Cuernavaca.— La lucha entre las células criminales de La Familia Michoacanay el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se trasladó a Morelos y ha convertido a Cuernavaca en su campo de batalla.

Los grupos delictivos regionales buscaron el cobijo de esas organizaciones para lograr su supervivencia, sostiene un reporte interno de la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES).

Dos de los grupos que se aliaron con los cárteles de Jalisco y Michoacán son los de Abel Maya y Francisco Javier Rodríguez Hernández, este último es identificado por fuerzas públicas, federales y castrenses como El Señorón, El XL o El Colombiano.

El Señorón es señalado por el gobierno de Morelos como el autor material de la masacre del martes pasado en la colonia Antonio Barona de Cuernavaca, donde murieron ocho jóvenes y otras 14 personas resultaron lesionadas en un velorio.

La “ejecución”, dice el comisionado Estatal de Seguridad Pública, José Antonio Ortiz Guarneros, fue al estilo terrorista, porque trataron de liquidar a todos los presentes.

Desde esa noche, la zona cero está copada por militares, la Guardia Nacional y las policías estatal y municipal, pero ello no impidió una nueva acción del crimen organizado, cuyos miembros acribillaron ayer a dos hombres que viajaban en taxi.

Un nuevo ataque  

Ayer, alrededor de las 12:50 horas, muchos vieron cuando un hombre descendió de la unidad, caminó hacia un comercio y, de pronto, surgió una motocicleta con dos sujetos a bordo, quienes lo mataron a balazos.

Después se dirigieron al taxi y balearon al conductor, quien, con posterior ayuda de paramédicos, fue levantado con vida metros más adelante de la calle Rubén Jaramillo, contigua a la Lázaro Cárdenas, en donde ocurrió la tragedia la noche del martes. Luego fue llevado a un hospital para ser atendido.

El cuerpo sin vida del otro hombre quedó en el suelo y con los brazos extendidos a la entrada de una estética. Una versión extraoficial indica que era de origen colombiano, integrante de un grupo de prestadores de dinero a comerciantes bajo la modalidad de gota a gota, cuyos integrantes son parte de la estructura de El Señorón.

Los recientes actos de violencia, dicen jefes policiales, convirtieron a la colonia Antonio Barona en un campo de batalla de los grupos delictivos de El Señorón y de Abel Maya por el dominio de Cuernavaca.

Las primeras investigaciones de la Comisión Estatal de Seguridad arrojan que las víctimas de la balacera de ayer eran operadores de El Señorón, y la muerte de una de ellas significaría la respuesta al crimen masivo del martes pasado, en el que fueron asesinados ocho jóvenes durante un velorio.

De acuerdo con el reporte interno de la Comisión Estatal de Seguridad, el grupo de Los Colombianos, operado bajo la tutela de El Señorón, es aliado del Cártel Jalisco Nueva Generación, mientras que Los Maya están con la Familia Michoacana.

Además, en el estado siguen vigentes algunas células de Los Rojos —cuyo líder, Santiago Mazari, cumple sentencia en prisión—, Guerreros Unidos, El Señor de la V, Los Linos, La Tripa y El Temerario.

“En el actuar de los grupos delictivos regionales existen indicios de su vinculación con legisladores federales y estatales, presidentes municipales, jueces, magistrados, ministerios públicos, elementos policiales a nivel federal, estatal y municipal; custodios, así como funcionarios públicos estatales y de organismos desconcertados”, señala el reporte interno de la CES.

El texto fue compartido a los integrantes de la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz, en la cual participan fuerzas estatales, federales y castrenses. En esta mesa se toman las decisiones y estrategias para combatir a la delincuencia, afirma el comisionado Ortiz Guarneros.

Masacre con olor a "El Señorón"  

El comisionado de Seguridad, José Antonio Ortiz Guarneros, asegura que, de acuerdo con los exámenes periciales de la Fiscalía General del Estado, el armamento con que mataron a los jóvenes en el velorio del martes pasado es el mismo que se utilizó para el crimen contra seis personas en agosto pasado, en la colonia Flores Magón, contigua a la Antonio Barona.

También en febrero y junio pasado, un grupo armado utilizó el mismo modus operandi para matar a ocho jóvenes en las dos acciones delincuenciales perpetradas en el municipio de Emiliano Zapata, conurbado a Cuernavaca y la zona de influencia de El Señorón.

En el caso de la Flores Magón, señaló el comisionado, la fiscalía dijo que tiene las suficientes pruebas para demostrar que fue el cártel de Los Colombianos, liderado por El XL, el que actuó en contra de los muchachos.

—¿El Señorón actuó la noche del martes?

—“Si, sí. Él también forma parte de ellos, lo que sabemos es que él iba allí.

“No tenemos la evidencia contundente, pero las pruebas periciales apuntan a que fue él. Eso fue anunciado por el fiscal y replicado por el secretario de Gobierno, Pablo Ojeda Cárdenas”, explicó Ortiz Guarneros.

—¿Qué objetivo tenía ese ataque?, se le preguntó.

—“Hasta donde sabemos, ahí donde velaban al joven que falleció por un accidente vial, esa casa había sido utilizada como laboratorio en años anteriores, y sabemos de la rencillas que hay entre El Señorón y Abel Maya, y se supone que eran operadores de ahí, sin tener la certeza.

“No fue un asalto, llegaron y, a manera de terroristas, trataron de ejecutar a todos los que estaban ahí. Una manera muy sanguinaria de actuar, fue una ejecución masiva, cosa que nos pone en el primer plano en delincuencia, cuando realmente en el mes de agosto tuvimos una disminución de 29 homicidios en comparación con el mismo mes de 2019”, argumentó el comisionado de Seguridad.

De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), Morelos sumó 101 homicidios violentos en agosto de 2019, mientras que en el mismo mes de este año la cifra fue de 72, 29 asesinatos menos.

Pero inició septiembre negro con 11 asesinatos, dos en Cuautla, uno en Tepoztlán y ocho en Cuernavaca; el miércoles sucedió un homicidio; ayer se registraron dos en Yautepec y uno en Cuernavaca.

“El mensaje que tenemos para la delincuencia es que tenemos la fuerza suficiente para enfrentarlos y diezmar a sus líderes como lo hemos hecho con cinco de los 10 objetivos principales de esta administración. Y aunque se releven los cargos, tenemos la estrategia y la inteligencia para detenerlos”, afirma el comisionado formado en la Marina y felicitado por el presidente Andrés Manuel López Obrador en su última visita al estado.

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