Tijuana.— Un avión de la Policía Federal despegó ayer de Tijuana rumbo a la Ciudad de México con 105 migrantes de la caravana que decidieron regresar a su país.

Una de ellas es Jazmín, joven madre hondureña que decidió retornar. Relata que le tomó más de un mes hacer el recorrido desde Honduras hasta el norte de México con sus dos hijos, de siete y 12 años. Hace 12 días llegaron a Tijuana y entonces, dice, empezó lo más difícil de su travesía.

“Pensé que íbamos a cruzar, pero este muro no lo tumbamos”, dice mientras hace fila para anotar su nombre y el de sus hijos en una hoja en la que otros, como ella, se registraron para regresar a Centroamérica.

Mientras abraza a la más pequeña, admite que, de viajar sola, tal vez pensaría en quedarse en Tijuana e intentar cruzar, pero ya con hijos, explica, “es diferente”.

Aunque en los retornos hay hombres, son las mujeres con hijos quienes tras los disturbios del domingo, cuando unas 500 personas quisieron cruzar a territorio estadounidense saltando una cerca y fueron dispersados con gases lacrimógenos por la Patrulla Fronteriza de EU, han optado por no exponer a los menores.

Por ejemplo, Diana recuerda que corrió con sus hijos cuando vio los gases lacrimógenos. Le ardieron los ojos y la garganta, pero eso no le impidió tomarlos en sus brazos y correr con toda la rapidez que pudo.

“Nunca me hubiera perdonado si les pasa algo”, dice la joven de menos de 30 años: “Uno como sea, pero ellos nunca debieron vivir esto; allá uno es pobre, pero no ve bombas ni esas cosas”, declara.

El comisionado General de la Policía Federal, Manelich Castilla Craviotto, quien se encontraba en la base aérea, exhortó a los migrantes a no unirse a las manifestaciones ni convocatorias que resulten en un enfrentamiento como el ocurrido el domingo.

Además, explicó que analizan, como información confidencial, a los organismos y líderes que orquestaron la movilización.

En el sitio también estuvo presente personal del Instituto Nacional de Migración que, junto con los oficiales federales, ayudó a trasladar a los migrantes desde el albergue habilitado en la Unidad Deportiva Benito Juárez, en Tijuana, a la base aérea.

El Instituto Nacional de Migración (INM) reportó que también hay coordinación con autoridades del Ayuntamiento de Tijuana y de la Organización Internacional de Migraciones (OIM), con quienes se trabaja en el retorno voluntario vía bus terrestre.

Se prevé que los migrantes viajen en avión a la Ciudad de México y luego sean trasladados vía terrestre al sur del país; de ahí continuarán hacia sus países de origen.

La noche del lunes salió de Tijuana un primer autobús con ciudadanos centroamericanos que se inscribieron en el programa de repatriación voluntaria y se espera que a lo largo de la semana salgan por lo menos otros cinco debido a la cantidad de gente que ha decidido regresar.

De acuerdo con información que maneja la Organización Internacional de Migraciones, hay al menos otras 200 personas que están ya en la lista de espera para el retorno a sus países, principalmente Honduras.

arq

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