Desde hace cinco años, Arizbeth Donato Gallegos había trabajado para consolidar su consultorio de terapias alternativas en su domicilio de la colonia Arboledas, en San Juan del Río, sin embargo las inundaciones de hace un par de semanas terminaron con su patrimonio y con su negocio, además de que se le ha informado que no puede acceder a un programa de apoyo para rescatar su consultorio pues la empresa no está constituida ante las autoridades fiscales necesarias.
Arizbeth vive en una de las calles más cercanas al río San Juan de la colonia Arboleda y desde la inundación se ha enfrentado a lo que consideró una severa falta de sensibilidad por parte de las autoridades. Primero, relata, el día de la inundación no fueron avisados por ninguna autoridad respecto al riesgo al que estaba expuesta la gente de esa zona. Ni Protección Civil o alguna otra autoridad los alertó en su calle, aun cuando era la que se encontraba más expuesta.
La familia de Arizbeth y ella lograron salir por sus propios medios de su vivienda, sin embargo en el inmueble se quedaron todas las cosas que habían sido fruto de una vida de trabajo: muebles, ropa, dos vehículos que fueron pérdida total y lo más grave, el material para las terapias que implica su fuente de ingreso y para el cual solicitó un crédito a través del programa “Mujeres emprendedoras” que promueve el gobierno municipal de San Juan del Río.
“Yo he participado en el programa de créditos para mujeres emprendedoras, en esta ocasión me otorgaron 12 mil pesos, y además tenía equipo que yo todavía estoy pagando. Cuando realizaron el censo de los daños yo reporté todo lo que había perdido, pero me dijeron que solamente me podían apoyar con enseres domésticos, pero que los carros y el equipo de trabajo no iban a ser cubiertos”, expresó.
Dentro de los apoyos recibidos, refirió, se le otorgaron vales para enseres domésticos, sin embargo la falta de recursos económicos para retomar su actividad le ha impedido generar ingresos, además de que se le ha informado que deberá continuar con el pago del crédito, aunque le darán una prórroga de un mes.
Preguntó si habría algún esquema para poder retomar las actividades, a lo que el funcionario le contestó que solamente aquellos que se encuentren constituidos ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), además de que cuenten con las licencias municipales al corriente podrían acceder a algún programa de créditos. Volver a endeudarse.
La respuesta desalentó a Arizbeth, quien por varios años había ido reunido ahorros y préstamos para generar su negocio del que ahora no tiene nada, y también se ha enfrentado a burocracia que le ha impedido constituirse como persona física. En suma, al no estar registrada como negocio no tiene derecho a acceder a un programa de apoyo.
“Mi casa cuenta con un sótano, que es donde tenía mi negocio. En los días posteriores a la inundación pedimos el apoyo para que nos prestaran una bomba del municipio, se nos negó y el argumento fue por parte de JAPAM y presidencia que había gente mucho más afectada para poder prestar la ayuda… La afectación es importante y no me parece justo que la respuesta sea “no, porque no estabas constituido”, expresó.
Arizbeth Donato tenía confianza en que las autoridades municipales pudieran ofrecer alguna alternativa que le permitiera recuperar un poco de los insumos y equipos que requiere para sus terapias, como son: agujas, jeringas, medicamentos, cremas, piedras y aparatos para fisioterapia