Con arcos detectores de metales y revisión de mochilas a la entrada, así fue el regreso a clases en el Colegio Cervantes de Torreón, donde hace una semana, un estudiante de sexto de primaria mató a su maestra y después se suicidó.

A la entrada del colegio llegaron padres y alumnos que hacían fila para entrar porque la revisión retrasaba el acceso. Sin embargo, algunos padres entrevistados mencionaron que era preferible tener esas medidas de seguridad con tal de permanecer seguros.

Hasta el momento ni el colegio ni la subsecretaría de Educación en La Laguna ha informado sobre el porcentaje de asistencia, pero a la hora de entrada se notó un nutrido número de estudiantes.

“Estamos bien, más tranquilos. Hay que regresar con actitud positiva. Con esto que implementaron que "ya nadie va a meter nada que no sea de la escuela”, comentó Alejandra, una madre de familia.

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