Roberto Sánchez, como muchas personas, gusta siempre de traer sus zapatos bien lustrados.
El abogado de profesión reconoció quepara encontrar un bolero debía ir siempre a las inmediaciones del Centro Histórico de la entidad.
Ahí es donde más pueden verse los boleros, aseadores de zapatos, con sus clientes sentados en sus asientos y ellos de frente, sobre un pequeño banco de madera, colocando jabones y ceras, que más una buena cepillada, aseguran una excelsa limpieza.
Pero Roberto encontró además otra complicación: el tiempo.
No siempre tenía espacio en su agenda para esperar que el bolero terminara de atender a otra persona, de buscar opciones e incluso a veces, cuando algún estaba disponible, él mismo no podía detenerse por la prisa.
A raíz de analizar detenidamente lo anterior, se dio cuenta que había un área de oportunidad en el problema. Roberto tuvo una idea que bautizó como Señor Bolero.
Roberto Sánchez platicó con EL UNIVERSAL Querétaro que la empresa abrió al público hace poco más de 15 meses, durante el mes de mayo de 2016.
“Fue creada por la inquietud al no tener otra alternativa para bolear los zapatos más que en el centro de la ciudad y era sumamente complicado acceder ahí”.
“La idea empezó con uno de los vehículos, lo rotulamos y empezamos a hacer servicio a domicilio, íbamos por el calzado a la casa de los clientes, se llevaban a un taller, los trabajábamos y al día siguiente los regresábamos pero el mismo cliente nos empezó a pedir un local abierto al público para que ellos pudieran llegar a la hora que quisieran sus zapatos como un modelo de tintorería”, contó.
Las continuas transformaciones de la sociedad han hecho que los negocios de servicio también cambien y se adapten a la actualidad.
Antes podíamos ver a los señores que buscaban y esperaban a los boleros en las calles, en las plazas públicas, sin embargo, con el paso de los años disminuyó el número de personas dedicadas a este oficio y además, no se cuenta con el tiempo suficiente para buscar quien devuelva el brillo y limpieza a los zapatos.
“Impactamos a tres tipos de mercado: en primera en el señor tradicional que así buscaba al bolero y al que se le hace más dinámico nuestro servicio al tener ya un lugar donde llevar su calzado, o que vayan por él a su casa o que pueda pagar con tarjeta; en segundo lugar atacamos un mercado que no era propio del tema del boleo que son las amas de casa y que se adaptó bien al servicio porque ofrecemos servicios a zapatillas de tacón y botas. En tercer lugar impactamos a un mercado más millenial, al darle servicio a tenis y zapatos casuales como Converse o Adidas, no deportivos, quienes no encontraban con quien limpiarlos y aquí abrimos un servicio para ellos”, compartió el emprendedor.
Después de cursar una maestría en Dirección de Empresas, Roberto adquirió los conocimientos necesarios para desarrollar su proyecto en el que se conjuntarían dos vertientes, el servicio de limpieza de zapatos bajo el esquema de atención de una tintorería.
Es decir, los clientes tendrían un lugar para dejar su calzado, pero también podrían solicitar el servicio a domicilio.
“En lo personal, trabajaba en el centro y le dejaba mis zapatos a un bolero pero siempre había un grado de incertidumbre, no malpensando en el bolero en sí, sino porque pasa infinidad de gente alrededor, así que de ahí nació la inquietud para crear este servicio”, dijo.
En el caso del nombre de la empresa, no había mucho qué pensar. La denominación de Señor Bolero, aunque sencilla, ha tenido un impacto positivo entre la clientela.
Se trata de una idea con potencial para la expansión nacional e internacional, pues actualmente no existe un modelo de negocio similar en el mercado.
Aunque persiste la mayoría de clientela masculina, el servicio ha sido bien recibido por el sexo femenino, tanto que Roberto aseguró que un 60% son clientes hombres y un 40% mujeres.
El servicio ha sido atractivo desde su origen, pues luego de cuatro meses de la inauguración de su primera sucursal en la colonia Milenio III, ya comenzó operaciones otro local en la colonia Jardínes de la Hacienda.
“Nuestra intención es expandirnos hacia otras partes de la República Mexicana en ciudades como León, Guadalajara, Ciudad de México, es un concepto que no está en otras partes más que aquí en Querétaro, no tenemos ningún registro de algo similar”, destacó.
En sí, dijo, la empresa ya es un modelo franquiciado, disponible para inversionistas interesados en un nuevo concepto.
