La Suburban negra donde viaja el Presidente Andrés Manuel López Obrador detiene su paso al pie de carretera: es la entrada de este municipio de la Mixteca Oaxaqueña.
Ahí 150 niños que forman una banda de guerra, de dos primarias y una secundaria, interpretan una marcha marcial para dar la bienvenida al mandatario que recorre los mismos caminos que ellos transitan a diario.
El Presidente desciende y se coloca en el centro de ese “ejército blanco” que grita una arenga con los símbolos del nuevo gobierno.
“!Es un honor tener al Presidente! !Es un orgullo que esté con los suyos! !Obrador! !Obrador! !Para los niños el mejor! !Es un honor estar con Obrador! !Me canso ganso!”, gritaron los pequeños y como un reflejo López Obrador alzó los puños al cielo.
Todo esto el día viernes 18, casi 24 horas después de la mayor crisis se seguridad pública que su gobierno ha enfrentado, primero por la captura y posterior liberación de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán y quien es investigado por la justicia de Estados Unidos, que provocó bloqueos en Culiacán, movilización de grupos criminales, siete militares heridos, vehículos y un helicóptero militar con impactos de armas de fuego.
Ante las imágenes y videos de los pequeños y sus arengas al mandatario, usuarios de redes sociales criticaron el hecho y algunos impulsaron el hashtag #ConLosNiñosNo. Algunos señalaron un presunto “adoctrinamiento”, aunque otros no vieron problema en el gesto de los pequeños.
* Con información de Alberto Morales