Tras el paso del primer contingente de la caravana migrante por Jalisco, el gobierno estatal cambió su postura respecto a la atención que se les brinda y no volver a ofrecer un albergue para que puedan pernoctar.

Argumenta que no tiene dinero y que, durante su estancia, al menos un centenar de centroamericanos habían violado el reglamento provocando riñas o ingiriendo alcohol y drogas; incluso, el secretario general de Gobierno, Roberto López, señaló que habían detectado “prostitución y alcoholismo”.

Ahora, el gobierno de Jalisco busca que permanezcan el menor tiempo posible en la entidad y no entren a la zona metropolitana de Guadalajara, por lo que instalan módulos de atención en las entradas del estado para ir guiando a los contingentes y desviarlos por el macrolibramiento de Guadalajara, lo que los obligará a caminar por una de las regiones con mayor presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

La nueva estrategia estatal plantea que los cuerpos policiacos acompañarán a los centroamericanos durante todo el trayecto, desde la entrada a la salida del estado, y en caso de que se necesite atención médica grave se les brindará hospitalización.

Además, si algún contingente debe pernoctar en alguno de los puntos de atención, se entregarán cobijas y habrá vigilancia policiaca.

Esta nueva estrategia fue informada por las autoridades estatales a las organizaciones civiles y eclesiásticas que trabajan con migrantes, por lo que éstas analizan la forma en la que intervendrán.

Por ahora, el contingente que se esperaba para este fin de semana decidió retrasar su paso por Jalisco y permanecer en Querétaro e Irapuato, debido a que los albergues de organizaciones que les han ofrecido apoyo en la zona metropolitana de Guadalajara, están saturados.

Convocan a marcha antimigrante. Al menos dos marchas han sido convocadas en redes sociales y grupos de WhatsApp, en Tijuana, una de ellas para protestar contra los migrantes que llegaron a la ciudad, mientras que la otra movilización es en contra de la discriminación.

Ambos movimientos fueron convocados para este domingo a las nueve de la mañana, en dos de las principales glorietas del municipio.

Hasta el viernes pasado el gobierno de Baja California contó a 3 mil 336 migrantes de la caravana, principalmente de Honduras, en esta ciudad. Desde su llegada, hace una semana, las agresiones y expresiones xenófobas fueron creciendo tanto en redes sociales como en otras vías de comunicación, hasta que el jueves pasado escalaron a un enfrentamiento entre residentes y migrantes.

Habitantes de la delegación Playas de Tijuana se acercaron al área de El Faro, a unos metros del muro que divide la ciudad de Estados Unidos, donde se habían concentrado inicialmente los migrantes, ahí con groserías les exigieron irse y hasta llegaron a apedrearlos.

Tijuana se divide entre la solidaridad y el rechazo

Apoyo después de 36 horas. Alrededor de mil 600 migrantes que estuvieron varados en la carretera, a la altura del municipio de Caborca, Sonora, fueron trasladados a Tijuana, Baja California.

Durante la mañana de ayer salieron a bordo de más de 30 unidades de transporte que les proporcionó el gobierno del estado. A las 10:00 horas, se fue el último grupo que dejó el lugar conocido como La Jaula, donde permanecieron a la intemperie desde la noche del miércoles 14, sin alimentos suficientes ni agua.

Por la mañana, los trabajadores de la gasolinera donde estuvieron los migrantes limpiaron el cúmulo de basura que dejaron.

cetn

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