Los hermanos Chávez se dedican a cultivar rosas desde hace 25 años en la comunidad de El Organal en San Juan del Río. Tras temporadas de mucho trabajo y algunas de pérdidas, lograron consolidar su primer invernadero del que esperan su cosecha para este próximo mayo, lapso en el que también deberán avanzar en proyectos para ampliar la comercialización.
Estos hermanos integraron la sociedad Rosas Querétaro y actualmente venden sus productos en la ciudad de Guadalajara, en donde cuentan con un local en el Mercado de las Flores y logran llegar a clientes de toda esa región, sin embargo, la calidad de los productos es uno de los factores que han visto que deben mejorar para poder ampliar sus mercados y mejorar el precio al que venden las rosas.
El cultivo de rosas tiene poco más de 30 años en esta comunidad que se ha convertido en el punto de mayor producción en la entidad; dos de los hermanos Chávez se animaron a entrarle a esta siembra hace 25 años y después se integraron los demás; ahora, incluso, algunos de sus hijos se han sumado y con orgullo aseguran que seguirán trabajando esta tierra.
Los siete hermanos de esta familia se dedican a esta actividad y seis de ellos integraron la sociedad; hace cuatro años tuvieron uno de los peores años en su producción debido a las condiciones climatológicas, sin embargo, esta situación les hizo ver la necesidad de buscar apoyos para fortalecerse.
Para estos agricultores, el rosal es una de las plantas más nobles y de mayor resistencia, pero hay factores climatológicos como las heladas, el exceso de humedad y el calor que estresan la planta y merman la cantidad y la calidad de las flores; también hay otros riesgos como las aves y las plagas como la peronóspera. Todas estas situaciones las han padecido.
Empezaron con cultivos a cielo abierto, después juntaron dinero para construir un macrotúnel, una estructura de metal cubierta con plástico pero de menor altura y ahora consiguieron su invernadero, sin embargo el camino no fue sencillo.
Con el cielo abierto, los cultivos estaban expuestos a todos los daños por el clima, y después con el macrotúnel lograron protegerlos, pero era muy difícil controlar la temperatura. Estos productores refieren que las dificultades siempre han existido, incluso hace cuatro años tuvieron una de sus peores crisis, aunque nada de esto los ha hecho pensar en desistir, sobre todo ahora que una nueva generación de la familia se ha integrado a este trabajo.
La diferencia en la cantidad de las cosechas no dista mucho entre las tierras protegidas y las que están a la intemperie, pero la calidad es la que cambia significativamente. Esta sociedad trabaja siete variedades de rosa y, actualmente, las flores de El Organal son reconocidas por su durabilidad, por eso para los hermanos Chávez es importante seguir mejorando la calidad porque esto les permitirá tener un precio más alto para sus flores.
Rosas Querétaro ingresó a programas de apoyo a través del Instituto Nacional de la Economía Social (Inaes), con lo cual fueron consolidando su producción y avanzar en la gestión para tras- ladarse a la agricultura protegida.
El invernadero que estrenaron tiene una superficie de 6 mil metros cuadrados; en total tuvo una inversión de 1.5 millones de pesos, con aportaciones del gobierno estatal a través de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedea) y del Inaes del gobierno federal, mientras que los productores aportaron una parte de la inversión con el valor del terreno.
Este nuevo espacio tiene apenas los surcos en la tierra, donde los Chávez ya colocaron los pequeños tallos de los que surgirán los rosales. Llegaron cerca del mediodía para la inauguración formal de su invernadero y la firma del convenio con las autoridades; tienen mucha confianza en que hagan su primer corte para el mes de mayo, justo para la temporada del Día de las Madres, una de las más fuertes en el año.
Emocionados, esta familia colocó un listón para hacer la inauguración del nuevo espacio, no es un momento menor para ellos: después de 25 años de trabajo, con temporadas buenas y malas, por fin lograrían su invernadero, por fin podrían trabajar para mejorar la calidad de sus flores y consolidar el legado de su actividad.
El cálculo de los productores es que el invernadero les permita obtener 50 gruesas por corte con el invernadero —cada gruesa consta de 12 docenas de rosas— y estiman que para la temporada logren cortar hasta 300 gruesas con flores de una mayor calidad; con ellas buscarán llegar a lugares donde les paguen más por sus rosas. También, consideran que el invernadero les ayudará a reducir costos en agroquímicos.
A partir de este momento, todos los Chávez podrán brindar trabajo a cerca de 30 personas, provenientes de la comunidad de El Organal, a lo que se suman los trabajadores que están en las cámaras de refrigeración en otro punto de la localidad, así como las personas que están en el Mercado de las Flores en Guadalajara, Jalisco.
De acuerdo con la delegada del Inaes en el estado de Querétaro, María José Mena Gómez, la etapa que continúa con estos productores corresponde a ampliar sus mercados y que también puedan llegar a adquirir otras variedades de su principal producto, las rosas, dado que cada patente tienen costos muy altos, por ello es que mantendrán el seguimiento del proyecto hasta que la cadena de negocio concluya y que los productores de esta zona del estado logren ampliar sus horizontes de crecimiento.
“Se trata que ahora ellos puedan mejorar sus esquemas de comercialización. Ellos empezaron vendiendo sus flores y rosas de manera directa con sus clientes, iban a los negocios y ofrecían sus rosas; poco a poco consiguieron crecer y ahora tienen su local en el estado de Guadalajara, pero todavía hay más por hacer. En lo que refiere a las variedades, es una situación muy recurrente que los productores tengan que esperar muchos años hasta que se liberen las patentes de las plantas para poder cosechar; esos son los planes que siguen y hacia donde debemos dirigirlos”, manifestó la delegada.
km