharon los aplausos de los españoles a sus connacionales de los servicio de salud.