De acuerdo con el año de nacimiento es como se diferencia las generaciones, las cuales tienen características definidas. Una de las más sonadas en los últimos años es la denominada generación Y o Peter Pan, pero mejor conocida por todos como millennials.
Son las personas nacidas entre 1980 y 2000, que tienen entre 20 y 37 años y se hicieron adultos con el cambio de milenio. A esta generación se le ha estereotipado como recién egresados de la universidad y también como incapaces de encontrar un buen empleo que les permita obtener ingresos suficientes para solventarse sus gastos personales, además de que se les critica por su obsesión a los teléfonos celulares.
Los millennials también han sido etiquetados como hipsters, debido a que se preocupan más por encontrar el mejor café o los lugares de moda, que por su futuro.
Ricco Carrouché y Christopher Álvarez de 24 y 23 años de edad, respectivamente, platican con EL UNIVERSAL Querétaro de su experiencia, al ser considerados personas de la generación millennial.
Para Ricco, arquitecto egresado de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), además de administrador de un restaurante de comida corrida y dueño de su propio negocio de diseño, ser millenial va con el cambio de prioridades, es decir, que no es indispensable casarse, tener hijos, una casa o carro al egresar de la universidad, sino que, primero puedas desarrollarte en otros aspectos.
“Saliendo de la carrera eso era el común, ahora la prioridad es desarrollarte como persona, cambió la perspectiva, tenemos la flexibilidad (…) Tengo el gusanito de tener familia porque, pienso, voy a llegar a viejito y ¿quién me va a cuidar?, pero prefiero primero desarrollarme como persona, como profesionista, conocer, viajar, hacer muchas cosas que por medio de la economía si logro generar buenos ingresos, gastarlos en mí”, expresó.
Otro de los factores que, mencionó, forma parte de la generación millenial es la globalización, ya que les permite estar en contacto con personas de todo el mundo, además de tener al alcance de su mano nuevas tecnologías y conocimientos.
Para Ricco quedarse fijo o enfocado solo en un área de conocimiento, no es un estilo de vida, comenta que le gusta la tecnología, aunque aseguró no es un experto, además de que siempre busca estar en tendencia y tratar de superarse a sí mismo.
“Tenemos que encontrar nuevos obstáculos, actividades y aventuras que realizar, yo soy proactivo, me gusta hacer cosas y no estar encasillado en lo que supuestamente tenemos que hacer, que es trabajar, yo siempre desde chiquito hacía mis negocios y vendía dibujos y un buen de cosas y siempre he sido del ánimo de ver hacia adelante”, puntualizó Ricco.
Christopher Álvarez es socio de Ricco en su empresa de diseño y labora como fotógrafo independiente. Para él, ser millennial es sentir la necesidad de volverse y ser parte del mundo.
“No se trata nada más de estar encasillados a lo que es la escuela, el trabajo, la familia, hoy se toman otro tipo de aspiraciones, se toman cosas que ahora le damos más relevancia; valoramos más las experiencias, que tener cosas”, puntualizó Álvarez.
Christopher destacó que una de las razones por las que decidió ser emprendedor, es porque le gusta aprender y adquirir nuevas habilidades, situación que sería más complicada si estuviera como empleado en una empresa, sentado en una oficina, debido a que ahí se debe cumplir con un horario y ciertos requisitos para subir de puesto.
“Estudio fotografía, muy en mi interior siempre tuve el sueño de trabajar para National Geographic, fue algo que me gustó y es algo que investigo por mi cuenta, trabajo en la parte administrativa, soy voluntario en una organización que trabaja apoyando a potencializar otras ONGs. Una de las circunstancias por las que decidimos emprender o crear algo nuestro, a mí no me gusta encasillarme en algo, siempre me gusta estar aprendiendo y adquirir nuevas habilidades”, externó.
Dentro de cinco, incluso 10 años, Ricco y Christopher no se ven con una familia y las responsabilidades que esto conlleva, pero no están cerrados a la posibilidad de encontrar una pareja mientras continúan realizando sus proyectos.
“En cinco años me veo viajando, conociendo gente, lugares, sí tener una estabilidad, pero vivir aventuras todos los días, qué flojera pensar que en cinco años voy a estar ya casado, incluso en 10 años, todavía no me veo llevando un niño la escuela”, manifestó Ricco.
“Una de las cosas principales es conocer el mundo, las personas tienen esta percepción de los millennial de que no quieren casarse o asentarse, porque sencillamente queremos vivir antes de adquirir compromisos.
“Platicaba con alguien de 34 años que ya compró su casa y tiene una deuda de aquí a 10 años, y es algo que yo no quiero hacer, quiero poder solventar mis experiencias, conocer, tener un punto de vista más amplia y si llega el momento llegará, no estoy cerrado a eso, es probable que pase, sin embargo la prioridad es desarrollarme como persona”, explicó Christopher.
Para estos jóvenes, ser millennial no consiste únicamente en estar todo el día frente al teléfono celular e inmersos en las redes sociales, implica emprender, tener un estilo de vida que les permita combinar sus pasiones con su profesión.
Significa además tener un aprendizaje constante y no ser indiferentes con lo que sucede en su entorno, sino todo lo contrario, ser proactivos y propositivos siempre de una forma positiva.