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Quien no se atreve a saltar, jamás va a descubrir si puede volar. Las personas con discapacidad siguen siendo marginadas en nuestro país, pero curiosamente son quienes más logros deportivos han dado a México.
“Admiro a mi abuela (Alma Sánchez Torres) porque es una persona que nunca se da por vencida y fue la que me hizo la mujer que soy ahora, ella nunca vio la discapacidad, nunca me dijo no lo hagas sino todo lo contrario, lo aprendes porque lo aprendes. Y a otra persona que admiro es a Frida Kahlo porque a pesar de todas las cirugías que tuvo fue una mujer que salió adelante y sobresalió, luchó por sus sueños y la frase que tiene ella ‘Pies ¿para qué los quiero? Si tengo alas para volar’ me pega, porque mis piernas a veces no me funcionan muy bien, pero cuando tienes un sueño y lo quieres lograr no hace falta pierna para lograrlo”, explicó Laura Alma Casados Mata, quien es una persona de talla baja, deportista, modelo y activista.
Laura tiene 25 años, a los cuatro años fue diagnosticada con pseudoacondroplasia, la cual es una alteración del crecimiento oseo, las posibilidades de que una persona nazca con esta condición son muy pocas, pero Laura lo ha convertido en algo único.
A los cinco años comenzó en la natación, sus padres decidieron que el deporte sería una buena forma de ayudarle a su desarrollo. Llegó a ser medallista nacional en paralimpiada, pero lo más importante, se dio cuenta que tiene un carácter aguerrido.
“Desde los cinco años yo nado, nadaba con chavos de estatura promedio, competía, pero era difícil alcanzarlos, a pesar de que eran niños. Pero algo que me caracterizaba era que no me daba por vencida, llegar hasta el último, pero siempre llegaba”, expresó.
Mujer maravilla
Laura trabaja como psicóloga en el departamento de deporte adaptado del Instituto del Deporte y la Recreación del Estado de Querétaro, también tiene una asociación “Unidos por un mundo incluyente”, es conferencista, ha dado pláticas en todo el país y en Estados Unidos, es modelo profesional y por si fuera poco practica el deporte powerlifting o levantamiento de pesas.
“Soy la presidente fundadora de la asociación y nace porque hace 10 años yo dejé de caminar, me mandaron de emergencia a Estados Unidos donde me realizaron 19 cirugías, y yo pensé que no quiero que la gente pase lo que yo, quiero ayudarle a la gente en Querétaro para poderles dar muchas más oportunidades porque es bien complicado”, dijo.
Vanidosa es como ella se describe, y esto la llevo a buscar una oportunidad en certámenes de belleza, después de pensarlo mucho tiempo, Laura se encontró una grata sorpresa.
“Desde niña había tenido el sueño de ser reina de belleza, tenía este sueño, pero yo dudaba en lograrlo. Y un día me decidí y busqué certámenes de belleza y encontré uno donde no había una estatura mínima, y fue la de Miss Petite Universe Querétaro; me metí al certamen y me di cuenta de que era muy buena, y pues fueron cinco meses de concentración y quedé en tercer lugar, contra chavas hermosas con hermoso cuerpo y estatura convencional, eso me demostró que sí podía, ahora trabajo para una agencia de modelaje”, mencionó.
Como psicóloga de los jóvenes deportistas en Querétaro, se ha dado cuenta que el área mental aún tiene que mejorar mucho, ya que en el deporte, la mente es igual de importante que el físico.
Juegos Nacionales
Gracias a su trabajo en el instituto, Laura conoció el powerlifting, y con apenas tres meses de haber comenzado a practicarlo, Laura compitió en sus primeros Juegos Nacionales y Deportivos sobre Silla de Ruedas, que es una competencia en México para personas con discapacidad.
Si bien se quedó a una bandera de un lugar en el podio, en la categoría de -45 kilos, Laura se demostró a sí misma que tiene potencial, y la clave de esta competencia era que se diera cuenta de ello.
“El paso número uno es poderme ir a la CDMX para hacer concentraciones, para realmente estar con el entrenador nacional que es Jesús García, y que me pueda estar apoyando en todos los aspectos, porque es muy técnico y si no mejoramos desde ahorita es muy complicado. El segundo es llegar a los Panamericanos y después al mundial”, expresó.
Al cuestionarle qué le diría al deporte si fuera una persona, la atleta sólo pudo expresar palabras de aliento.
“Que es mi mayor reto, mi mayor satisfacción y mi mayor motivación en la vida, darme cuenta que sí se puede”, comentó.
Luchadora de vida
Laura sufrió por su condición en la secundaria, el darse cuenta que físicamente no era igual que las demás chicas, la hizo sumergirse en un doloroso choque emocional pero que sirvió como un gran aprendizaje.
“Yo no me daba cuenta de mi condición. Al momento de verme en un espejo o algo yo no alcanzaba a percibir eso, fue hasta los 14 años que vi a alguien como yo con mi estatura y fue ahí donde me cayó el 20, fue cuando empezó ese choque contra la realidad y darme cuenta que tenía una discapacidad. La peor etapa que tuve fue la secundaria porque es en los momentos donde surge el enamorarse, y a mí me decían ¿cómo voy a estar contigo? Y yo no lo entendía, pero después entendí que es un juego de la naturaleza y que la persona se va a ir por la mejor opción que tenga y nosotros a lo mejor no vamos a ser la mejor opción, hay que centrarnos en esa realidad”, comentó.
Fue un proceso largo y de mucho aprendizaje, una lección de vida que hoy nos deja a todos los que hemos conocido su historia, ¿qué no podemos hacer?, porque Laura hace de todo y siempre con una sonrisa, motivando e inspirando a quienes le rodean.
“Me motiva ser una inspiración para la gente, para todos aquellos que no se creen capaz de hacer las cosas, o que creen que la discapacidad es un obstáculo, que se den cuenta de que sí se puede con eso y mucho más. Y que nosotros somos ese ejemplo de vida nada nos va a poder vencer”, finalizó.