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Originaria de Cuernavaca Morelos, Patricia Valle Benítez encontró en la natación una motivación para su vida, por azares del destino llegó a Querétaro y a lo largo de 22 años hizo lo que pocos deportistas mexicanos: subir en once ocasiones a un podio paralímpico.
Paty sufre una discapacidad que le impide caminar y realizar algunas actividades convencionales, pero una vez que entra al agua, se convierte en una sirena. Además, en 2007 ganó el Premio Nacional del Deporte, por lo que es considerada una de las deportistas mexicanas más importantes del país en el deporte adaptado de la natación.
Sin embargo, este año se despide de su carrera deportiva, y el mundial que está próximo a celebrarse en diciembre será su última competencia como seleccionada nacional.
“Mi cuerpo requiere cerrar este ciclo, necesita un descanso y creo que sí, termino en este evento porque hay mucho que quisiera hacer; no porque no me guste, la natación es mi pasión, entrar a la alberca me genera una energía distinta, amo este deporte pero ahora quisiera transmitir este aprendizaje de 22 años a las nuevas generaciones. Es el momento, esto es cíclico, es el tiempo del fin, es buena la idea que en el mundial tenga un buen cierre”, comentó la nadadora.
Se sumerge en el semillero
La última presea olímpica que ganó Valle Benítez fue la de bronce en Río de Janeiro 2016; sin embargo, realiza una labor muy importante en conjunto con el Instituto del Deporte y la Recreación del Estado de Querétaro (Indereq), el DIF estatal y gobierno del estado, la cual consiste en un proyecto para impulsar a los deportistas queretanos que tengan algún tipo de discapacidad.
“El proyecto tiene muchos aspectos, no sólo es hacer deporte, recordemos también que nosotros dependemos de una persona que nos lleve y nos traiga, recordemos que para nosotros no es posible subir al camión y por tanto hay que agarrar taxi y es un gasto distinto, por esta razón también hicimos alianza con el DIF para que se nos proporcione transporte y nos hagan los recorridos para las tres sedes que tendremos para hacer deporte, a todos nuestros atletas. En el Parque Querétaro 2000, Corregidora también tenemos alberca y la tercera sede que es más pequeña pero también tendremos eventos, es el CRIQ”, comentó Valle Benítez.
La Paralimpiada Nacional 2017 arrojó los primeros resultados, debido a que la delegación queretana, que actualmente cuenta con alrededor de 70 seleccionados, ‘brincó’ del séptimo lugar del medallero general a la quinto posición, a tan sólo seis meses de que comenzara el proyecto que promueve la nadadora.
“Tenemos tres objetivos, a corto plazo es incluir a toda la gente a hacer deporte porque en la inclusión de una actividad física, haciendo un estilo de vida, genera muchos beneficios personales. A mediano plazo queremos que el equipo de Querétaro crezca porque si con los que tenemos pudimos conseguir un quinto lugar, si hay más personas trabajadas, seguramente podemos escalonar. Lo primordial y lo que buscamos a largo plazo es que haya más Patricias Valles (sic), gente atrás lista para recibir la estafeta, porque esto es cíclico. Este proyecto vino en busca de un semillero, porque hoy a 22 años de ser competidora seguimos siendo los mismos los que estamos ganando a nivel internacional”, explicó.
El deporte te cambia la vida.
Paty ha participado en seis Juegos Paralímpicos: Atlanta 1996, Sydney 2000, Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016. También ha sido víctima de discriminación, por la falta de apoyo que había para los deportistas en las primeras competencias a las que asistió; pero la multimedallista internacional le regresa al deporte y a la vida un poco de los privilegios por los que siempre luchó.
“Estoy emocionada porque se nos ha dado credibilidad, apoyo, porque mucha gente habla de la inclusión y es de palabra. Hoy aquí en el Indereq es una inclusión real, el respaldo existe, el director Markus López nos ha manifestado que nos va a hacer una expansión del lugar de trabajo, normalmente practicamos en cuatro carriles, ahorita será posible que tengamos la alberca semiolímpica para nosotros. También nos van a hacer un salón de usos múltiples para las demás actividades, igual con la terapia, tenemos un lugar donde atenderán la parte de reclutamiento”, reveló.
Paty, quien tiene dos hijas, contó que siempre la han apoyado en su carrera, además de que le agradece a su madre el impulso que le dio, cuando decidió sumergirse en la alberca y convertirse en una nadadora extraordinaria; por ello, pide a los padres de familia, de niños y jóvenes con algún tipo de discapacidad que se sumen a este proyecto, y conviertan a sus hijos en personas campeonas, por lo que realiza pláticas para orientar a los papás para sobrellevar la situación. El apoyo que se brinda lunes y viernes en el Parque Querétaro 2000 y forma parte de dicho proyecto.
“Me he enfrentado a la incredulidad de que un hijo pueda ser alguien en la vida, que ninguna mamá está completamente convencida. Les digo [a los papás] que crean en ellos, que los apoyen, no los sobreprotejan porque eso nos da desventaja. Hay mucha información sicológica para los padres, especificando que el que alguien tenga una discapacidad, no significa que tenga incapacidad, pueden hacer cualquier cosa”, afirmó.
Paty Valle termina un ciclo, su romance con las medallas y con el podio, pero su amor por la natación será infinito y el cierre trae consigo una nueva apertura donde tiene la posibilidad de ayudar a jóvenes que, como ella, por primera vez nadaron en una alberca con la ilusión de representar y ser los mejores del paralimpismo mexicano.