Vicente Cruz Valadez lleva 19 años “volando” en las alas de la Fuerza Aeronaval Mexicana, en donde se desempeña como encargado del mantenimiento de las aeronaves de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Hace 21 años, dejó su lugar de origen en Guerrero para enlistarse al servicio militar de la Marina como mecánico de aviación. “En este trabajo todo tiene que ser seguro. No hay que cometer errores. El primero es el último”, reconoce detrás de unas gafas de sol.

Al lado de un helicóptero gris, que habitualmente se encuentra en servicio, Vicente viste un uniforme verde militar, con la leyenda “Fuerza Área” bordada con hilo negro en la solapa. Durante el mes de febrero e inicios de marzo, estará en Querétaro para explicarle a la gente su trabajo en el mantenimiento de las aeronaves, en la exposición de las Fuerzas Armadas.

Admite que el trabajo al servicio de la milicia implica “mucho sacrificio” y estar lejos de la familia, situación que ha vivido desde que ingresó a la Heroica Escuela Naval Militar, pues en esa época conoció a su esposa, con quien tiene tres hijos.

“La pareja de uno comprende que el trabajo es muy sacrificado, es poco tiempo con la familia. Se aprenden muchas cosas también estando solos. Por ejemplo, yo por teléfono, le digo a mi esposa esto y aquello, le explicó cómo hacer ciertas cosas que no conoce y así, también, le doy mi apoyo, aconsejándole. Así hemos sobrellevado la vida de matrimonio”, indica al señalar que su hija más grande cursa el sexto semestre de Enfermería y los menores la secundaria y la primaria, respectivamente. “Nada más tenemos tres, y ya con eso, porque es muy cara la vida”, dice con una sonrisa.

Luego de vivir en Guerrero, se mudó con su familia a Michoacán, en donde se ubica un batallón de Infantería de Marina de la Décima Zona Naval, con sede en el puerto de Lázaro Cárdenas. A los dos años de ingresar a la Heroica Escuela Naval, explica, impulsado por su interés en la aviación, pidió cambio para desarrollarse como mecánico.

“Primero anduve embarcado dos años, luego de ahí solicite mi cambio de cuerpo a mecánico de aviación, a través de un examen que nos hacen de conocimiento. Aprobé los exámenes y me mandaron a un curso de seis meses. De ahí nos mandaron a una unidad operativa, donde conocí lo que era realmente una aeronave”, relata.

Como parte de su servicio ha realizado diversas labores de ayuda humanitaria en catástrofes naturales en México y el mundo. Uno de sus viajes más importantes, fue en 2005 a Indonesia, para apoyar a víctimas del tsutnami del 25 de diciembre de 2004 en el océano Índico, que afectó a costas de Malasia, Sri Lanka, India y Tailandia.

Ese viaje fue determinante y muy importante, señala. El Ejército Mexicano ayudó junto con otros grupos de rescate y fuerza militares de todo el mundo, derivado de la cantidad de muertos, que según los medios internacionales rebasaron las 280 mil personas, más desaparecidos y víctimas sin hogar.

Además de su asistencia en el terremoto marítimo, que alcanzó una escala de 9.1 grados en la escala de Magnitud de Momento, Vicente añade que ha asistido con las Fuerzas Navales a catástrofes naturales suscitadas en los estados de Tabasco y Veracruz, llevando víveres, medicamentos, agua y apoyando a los heridos.

“Hemos visto muchos casos donde hay zonas marginadas, gente que vive a la orilla del río y eso es lo peligroso. Eso provoca que se inunden y que la naturaleza arrase hasta con casas. Da un poco de tristeza también, ver a las personas que han perdido el poco patrimonio con el que contaban y se quedan en la calle”, menciona.

“Aquí la Marina ha condicionado albergues para estas personas, que se quedan por causa de las catástrofes sin una casa. Ahí se les puede dar de comer y tienen servicios de salud para poder ver por ellos”, agrega.

A raíz de su trabajo en la aviación, Vicente ha estado en operación en diferentes regiones del Océano Pacífico, principalmente. En menor medida, ha operado en el Golfo de México y, además, ha recorrido desde la ciudad de Tijuana, en Baja California Norte, hasta la frontera sur con Guatemala, en el estado de Quintana Roo.

“Nosotros brindamos ayuda a la población”, dice orgulloso, al explicar que las catástrofes naturales en México se ven reducidas con la instalación de los detectores de sismo en cada mar del país, trabajo que, menciona, también coordinan las Fuerzas Armadas.

“México ya cuenta con detectores de sismo o de tsunamis como se les puede llamar. Tiene algunas boyas que detectan estos fenómenos y cuando ocurrió el terremoto en Indonesia, ellos no contaban con un sistema como este y no pudieron sobrevivir a todo esto. México está prevenido para cualquier situación de esta. Habrá pérdidas materiales, pero no humanas”, refiere.

Mientras tanto, los visitantes a la exposición, en particular los niños, se acercan a Vicente Cruz Valadez para tomarse fotos con el helicóptero, mientras escuchan su explicación sobre las fuerzas navales .

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