El sambo es un arte marcial de origen ruso, toma lo mejor de otras artes marciales y se ejecuta entre dos deportistas sobre un colchón, a través de llaves y la sumisión se determina al ganador en cada combate.
“Cada arte marcial de la que deriva sambo, toma lo mejor, y al tomar lo mejor, es desarrollarlo al 100% y se perfecciona hasta convertirlo en un distintivo de un arte marcial, algo que se distingue mucho en el sambo son los ataques a pierna, es algo que como toda arte marcial se va puliendo y mejorando”, expresó Andrea Guillén, quien es sambista desde hace casi cinco años.
El sambo es un deporte que data desde 1938, fue oficializado por la URSS, pero en algunos países, sobre todo del continente americano, continúa siendo un deporte poco conocido.
Andrea Guillén Valdelamar es una digna representante de Querétaro y de México, es tricampeona nacional y el año pasado logró su pase al mundial de la especialidad el cual se llevó a cabo en Rusia.
Andrea comenzó en 2014 con el entrenamiento de sambo, Francisco Roque es el entrenador del equipo de la Universidad Autónoma de Querétaro, lugar donde se fundó el primer equipo de la entidad; al principio solamente eran cuatro atletas, después fue creciendo y han logrado grandes resultados para México.
“En un inicio empezamos cuatro atletas entrenando en la UAQ y poco a poco se fue haciendo más grande el equipo; sin embargo, hay personas que siguen constantes, hasta la fecha seguimos compitiendo los cuales somos Juan Manuel Salinas y yo, de los demás compañeros hay algunos que ya no compiten, pero siguen entrenando”, comentó.
Tres representantes de México estuvieron en el mundial de Rusia, Miguel Ramírez, Juan Manuel Salinas y Andrea Guillén, los dos primeros consiguieron estar entre los primeros diez de la competencia, mientras que Guillén consiguió un quinto lugar.
Además de la competencia, los atletas estuvieron poco más de un mes en la academia rusa de sambo en Stobo, lo cual resultó una gran experiencia para Andrea, quien aprendió mucho, no solamente en la zona de entrenamiento, sino también en las calles rusas.
“El idioma fue complicado, me tocó de todo con la gente; había personas que iban en su idea y no tienen tiempo de explicarte en la calle hacia dónde dirigirte, pero también hubo personas más atentas, y me quedaron sensaciones de querer aprender, no solamente ruso, sino más cosas”, expresó.
Estar en la academia resultó un gran acierto, ya que Andrea logró vivir el sambo desde su raíz, experimentó las técnicas originales de este deporte y sobre todo con los pioneros en esta disciplina.
“Fue estar entrenando con los mejores del mundo y en una de las mejores academias de sambo del mundo. Al principio se sentía raro porque no sabes cómo te van a recibir o si van a querer compartirte lo que ya saben, en este caso fue una grata sorpresa porque nos recibieron bien. Lo complicado fue el lenguaje, pero con señas nos entendimos y con un poco de inglés”, explicó la sambista.
La mentalidad es algo que nos sigue alejando a los mexicanos de los países potencia, y en el deporte es una realidad más tangible, para Andrea el trabajo constante y el no conformarnos es lo que hará llegar el éxito.
“Si quieres estar a la altura de los mejores del mundo, tienes que trabajar más; si ellos hacen 15 repeticiones y a ti te cuesta trabajo esas 15, haz 20 para que al día siguiente no te cuesten esas 15. Creo que es algo que hemos dejado de lado en México, el pensar en conformarnos con lo suficiente, no hacer más de lo que me toca”, comentó.
Andrea estudió la licenciatura en sicología en la UAQ, el deporte la ayudó a llevar a cabo un proyecto con el que posteriormente pudo titularse. Ahora está pensando en estudiar una maestría en sicología deportiva, en la universidad de Nuevo León.
“Me tardé un poco en titularme (ríe), realicé un proyecto que hice durante mis prácticas y el servicio social, donde me enfoqué en equipos deportivos de la UAQ y de Indereq, donde colaboré como sicóloga. Fue conjuntar las dos áreas donde me he desarrollado. Creo que me ayudó a enfocarme en lo que quería, mi titulación fue por examen de conocimientos a partir de este tema y fue lo que me hizo tomar la decisión de estudiar la maestría enfocada al deporte”, expresó.
El sambo también es parte de su futuro, ya que ahora con el viaje a Rusia, está segura que puede regresar al mundial de este año, pero ahora con una medalla, además de que quiere contagiar a más jóvenes del amor por este deporte.
“Ya sentí como es estar en Rusia, este año me gustaría llegar a ese campeonato, poder estar disputando una medalla, inclusive la de oro. Por otro lado, me gustaría culminarme como entrenadora, seguir apoyando para que el sambo crezca, en este año estamos en planes de tomar parte de la asociación de sambo de Querétaro junto con Francisco Roque, la idea es que para marzo estemos llevando un equipo fuerte al nacional para que nos traigamos de nueva cuenta el campeonato”, sentenció.
Para Andrea Guillén no hay fronteras cuando se trata de lograr un verdadero reto, cuando se trata de librar obstáculos que la sociedad te impone. El deporte le cambió la vida y se ha convertido en el mayor regalo que le ha dado la vida, ya que con él tuvo la oportunidad de crecer y aprender.
“Las dificultades en el deporte en México son bastantes, sin embargo, cuando es un deporte relativamente nuevo, se suma la incógnita de que no creen en nuestro deporte. Ahora veo que abrimos paso a partir de los torneos y que no solamente hemos tenido resultados individuales sino como equipo, como selección de Querétaro, somos tricampeones. El sambo ha hecho que me rete en muchas cosas, el hecho de haber viajado tanto tiempo y tan lejos de casa, sambo me ha dado la oportunidad de conocer tantas aptitudes que tengo y que puedo desarrollar”, finalizó.