El Senado de la República aprobó la despenalización del uso lúdico, médico, industrial y de investigación de la marihuana, y le envió el dictamen a la Cámara de Diputados que, como instancia revisora, tendrá que aprobar la minuta o hacerle modificaciones antes del 15 de diciembre.
“Queda permitido a personas mayores de 18 años consumir cannabis sicoactivo”, señala el documento que finalmente pasó ayer, tras una discusión que se extendió por más de seis horas.
Con lo anterior, se aprueba el autoconsumo y el consumo personal, lo que en términos prácticos quiere decir que las personas que vivan solas podrán cultivar seis plantas y hasta ocho si viven más de dos consumidores en un mismo espacio, así como comprar y portar hasta 28 gramos de la yerba, es decir, una cajetilla de 28 cigarrillos, adquirida en establecimientos autorizados y regulados.
El dictamen que aprobaron abre la puerta a la liberación de personas procesadas o sentenciadas por posesión simple; además, en un plazo de seis meses a partir de la entrada en vigor del decreto, se deberán eliminar sus antecedentes penales.
“Se regula el cultivo, la transformación, la comercialización, la exportación e importación y el uso para fines de investigación de la cannabis. Se regula el uso médico y farmacéutico, y se establece en la Ley General de Salud”, explicó el senador Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena.
“Con esta ley, las personas podrán acceder al cannabis bajo criterios claros, a través de licencias relacionadas exclusivamente con cultivo, transformación, comercialización, exportación, importación e investigación”.
El dictamen que se aprobó ayer amplía de cinco a 28 gramos la posesión para autoconsumo, es decir, despenalizada y que no amerita sanción; de entre 29 y 200 gramos se convierte en posesión simple y amerita sanciones administrativas o multas de entre 5 mil y 11 mil pesos; de 201 gramos a 28 kilos, se le considera posesión para narcomenudeo, y lo regula la Ley de Salud; la posesión de más de 28 kilos se considera narcotráfico y su posesión ameritaría las penas establecidas en el Código Penal.
Se contempla que en un plazo no mayor de seis meses, el Instituto Mexicano para la Regulación y Control del Cannabis deberá desarrollar un programa nacional de prevención y tratamiento de adicciones con énfasis en el no consumo de cannabis sicoactivo y no sicoactivo, enfocado a niños y adolescentes.
Los productos del cannabis no sicoactivo y sus derivados para usos industriales se podrán comercializar, exportar e importar con el objetivo de generar riqueza a los sectores desprotegidos; también pasa el uso medicinal del cannabis y se permite la investigación y desarrollo científico sobre la planta.
El pleno también respaldó la propuesta de modificación de la senadora Beatriz Paredes Rangel (PRI), al artículo 47 de la nueva ley, en la que se señala que en el caso de licencias que se expidan para ejidatarios o comuneros, se requerirá la autorización de la asamblea ejidal o comunal.
La aprobación se dio entre aplausos y mostrando pancartas con la leyenda: “No a la criminalización, sí a la libertad”, así como entre ruido de relojes despertadores que llevaban escrito: “Llegó la hora de regular”.
“No consideramos que sea positivo que esté al alcance de jóvenes, adolescentes y niños. Esta droga que, si bien respetamos el uso personal, tampoco trae nada de bueno para la persona el tener acceso a la misma”, dijo Damián Zepeda (PAN).
Emilio Álvarez Icaza también votó en contra, tras reclamar que se está repitiendo el criterio punitivo prohibicionista que ha privado durante más de 80 años en el país: “Estamos avanzando en la despenalización, pero mantenemos un delito. Me parece un exceso que el Ministerio Público pueda entrar a tu casa para verificar si estás cumpliendo las condiciones en el número de plantas”, dijo.