El tequila es la bebida alcohólica emblemática de México y es la más vendida de nuestro país y en 120 países — genera ingresos mil 300 millones de dólares cada año—; sin embargo, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) afirma que cuatro de cada diez botellas vendidas en el país son apócrifas.
El consumo de bebidas adulteradas pueden provocar graves problemas de salud, como daños al hígado, ceguera y hasta la muerte, por ello la académica María Guadalupe Pérez Caballero, investigadora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la Universidad Nacional Autonoma de México (UNAM), junto con su grupo de trabajo, ha desarrollado diversas técnicas quimiométricas para diferenciar los diversos tipos de tequila, así como su legitimidad.
La quimiometría es el área de la química que emplea métodos matemáticos y estadísticos para diseñar y optimizar experimentos que posibiliten obtener la máxima información viable de un grupo de sistemas químico para el análisis de un número elevado de muestras y variables.
María Guadalupe Pérez, aseguró que esta investigación constituye la respuesta a la adulteración — que con el paso del tiempo se ha vuelto más sofisticada — por lo tanto los procedimientos analíticos deben ser cada vez mejores.
“Debemos implementar las técnicas multivariantes en los planes de estudio de química; en Europa son muy comunes. Con esto podemos aumentar la calidad en la formación de estudiantes. Nos corresponde crear conciencia sobre las bondades de ellas”,refirió Pérez Caballero.
La investigadora Pérez Caballero cuenta con modelos que permiten diferenciar modelos quimiométricos para caracterizar tequilas por su tiempo de añejamiento (blanco, reposado, añejo y extra añejo), categoría (100% agave y mixtos) y discriminarlos de otras bebidas tales como destilados de agave, mezcales o en algunos casos, denotar la calidad de los mismos.
Según datos del Consejo Regulador de Tequila, A.C. (CRT) — concentra a todos los representantes y agentes ligados a su producción, en la que participan siete municipios del estado de Guanajuato, ocho de Nayarit, once de Tamaulipas, treinta de Michoacán y ciento veinticinco de Jalisco — el año pasado se exportaron más de 209 millones de litros. De éstos, el 82.4 % fueron para los Estados Unidos.
La producción de tequila está regulado por la Norma Oficial Mexicana NOM-006-SCFI-2012 y conforme a ésta hay cinco clases de tequila de acuerdo al tiempo de añejamiento: tequila blanco o plata, tequila joven u oro, reposado, añejo y extra añejo.
Desde 2008, Pérez Caballero ha mantenido una estrecha relación de trabajo con el José Manuel Andrade Garda, catedrático de la Universidad de Coruña, España — considerado una autoridad internacional en técnicas quimiométricas — y es la única persona que mantiene una colaboración directa con CRT mediante un convenio suscrito el 31 de octubre de 2016.