El presidente del Tribunal Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Eduardo López Betancourt, denunció presiones por parte de la Oficina de la Abogada General para renunciar a su cargo.

Las amenazas, dijo en una carta dirigida a esta casa editorial, “no se han hecho esperar y surgieron en todo su esplendor”. Llegan luego de la entrevista concedida a EL UNIVERSAL donde denuncia que la institución protege a los maestros y trabajadores que acosan sexualmente a sus alumnas.

“La doctora Mónica González Contró me precisó que se harían cambios al tribunal, para originar mi salida e impedir la libertad de expresión”, dijo en su texto.

“El acoso y el bullying existen en la UNAM situación que se agrava cada vez más gracias al desinterés de las autoridades para combatirlo. Hay complicidades y un sin número de acuerdos en lo oscurito mismos que originan impunidad. Es evidente que hay total ausencia de interés para acabar con tan terribles males”, dijo en el texto que envió esta mañana.

Hoy, EL UNIVERSAL publica una entrevista con López Betancourt en la cual el abogado denuncia que los organismos sindicales protegen a maestros y trabajadores que acosan sexualmente a sus alumnas; por esta razón al Tribunal Universitario no llegan las denuncias y el organismo no ha sancionado a un solo maestro en lo que va del año.

Dicha protección opera como el mecanismo de Proceso de Investigación Interna Administrativa (PIA), a través del cual son las organizaciones laborales (los sindicatos de académicos y trabajadores administrativos) las que investigan y sancionan internamente a los docentes.

En cuatro años fueron despedidos 79 trabajadores sindicalizados: 43 académicos y 27 administrativos; a la mayoría de los que sí enfrentaron un proceso, 236, se les dieron amonestaciones, suspensiones o se espera que se determine su sanción pero esta no se ha dado a conocer. Entre 2016 y 2019, 921 alumnas universitarias presentaron quejas ante la Universidad y la Oficina de la Abogada General. Se resolvieron 4 de cada 10 casos y la mayor parte de las sanciones fueron contra estudiantes.

En su carta, López Betancourt consideró “urgente”  que el tribunal universitario sancione este tipo de conductas, lamentó que dicho organismo esté cooptado y sin recursos para trabajar, y que haya un mayor interés por callar a quienes protestan que por resolver las situaciones de acoso y violencia que denuncian las estudiantes ante las instancias universitarias.

Además, lamentó que el Tribunal tenga pocos elementos para operar, recibir quejas y denuncias, investigar y hacerse de pruebas, pero sobretodo atender a los estudiantes que acuden ante esta instancia disciplinaria.

“Es urgente,  de una vez por todas,  que el tribunal universitario sancione y que sus resoluciones se conozcan por la comunidad Universitaria,  pero aún en todo el territorio nacional se sepa quiénes son los profesores acosadores que inclusive son autores de delitos graves como abuso sexual y violaciones”, dice en el texto fechado el 6 de diciembre.

“Hasta este momento al tribunal universitario lo tienen cooptado sin elementos materiales ni humanos.  Sólo destacan el lamentable fenómeno de las amenazas y de callar de manera anti Universitaria voces de protesta como la mía”.

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