Naucalpan, Méx.— Con aplausos y lágrimas, Juan Andrés fue despedido por sus compañeros cuando la carroza fúnebre salió el 20 de noviembre del Hospital 194 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde murió por Covid-19, luego de trabajar en el Hospital de Traumatología de Lomas Verdes del IMSS, en “ropería” donde separaba y contaba ropa del área de infectología.
“Fue una muerte por negligencia, esto no puede volver a ocurrir a otra familia ni a otro trabajador. Pido justicia porque él era un hombre sano y trabajaba en un hospital de tercer nivel, de los mejores de México, donde pese a tener 39.5 grados de temperatura, síntoma de alerta por Covid-19, el viernes 6 de noviembre lo mandaron a su casa, con una receta escrita en una hoja para que se comprara medicamentos”, denunció Carolina Barajas González, viuda de Juan Andrés Bravo Vargas, de 42 años, a 18 días de que murió su pareja.
El IMSS informó a EL UNIVERSAL que revisa este caso para conocer en qué circunstancias se atendió y determinar si hubo negligencia médica y laboral en los procedimientos para el manejo de ropa contaminada.
Juan Andrés fue trabajador eventual 08 de dicha institución durante tres años, por ello, su familia no tendrá los beneficios laborales que otorga este instituto a sus empleados.
Juan estaba a tres lugares de obtener un contrato base.
“Estaba a tres lugares de obtener su contrato definitivo, es decir, su base”, pero el Covid se adelantó a sus planes, lo contagió y terminó con su vida, comentó Carolina, quien acusa que hubo negligencia y que esta muerte no debió ocurrir.
Como auxiliar de limpieza, Juan Andrés fue asignado al área de “ropería” del Hospital de Traumatología de Lomas Verdes, donde separaba y contaba piezas de ropa sucia, por lo que recibía una aportación de 500 o 600 pesos, porque estaba en infectología, un área de riesgo, relató su esposa.
El viernes 6 de noviembre cuando estaba trabajando empezó a sentirse mal, decaído, con dolor de garganta y temperatura, por lo que acudió al servicio médico del hospital, donde constataron que tenía 39.5 grados de temperatura, le dieron un paracetamol y por ser un caso sospechoso de Covid-19 lo mandaron a su casa.
“Pudieron haberlo atendido y estabilizado ahí, en uno de los mejores hospitales, donde tienen cinco módulos Covid, pero no, decidieron enviarlo a su casa”, aseveró Carolina.
El IMSS investigará el manejo de ropa contaminada.
El sábado, “luego de controlar con remedios su temperatura, fui a la farmacia a comprar los medicamentos que le recetaron en una hoja”; sin embargo, la dificultad para respirar los hizo ir al “hospital rosa” 194 del IMSS, en avenida Gustavo Baz, donde determinaron que su nivel de oxigenación era de 70%.
“Un médico me dijo ‘si se queda puede mejorar, empeorar o morir’, para que decidiera rápido si se iba o se quedaba, porque el papeleo era extenso”.
Con la saturación hospitalaria y el desabasto de medicamentos, “que en ocasiones se atrevieron a reconocer en mensajes pidiendo que comprara o consiguiera algunas medicinas”, Juan Andrés fue empeorando hasta que el 20 de noviembre falleció a los 42 años, lamentó su viuda.