A 180 años de la construcción del primer “camino de hierro” entre Veracruz y Puebla, y 114 años de la edificación de la hoy conocida como Antigua Estación del Tren, en Querétaro, el oficio de ferrocarrilero prevalece; sin embargo, las actividades han cambiado enormemente: mientras que en un inicio los trenes transportaban viajeros y todo tipo de mercancías, desde 1997 sólo trasladan materias primas.
La antigua estación fue construida en 1904, un año después de inauguradas las vías férreas. El diseño estuvo a cargo del arquitecto inglés R. T. Mc Donald, quien utilizó materiales como cantera rosa y gris de tipo almohadillado, con vigas de madera y una excelsa fachada. Todo esto bajo el encargo del entonces gobernador Francisco González Cosío, mejor conocido como el “Porfirio Díaz queretano”, por sus 24 años de mandato, de 1887 hasta 1911.
Actualmente, la Antigua Estación del Tren alberga un centro cultural donde se dan clases de guitarra, baile, pintura y talleres para adultos mayores, así como muchas otras disciplinas artísticas. En la sala principal se pueden observar maniquíes viajeros, vestidos con ropa de la época; maquetas de los trenes, y estaciones antiguas a escala que construyeron miembros de la asociación Amigos del Ferrocarril. El 17 de marzo de 1986, por decreto presidencial, este edificio fue declarado monumento histórico, y en 2013 se crea el Museo Interactivo del Títere Pepe Díaz Núñez.
Los conciertos, obras de teatro e incluso las fotos de graduación son un tema recurrente en dichas instalaciones. Todos relacionan esta estación como un símbolo queretano que aún perdura.
A un lado y como para que jamás la olviden, yacen las oficinas de jubilados del Sindicato de Trabajadores de Ferrocarriles de la República Mexicana, a donde acuden cada tres meses los pensionados a firmar sus cheques y a recordar viejos tiempos.
Hoy, 7 de noviembre, se celebra el 73 aniversario del Día Nacional del Ferrocarrilero, en honor a Jesús García Corona, el Héroe de Nacozari.
En 1907, Jesús García, un joven de 26 años, transportaba un cargamento de dinamita a una mina de Nacozari, Sonora, cuando notó humo proveniente de los vagones, al saber que no podría hacer nada para detener la inminente explosión, decidió sacrificar su vida al sacar el tren del pueblo y con ello salvar a cientos de personas. En 1944, en México se decretó el 7 de noviembre como Día Nacional del Ferrocarrilero, en honor a este héroe.