“Tenemos franquicias que van desde los 700 mil pesos que es la más equipada hasta una de 500 mil pesos, una de menor equipamiento pero con una funcionalidad al 100% y la ventaja que tenemos es que el costo de materia prima y operación es mínimo, no es tan elevado como podría ser una tintorería por el consumo de agua, luz y gas, y lo que encontramos aquí es prácticamente el modelo muy parecido al de una tintorería, pero que es muy atractivo para el inversionista por los bajos costos de operación”, explicó.
Señor Bolero maneja precios desde 50 pesos el lustrado de calzado, sin embargo también cuenta con paquetes especiales donde otorga además del lustrado, limpieza interna, tratamiento para suelas, lavado de agujetas, maletas para viaje, que funcionan como complementos del servicio para una mejor calidad.
Es un modelo de negocio moldeable pues a lo largo de los 15 meses que lleva operando en el mercado, se ha transformado el servicio de la empresa adaptándose a las necesidades de quienes solicitan sus servicios.
“Buscamos siempre ofrecer el mejor servicio así que estar receptivos ha sido importante para el crecimiento”, dijo.
La base del negocio son los boleros que aquí llaman operadores de calzado.
“No contratamos boleros como tal, sino que generamos un manual propio con el que capacitamos a nuestros trabajadores y difiere en gran medida con el bolero tradicional en cuanto a materia prima, difiere en cuanto a tiempo y movimientos y en cuanto a maquinaria y equipo que se utiliza, con lo que logramos un mejor resultado para el cliente”, aseguró.
Hacia el final de la semana, los viernes por la tarde, los operadores de calzado se reúnen en una de las sucursales para recibir capacitación, valorar el servicio que se proporcionó a los clientes, encontrar áreas en donde es posible mejorar o valorar algún cambio que beneficie su metodología de atención.
“Cada sucursal tiene su equipo y sus operadores y el director de talleres revisa detalladamente algún asunto en particular, los procesos, los tipos de calzado que más se reciben”.
Entre el calzado más común que entra en servicio están los zapatos formales masculinos, que es el grueso de trabajos que se hacen, pero los tenis casuales de los jóvenes, y todo tipo de botas y tacones para dama, son los que siguen en el escalafón de trabajos que llegan al mostrador de Señor Bolero.
Aunque Roberto compartió que los clientes han pedido que incursionen en el servicio de bolsas y pieles, es algo que no está descartado, pero no será incluido por el momento, ya que primero se buscará posicionar su servicio exclusivo a todo lo referente al calzado y porque el entrar al negocio de la marroquinería requiere sus propios procesos y maquinaria, que apenas están en desarrollo.
Si bien lo más común es que las personas manden sus zapatos a un servicio por falta de brillo o desgaste del color, en Señor Bolero tienen un trato especial para el canto y la suela del zapato, así como en el tema de gamuzas es muy común que presenten con manchas de húmedad, entre otros.
La temporada de lluvias también representa un incremento en la solicitud de servicios.
Actualmente son ocho trabajadores en Señor Bolero en sus dos sucursales entre choferes, operadores de taller y personal de recepción.
Abren de lunes a viernes de 10:00 a 19:00 horas y están próximos a abrir los sábados. Manejan entregas de un día para otro y a todos los pares que ingresan se les toma una foto para saber el trabajo que se les hará.
Las redes sociales como Facebook han sido el principal escaparate para que el concepto se difundiera rápido y ganara adeptos.
La adaptación hacia la tecnología es otra idea que está en desarrollo, y para ello ya se trabaja en la creación de una aplicación para celular "donde se puedan ubicar sucursales, recibir notificaciones y promociones, realizar pagos muy al estilo Uber para que la gente haga su pago directo desde su cuenta; el modelo de Señor Bolero se presta para el mercado electrónico", afirmó el empresario fundador.
De igual forma, Roberto Sánchez compartió que en estos momentos están en desarrollo las sucursales de Juriquilla, El Refugio y Tejeda pues "queremos cerrar este año 2017 con cinco sucursales y son puntos estratégicos para abarcar más zonas de la ciudad”.
“Para 2018 se está proyectando la apertura de una sucursal en el extranjero, en Miami, Florida, ahí con otro nombre, digamos que solamente es la traducción al inglés de Señor Bolero, Mr. Shoeshiner, estamos en la etapa de revisión de mercado, de valoración de zonas para ubicar la sucursal”, adelantó.
Una oportunidad para Roberto de llevar Señor Bolero al extranjero apareció gracias al contacto con amistades que radican allá, quienes se interesaron por todo lo que abarca el proyecto y porque “evidentemente se trata de un mercado muy interesante”.
Lo anterior sin duda, es una buena e interesante idea que nació por el gusto de Roberto de traer bien lustrados los zapatos.