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Desde hace 34 años David Gutiérrez prepara a las reinas de belleza para que alcancen el éxito y dejen una impresión inolvidable. Dice que la elegancia está en los pequeños detalles, más allá de un vestido hermoso y costoso, lo que más importa es la forma en que se para una mujer, la forma en que camina, en que sube escaleras, la forma en la que cruza las piernas y porta un bolso.
Ese es el trabajo de David, que desde hace más de tres décadas, perfecciona estos valiosos detalles en reinas de belleza y por si fuera poco, también confecciona sus vestidos.
“Vienen muchas reinas de belleza a mi tienda, tanto de Querétaro como de otros lados, como de Xilitla, Toluca, San Luis de la Paz, San Miguel de Allende, Dolores Hidalgo, nos buscan por nuestra trayectoria, la gente nos identifica”, comenta.
La pasión por la moda y por el buen vestir comenzó cuando David fue invitado a una pasarela de talla internacional realizada en Estados Unidos. Aunque siempre se dedicó a la moda y a confeccionar vestidos de gala, aquella noche lo marcó y lo hizo perfeccionar su trabajo.
“Esa noche quedé fascinado, me gustó mucho. Comencé yo a investigar, a prepararme, conseguí nombres y direcciones de los que participaron en la colección, y aquí estoy con mucha experiencia en concursos de belleza, sé cómo vestir a las mujeres para que se vean bellas”, menciona David, quien es el primero en su familia en sentir dicha atracción por la moda y la alta costura. Ni sus padres ni abuelos se dedicaron a ésto antes que él, y tampoco lo hacen sus hijos.
David Gutiérrez es dueño de la tienda David Moda Mujer, ubicada en el local 91 de Plaza de las Américas. Se dedica a la compra y venta de vestidos de fiesta, pero también confecciona sus propios diseños.
El lugar está decorado con decenas de fotos enmarcadas, donde reinas de belleza como Señorita Jalisco, Guerrero, Querétaro, varias reinas universitarias e incluso artistas como Jacqueline Bracamontes, visten orgullosas los prendas de gala que adquirieron en David Moda Mujer.
“Nos dedicamos a la compra y venta de ropa de fiesta, pero también confeccionamos, cualquier persona que requiera un vestido a su gusto lo podemos hacer, puede traer la foto en su celular por la parte de enfrente y de la de atrás y nosotros lo confeccionamos con mucho gusto”, dice.
Mientras exhibe un vestido de quince años color agua, incrustado con pedrería y bordados dorados en el escote y al inicio de la enorme falda con nueve capas de tela, David cuenta orgulloso que en su tienda jamás se venden vestidos en serie, porque lo que ofrece es exclusividad y elegancia.
Además, detalla que lo que diferencia a su negocio es la asesoría profesional que siempre ofrece a sus clientas. Comentarios a veces demasiado sinceros, sobre lo que le sienta bien o no a cada mujer.
“En otras tiendas les dicen las palabras mágicas, ‘te ves muy bien, te ves muy bonita’, cuando hay veces que no es cierto. Yo soy criticón pero busco que se vean más bonitas, me fijo en detalles como las manos que siempre deben estar lisas y limpias, me fijo en qué accesorio deben usar, les digo que en los eventos religiosos es necesario la chalina, pero para la recepción se requiere un saco, una capa o un abrigo, porque al terminar la fiesta será tarde y hará frío.
“Hay algunas clientas que no aceptan mis recomendaciones y me dicen ‘yo quiero este vestido por eso se lo voy a pagar’, yo le digo que sí, que tiene toda la razón, pero que si alguien por ahí dice que ese vestido no le queda, que no me vaya a hacer a mí culpable. Nos fijamos en cada detalle, recomendamos hasta qué tipo de ropa interior usar.
“Los vestidos para graduación o para reina que vendemos aquí sólo tenemos un modelo, si alguien quiere un vestido de esos pero en otro color o en otra tela, no lo tenemos, no repetimos ni talla ni color, es exclusivo, porque es incómodo cuando vas a un evento social y encontrarte con un vestido igual. Algunas personas han pasado por eso y prefieren ir a su casa a cambiarse. Eso nos caracteriza, esas cosas jamás pasan si compran aquí”, asegura.
Otro aspecto importante en el trabajo de David Gutiérrez es que sus clientes encuentren cualquier talla de vestido, desde la más pequeña a la más grande y una vez que se encuentra el vestido perfecto, David hace los ajustes precisos e incluso adhiere las aplicaciones que sean necesarias.
“Tenemos todas las tallas y si no, las ajustamos. A veces vienen adolescentes que salen de sexto año y que en esa edad es muy difícil que encuentren de su talla. Y lo contrario también lo tenemos, como las tallas 50, hemos hecho vestidos para personas de talla 52, todos nuestros clientes se van contentos, no hay muchos lugares aquí en Querétaro donde puedan conseguir todas las tallas”, señala.
A pesar de la crisis económica por las que atraviesa el país, los clientes de David no dejan de invertir en la imagen, por eso las ventas de su negocio se mantienen igual todo el año e incluso aumentan dependiendo de la temporada.
Más que comprar un vestido elegante, las clientas acuden a David Moda Mujer para tener asesoría y conocerse mejor, dice. “Algunos piensan para qué prepararse tanto para un evento que dura sólo un ratito, hay que pensar cuántas personas van a vernos en ese evento que sólo dura un ratito, la imagen siempre es lo más importante”.