Los ilusos siguen esperando que AMLO cumpla con sus promesas de campaña. En su visita por el Estado de Guerrero, en los mítines que organizan en sus viajes, el presidente volvió a reiterar la estrategia de la mentira al asegura que los próximos 2 años que restan de su mandato, “serán los mejores” ¿Los mejores? ¿Los mexicanos han tenido un buen año en los 4 años 6 meses de su administración? Por supuesto que no, los problemas que heredó no ha podido resolverlos, otros más los ha agravado.
Para empezar, al presidente López no le restan 2 años de gobierno, su gobierno concluye el 30 de septiembre de 2024. Seguramente olvida 3 meses de gobierno y por adelantado los da por perdidos, por eso aseguró en Malinaltepec, que los mejores serán los últimos 24 meses. Y no creo que piense dejar la presidencia en junio de 2024.
Afirmó frente a sus seguidores que “tiene el impulso necesario para consolidar sus proyectos prioritarios”. Proyectos que son del conocimiento general. Prefiere olvidar la solución de los problemas prioritarios, como la inseguridad, acabar con la delincuencia organizada, resolver la falta de medicamentos, construir y mejorar los hospitales del primer mundo que prometió, atender el problema de los feminicidios y desaparecidos, generar más empleos, hacer crecer el PIB, contener la pandemia que volvió a resurgir; el colmo, se vino a sumar el proceso inflacionario que supera a los últimos 20 años. Al presidente parece no importarle la solución de los delicados problemas, la mayoría generados por sus malas decisiones.
¿Sus proyectos prioritarios? El AIFA, el Tren Maya, la refinería Dos Bocas. Obras innecesarias que se acompañan del característico sarcasmo al afirmar que el tiempo que le resta se convertirán en 4 o 6 años más, por el tiempo que trabaja.
El Presidente luce el expertis de perder el tiempo, se va a jugar beisbol en horario de trabajo, además dilapida el tiempo inútilmente (2 horas diarias aproximadamente) en su calidad de vocero gubernamental y juez con capacidad de condenar o absolver a cualquier persona de su interés, sea en perjudicarlo o beneficiarlo. Histriónico personaje.
También desperdicia el tiempo en sus relatos históricos distorsionados, adelanta tiempos electorales para la sucesión presidencial del 2024, crea comisiones de la verdad para entretener en lugar de resolver. Así ha logrado distraer a los belicosos de la “desaparición” de Ayotzinapa, su imprudencia de los quemados de Tlahuelilpan y los muertos de la Línea Dorada. Anticipa el fracaso del sexenio.
Analista legislativo. @HectorParraRgz