Este jueves, Marco Santamaría Estrada se encuentra camino a Rusia. Llegará a Moscú el sábado por la tarde, justo a tiempo para acudir al siguiente día al partido de México contra Alemania, en la actividad del mundial de futbol que comienza hoy en aquella nación. Sin embargo, hasta hace unos días aún vivía la incertidumbre, pues por problemas en su pasaporte no podía ingresar a la Unión Europea.
Es miércoles por la mañana y Marco se encuentra en la cuenta regresiva para comenzar la travesía cuyo destino final será Moscú.
Apenas en su equipaje lleva una bandera nacional, tres playeras de la selección mexicana, algunas artesanías y dos playeras de Gallos Blancos.
Explica que para financiar este viaje tuvo que ahorrar por casi un año. Hasta la fecha lleva gastado alrededor de 120 mil pesos.
“Hace dos años fui a la Copa América y me gustó el ambiente, y ahora quise ir al mundial, porque me gusta mucho el futbol, jugar y verlo”, asevera.
El paquete que compró incluye todo: hoteles, boletos de trenes para los traslados internos en el país, aunque todo fue por etapas, explica.
“Juntaba dinero y compraba un vuelo, después juntaba para otro y lo compraba, juntaba para otro y apartaba los hoteles. Los boletos para los partidos los compraba en las cuatro fechas que se abrieron, y compraba uno o dos”, asevera.
Marco estará presente en cinco partidos: dos de México contra Alemania y Corea, Marruecos contra España, Arabia Saudita contra Uruguay y, optimista, pensando que México califique en segundo lugar de su grupo compró boleto para el partido de la segunda fase entre el segundo lugar del grupo F contra el primero del E, que sería Brasil.
Durante su estadía en Rusia, visitará tres ciudades: Moscú, Samara y Rostov. Para trasladarse a algunas de las ciudades en las cuales estará, por lo grande del territorio ruso, deberá recorrer hasta 18 horas en tren, mientras que en otro traslado deberá tomar un vuelo.
Afirma que aún desconoce detalles de lo que se debe o no hacer en Rusia, pues conoce que allá son más estrictos que en México, pues algunas cosas que se hacen aquí en los estadios de futbol en aquel país no se permiten.
El queretano hace el viaje solo, en Rusia se reunirá con amigos mexicanos que ya están en aquellas tierras, incluso en el hotel permanecerá hospedado sólo él.
La ruta que seguirá Marco es larga. De Querétaro a la Ciudad de México, Washington, Madrid, Roma y Moscú, casi un día de viaje. Su arribo a la capital rusa lo tiene estimado para el sábado a las 15:00 horas. En Moscú será el primer partido de México, en contra de Alemania, el domingo próximo.
Añade que no lleva mucho dinero para gastar en Rusia, por lo que tendrá que limitar mucho sus antojos.
“Llevo una playera de Gallos Blancos nueva, porque se la voy a obsequiar a alguien de allá. De hecho, voy a hacer un video, donde diga que a este camarada o chica se la voy a regalar. Quizá haga una transmisión en vivo”, apunta.
Hasta el martes pasado no sabía si podría viajar a Rusia, tuvo problema con su pasaporte. “Cuando aparto los boletos, hago todo, reviso que mi pasaporte es vigente, incluso la fecha. Desconocía que para ir a la Unión Europea el pasaporte debe de tener un mínimo de vigencia de seis meses, si no la tiene, no puedes entrar. Mi pasaporte no tenía ese margen, pero quedó resuelto”, abunda.
Agrega que ya debería estar en Rusia, su vuelo salía el domingo pasado, pero cuando estaba por abordar el avión le dijeron que no podía hacer el viaje, por lo que lo cambiaron para el jueves, junto con todo el itinerario que haría.
Muestra los boletos para uno de los partidos, además de un gafete con su nombre en ruso y español, así como su fotografía, credencial necesaria para moverse en Rusia e ingresar a los partidos.
Añade que le falta verificar algunas situaciones, como investigar el número de la embajada mexicana en Rusia, por si se llega a presentar alguna situación conflictiva, aunque precisa que no se piensa meter en problemas.
Deberá estar de regreso en tierras queretanas el 6 de julio, luego de apoyar a la selección mexicana de futbol en el mundial y disfrutar de todo el ambiente que se vive en este tipo de eventos.
Ya planea el viaje para dentro de cuatro años, a Qatar, donde no duda acudirá. Dentro de ocho años la situación será más simple, pues el Mundial será en Norteamérica, México incluido.
Mientras llega ese momento, no oculta su ansiedad por partir a Rusia, reunirse con sus amigos.