La voz de una madre preocupada por su hijo, José Antonio Yepez Ortiz, líder del Cártel de Santa Rosa, se escucha en una llamada telefónica interceptada por autoridades federales.
La señora le pide “El Marro” que “se recogiera para la casa” ya que “aquí estamos al pendiente todos”. El líder criminal -dedicado principalmente al robo de hidrocarburos- le responde: “No, yo no voy para allá. Allá estaban los gendarmes, ahí en la Virgen”.
Fue con esa llamada intervenida con la que “El Marro” fue ubicado por última vez en la cercanías de Rincón de Centeno, en Guanajuato. Sigue prófugo de la justicia.
“¿De casualidad no anda mi Marrillo ahí?”, pregunta la mujer identificada como Lucha. “Aquí anda con nosotros desde ayer, aquí está en la casa”, le responde otra mujer a la que llaman Chola o Chona.
- Ay, ¿y no me lo puedes mandar? ¡Ay, mi Marro!
- Lo van a agarrar… Aquí que se esté mejor.
La voz insiste sobre su hijo: “¿si comió?”, para luego pedir al teléfono al buscado líder huachicolero, rival del Cártel Jalisco Nueva Generación.
“¿No te puedes recoger pa la casa, hijo? (…) ahorita que es tiempo”, le pide la señora, a lo que “El Marro” se niega: “¡Ay amá!”. “Entonces estate ahí pero… ¡ay hijo¡”, insiste la preocupada mujer, aunque replica: “¿y por qué no traes el celular? no me contestas ni una llamada hijo”.
Yepez Ortiz promete ya contestarle y mantener encendido el aparato. Así termina la charla interceptada por autoridades federales.