En Celaya, un trayecto de 10 minutos le puede costar la vida a un estudiante. Fue la noche de un lunes, alrededor de las 8:00 de la noche, cuando a Miguel —quien pide ser llamado así por seguridad— lo apuñalaron junto a uno de sus compañeros en medio de un asalto a las afueras de su escuela: el Tecnológico Nacional de México campus Celaya. La herida fue en su antebrazo y tardó unos ocho meses en sanar. A la fecha no ha recuperado del todo la movilidad en uno de sus dedos.
—Eran cinco hombres, todos con armas blancas. Por la impresión del momento no me di cuenta de que me dieron una puñalada, lo noté hasta que otro compañero, quien logró escapar, regresó para ayudarnos y me dijo que estaba sangrando (...) A mí me hirieron en el antebrazo; a mi amigo en la muñeca y en la costilla. Gracias a Dios, los dos salimos bien librados—, recuerda en entrevista para EL UNIVERSAL.
El tramo en el que el joven alumno de la carrera de Ingeniería Bioquímica fue asaltado y agredido en mayo del año pasado se ha convertido en un punto rojo, donde constantemente ocurren robos y agresiones contra estudiantes, que son cada vez más violentas y frecuentes, según ellos mismos relatan. Se trata de un trayecto de 900 metros, entre el Campus I y el Campus II de esa institución educativa.
Fue precisamente en esa zona, donde el pasado sábado Gabriel Luna, de 21 años de edad y estudiante de Ingeniería Industrial, fue herido con arma blanca durante un asalto. La agresión fue mortal, el domingo el joven falleció debido al daño que sufrió en sus órganos vitales. Tras el deceso de su compañero, los estudiantes han convertido su miedo en fortaleza, emprendiendo una campaña para que puedan ejercer, sin miedo, su derecho a la educación. Entre otras cosas, los jóvenes han organizado tres marchas, así como un movimiento en redes.
—Entre nosotros, como comunidad estudiantil, siempre existe el miedo de que saliendo de la escuela, o yendo de un campus a otro, llegue un sujeto, o varios, a quitarte tus pertenencias e incluso la vida, como pasó con Gabo. La situación que se vive en el municipio y en general en el estado es muy fuerte, pero ya ni siquiera tenemos garantizado ir a estudiar tranquilos—, platica Ignacio, otro de los estudiantes.
La gota que derramó el vaso. En un comunicado, el Tecnológico ha exigido que las autoridades estatales y municipales que garanticen seguridad a sus alumnos. En una lista de delitos cometidos contra ellos enumera la desaparición de la joven Francisca Aguirre, el pasado 29 de enero. También que en marzo pasado dos estudiantes más fueron apuñalados.
De acuerdo con el Tecnológico Nacional, las agresiones tienen su origen en una banda proveniente de las colonias aledañas, ya que tienen un mismo modus operandi. “Lo que le sucedió a Gabriel no es un hecho aislado, como algunas personas afirman, esto es una situación constante y reiterada. Sufrimos el ataque continuo de una banda criminal”, sentenciaron.En Celaya la inseguridad se ha convertido en un problema creciente. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), tan sólo de enero a agosto de este año se han registrado 115 homicidios dolosos, cifra que casi alcanza al histórico de todo 2018, cuando ocurrieron 188.
Tras la marcha de ayer, que congregó a más de 10 mil personas en Celaya, el gobernador Diego Sinhué Rodríguez Vallejo señaló que su gobierno se compromete a esclarecer el homicidio de Gabriel Luna e intensificar operativos en zonas de colegios. “Coincidimos con los jóvenes en que la educación es el camino para transformar a nuestra sociedad”, dijo.