Cuando se recargó en un barandal que no estaba fijo, Alma Lucy Morales Rubio cayó desde un segundo piso y sufrió una fractura en la médula ósea que le impidió desde ese momento caminar.
En aquel entonces, cursaba el sexto semestre de la ingeniería que combinaba con un trabajo de medio tiempo en un ciber café. Al sufrir el accidente, prácticamente dejó los estudios para dedicarse a una nueva etapa de su vida.
Le costó trabajo aceptar su nueva condición, pero nunca se desanimó para salir adelante.
“Me fracturé la séptima vértebra y eso hizo que se me quitara la movilidad de prácticamente la mitad de mi cuerpo. Mi accidente lo tuve hace tres años. Nunca he sido una persona que entra en depresión; lo acepté de la mejor manera posible y he tratado de seguir adelante, de no estancarme y de tratar de moverme”, comentó.
Desde septiembre del año pasado, Alma acude cotidianamente el Centro Integral de Rehabilitación Regional (CIRR), ubicado en la delegación de Santa Rosa Jáuregui, para realizar ejercicios para fortalecer brazos, torso y espalda.
El centro brindaba atención a 363 pacientes por mes en 2015 y en la actualidad, atiende a 505.
“He estado viniendo en dos periodos de 16 semanas en las cuales he participado en diferentes terapias, me ayudaron a fortalecer parte del cuerpo que prácticamente ni utilizaba y ahora son lo único que tengo.
Tuve lesión medular así que no tengo control de mis piernas por decirlo así y aquí me ayudaron mucho a fortalecer brazos y ahora son los que me ayudan a moverme en una silla de ruedas”, explicó.
Alma considera que hay muchos avances en la inclusión de las personas con discapacidad, sin embargo, hay espacios en donde la discriminación se hace presente, se les ve mal y son prejuzgadas por su condición.
“Hoy en día hay más inclusión, las personas siempre te van a mirar diferente, te van a mirar por debajo, pero deben de tener en cuenta que somos humanos, sentimos y podemos realizar cosas que ellos también pueden. Me gustaría que hubiera más inclusión, no tanto discriminación a personas como nosotros, que nos integraran más a la sociedad”.
Mientras Alma disfruta de la posada navideña organizada por las autoridades municipales a los pacientes del centro de rehabilitación, afirma que la discapacidad no es impedimento para salir adelante, siempre y cuando haya voluntad de querer hacer las cosas sin importar si las personas ayudan o no.
Para Alma su familia siempre ha estado presente, no obstante, la fuerza para salir adelante depende de ella misma, aseguró.
“Como nos dicen a nosotros, si tú tienes la intención de salir adelante, lo vas hacer sin importar si tienes una discapacidad, eso depende la mentalidad que tengas, en no estancarse ni quedarte encerrado porque tienes una vida por delante. Si no te van ayudar no debe importar, debes de salir adelante como persona normal”.
En las terapias ha aprendido sobre el manejo de la silla de ruedas, por eso el fortalecimiento de brazos y espalda.
Alma apunta que se requiere también mejor infraestructura para las personas con discapacidad, ya que en ocasiones faltan rampas en las calles o no están diseñadas para que las transite una persona con discapacidad.
“Aún falta mucho, creo que a este municipio le falta que haya más rampas, hay lugares donde sí hay pero no las hacen de manera que uno pueda subirlas, a veces las ponen muy inclinadas y a veces ni bien hechas, pero creo que está mejorando y creo que para los débiles visuales también deberían incluir las calles para que ellos puedan salir”, dijo.