El deporte adaptado en Querétaro está teniendo auge, demostrando que la discapacidad es sólo de aquellos que no quieren superarse.
Hace ocho años, gracias a Jesús Gerardo y Jesús Abraham, nació el equipo Real Querétaro.
“Representa muchísimo, sobre todo abrir la puerta para la comunidad sorda, ya que no pertenecíamos a la comunidad oyente, ni a las personas con algún tipo de discapacidad, porque es una discapacidad sensorial que no se percibe a simple vista”, comentó Rocío del Coral Rocha Márquez, representante del equipo Real Querétaro.
Actualmente el equipo se compone de 25 jugadores, la mayoría queretanos, con invitados de Guanajuato y Zacatecas.
Real Querétaro participa como el único equipo de sordos en la liga municipal Reforma Agraria 89, conformada por 44 equipos.
A la par, la liga nacional de futbol para sordos, se ha convertido en un hogar para ellos, el año pasado lograron llevarse el campeonato entre los cinco equipos que conforman dicho torneo.
“Hay muchos retos, cuando formamos el equipo ninguna liga nos daba oportunidad de jugar, sí había algunos chicos que jugaban en equipos con oyentes, no había la apertura para pertenecer a una liga. Hace tres años a través del municipio se nos invitó a la liga Reforma Agraria 89 de la cual estamos participando este año por tercero consecutivo”, explicó Cory.
La intención de esta liga nacional es que cada vez se sumen más estados para que el futbol para sordos sea parte de los deportes federados y poder tener una selección mexicana que represente al país.
Miguel Eduardo Rocha de 24 años, llegó a Real Querétaro en 2010. Es gran aficionado de Iker Casillas, y desde que está en el equipo, su misión es evitar que el balón cruce la línea. Miguel también es karateca, el año pasado fue a las sordo olimpiadas, proveniente de familia karateca, el joven practica este deporte desde los cinco años, pero un balón siempre lo acompaña.
“Es fácil porque me gusta mucho el deporte, el futbol es algo que siempre he hecho. Es igual que los oyentes, los sordos podemos tener el mismo nivel. Ser portero y karateca es algo que me gusta mucho, ambas me gustan de verdad”, comentó el jugador.
La universidad Politécnica de Santa Rosa Jáuregui es la única en Querétaro, que cuenta con un programa incluyente. Por lo que, gracias a eso, está estudiando la Ingeniería en Software
“En el futuro quiero hacer más deporte, quiero trabajar, ayudar a los sordos porque veo que hay muchos sordos que tienen problemas y que sienten que no pueden avanzar, quiero alentarlos y decirles que sí se pueden hacer las cosas”, explicó el portero.
Seis aves adornan su brazo derecho, cuando la pelota cruza la línea del arco, Jesús Osvaldo Estrada Martínez besa ese tatuaje que lo acompaña, al igual que lo acompaña su familia en la tribuna, un gol dedicado a la vida.
“Mi papá, mi mamá, mi hermana mayor, mi hermana mediana, mi otra hermana, y yo, es el amor de mi familia representado, cuando meto un gol se lo dedico a ellos, por el apoyo que siempre me dan”, explicó el jugador.
A los seis años se enamoró de la pelota, nadie le enseñó la técnica, lo que veía en la televisión trataba de imitarlo en los campos de tierra donde jugaba. Fue a los 14 años que Miguel lo invitó al equipo para sordos, Jesús era el más chico entre jóvenes ya experimentados. En Real Querétaro es la estrella goleadora.
“Cuando era niño no sabía que había oyentes, fue difícil también para mi familia; como fui creciendo mi familia me ayudó, más grande empezamos a escribir y a aprender mi hermana y yo. Creo que no hay diferencia entre sordos y oyentes, podemos hacer lo mismo”, explicó.
Actualmente estudia el cuarto cuatrimestre de la licenciatura en Terapia Física; su pasión por el futbol hizo que le llamara la atención las lesiones que sufrían los jugadores y pensó en cómo poder ayudar.
“Quiero terminar de estudiar para trabajar y seguir estudiando. También quiero ser maestro para ayudar a otros niños sordos, muchas veces los papás no los pueden ayudar y quiero apoyarlos”, mencionó.
Una de las posiciones más complejas en el futbol, la media cancha no es para cualquiera y José Guadalupe Arias Torres carga en su espalda una de las mayores responsabilidades en el terreno de juego.
Llegó a Real Querétaro en 2010. Su paso por el futbol no fue amor a primera vista, él practicaba básquetbol, algo que en verdad le apasionaba. Una invitación llegó para el soccer y aunque poco convencido, José aceptó y hoy se siente orgulloso del proyecto al que pertenece.
“Ha sido muy importante porque antes los sordos en 2010 no teníamos nada y ahora hemos hecho viajes, ha sido algo muy emocionante. He visto como hemos crecido, lo mejor fue el año pasado que ganamos la copa. Yo me veo en el futuro donde Real Querétaro sea más grande y campeón de nuevo”, dijo.
A sus 32 años, su hija Giovanna es lo más importante en su vida, José trabaja como soldador en una empresa, aspira a un mejor futuro donde por su puesto esté presente el futbol.
“Quiero trabajar porque es importante y seguir jugando, yo juego los sábados en un equipo de oyentes y eso me ha ayudado mucho. Mi pasión es jugar futbol”, finalizó.
Los jugadores salieron en filas hasta el terreno de juego donde aguardaba la bandera con el símbolo que los representa. Las autoridades dieron la bienvenida a la jornada 2 de la liga nacional de futbol para sordos.
La unidad deportiva de El Pocito fue testigo de la victoria de Real Querétaro contra la CDMX. 90 minutos del deporte más hermoso del mundo, como lo dice el cronista Luis Omar Tapia, las emociones se vivieron desde la patada inicial, las mismas reglas del soccer, a diferencia que aquí no hay un silbante, sino un abanderado; el árbitro se apoya en una bandera para marcar faltas, fueras de lugar, jugadas a balón parado; su bandera es la guía de los jugadores.
Minuto 21, Jesús Osvaldo, El Cazador, desbordó por la banda derecho, filtró el balón en el área y el jugador número 8, Omar Lara, empujó el balón a la red, no se escuchó ni un solo ruido, los jugadores extendieron las manos las agitaron de un lado a otro y se abrazaron en señal de festejo.
Minuto 25, de nueva cuenta, Omar Lara aprovechó un balón en el área y ante los errores en la defensa, de nuevo hizo que la pelota cruzara la red. Con el marcador en 2-0 y la temperatura ardiendo, Real Querétaro se alzó victorioso, con dos goles que no se gritaron, pero se sintieron.