Tras afirmar que bajo ninguna circunstancia buscará reelegirse, Andrés Manuel López Obrador aseveró que como presidente de la República “no tengo derecho a fallar al pueblo”, adelantó que su gobierno actuará sin odios y buscará por el camino de la concordia la Cuarta Transformación de la vida pública de México.
En medio de algunas protestas de la oposición panista, de ovaciones de sus aliados de Morena y más de un centenar de invitados extranjeros, entre ellos jefes de Estado, López Obrador rindió protesta ante la Constitución y el Congreso de la Unión como Presidente de México para el periodo 2018-2024.
Adiós al neoliberalismo
Enfundado en un traje oscuro y ya portando la banda presidencial, el jefe del Ejecutivo federal abrió su discurso de 120 minutos ante el pleno del Congreso de la Unión, donde hizo un reconocimiento a Enrique Peña Nieto por respetar el pasado proceso electoral.
Causó escozor en la oposición, principalmente entre los panistas que protestaron con pancartas, el hecho de que López Obrador le haya declarado la guerra al neoliberalismo y se comprometiera a que en los seis años de su gobierno acabará con esa política económica.
Algunos saldos negativos, agregó, es que la economía ha crecido 2% anual, y se ha empobrecido a la mayoría de la población hasta llevarla a buscarse la vida en la informalidad, a emigrar masivamente del territorio nacional o a tomar el camino de las conductas antisociales.
Entre abucheos de panistas, con la presencia del ex presidente Peña Nieto, López Obrador detalló que desde los años 30, hasta los 70 del siglo pasado, es decir, durante 40 años, la economía creció a una tasa promedio anual de 5%.
Señaló que al terminó el sexenio del presidente Vicente Fox la deuda pública era de 1.7 billones. La misma aumentó a 5.2 billones, más de 200% durante el gobierno de Felipe Calderón.
Dijo que respetará la autonomía del Banco de México (Banxico), y que no se gastará más de lo que ingrese a la hacienda pública.
Criticó la reforma energética, “que nos dijeron que vendría a salvarnos y sólo ha significado la caída en la producción de petróleo y el aumento desmedido en los precios de las gasolinas, gas y electricidad”.
Enfrentó a los legisladores panistas que se manifestaron con pancartas para que baje la gasolina: “Ahora resulta que los que aumentaron el precio a las gasolinas están pidiendo que baje. Hago el compromiso responsable, que pronto, muy pronto, cuando terminemos la refinería que vamos a construir en México y se rehabiliten seis más, va a bajar el precio de gasolina y de todos los combustibles”.
Corrupción e impunidad
El Presidente tocó el tema de la corrupción y pidió a la ciudadanía aceptar su propuesta de “punto final” a los corruptos.
En este punto detuvo su discurso debido a que los panistas comenzaron un conteo simbólico por los 43 normalistas desaparecidos y respondió que hoy se constituirá una comisión de la verdad para castigar los abusos de autoridad, para atender el caso de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa.
Sin embargo, defendió, la Presidencia se abstendrá de solicitar investigaciones en contra de los que han ocupado cargos públicos o se hayan dedicado a hacer negocios al amparo del poder durante el periodo neoliberal.
Afirmó que el país se convertirá en una potencia económica y, sobre todo, en un país modelo que habrá de demostrar al mundo que acabar con la corrupción, es posible.
Guardia Nacional
El político originario de Tabasco explicó al Congreso que su estrategia de seguridad incluye una Guardia Nacional, donde los 8 mil elementos del Estado Mayor que se destinaban a cuidar al presidente y los 3 mil 200 agentes de Gobernación, hasta ayer dedicados al espionaje, pasarán a formar parte de esa corporación al mando del Ejército.
Reiteró que la Policía Federal quedó rebasada y las policías municipales y estatales tienen problemas de corrupción.
Por el contrario, ensalzó a las Fuerzas Armadas y su capacidad para la lucha por la seguridad interior, nacional y pública.
No reelección
En su mensaje, el presidente Andrés Manuel López Obrador se dijo juarista, cardenista y maderista. Dejó en claro que bajo ninguna circunstancia buscará la reelección.
Agregó que en dos años y medio, López Obrador se someterá a la revocación del mandato, a través de una consulta, “porque el pueblo pone y el pueblo quita”.
Indicó que ayer envió al Senado una iniciativa que permita al Presidente ser juzgado como cualquier ciudadano por el delito que sea, aun estando en funciones.
En otras palabras, dijo, vamos a limpiar al gobierno de corrupción de arriba para abajo, como se limpian las escaleras.
“También transitaremos hacia una verdadera democracia; se acabará la vergonzosa tradición de fraudes electorales”. Lanzó un compromiso de echar abajo la reforma educativa, apoyar a las comunidades afectadas por los sismos, y evitar afectaciones al medio ambiente: no se permitirá el fracking ni transgénicos.
Política exterior
La política exterior del nuevo gobierno será de no intervención, autodeterminación de los pueblos, solución pacífica de las controversias y cooperación para el desarrollo.
Agradeció al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, su trato respetuoso en la etapa de transición y la presencia en la ceremonia de su hija Ivanka Trump.
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