Gracias a una cultura de prevención, Ana Berta Rodríguez Rico logró detectar a tiempo la presencia de cáncer de mama. Enfermedad contra la que actualmente lucha junto con toda su familia.
Fue en la Unidad de Especialidades Médicas de Detección y Diagnóstico del Cáncer de Mama (Uneme-Dedicam) donde le diagnosticaron hace dos años la presencia de tumores en sus senos y a donde acudía cada seis meses a realizarse mastografías, ya que se le diagnosticó fibrosis quística y tenía altas probabilidades de cáncer.
Aunque fue pospuesta su cirugía del 18 de julio pasado y sustituida por quimioterapias, ya que su tumor tuvo un crecimiento rápido, Berta no pierde la esperanza de salir triunfante en esta enfermedad, la cual le ha cambiado totalmente la vida.
“Mi vida ha cambiado en absoluto. Antes (del diagnóstico) todo era para mis hijos y mi esposo, y no tenía tiempo para mí. A partir de lo ocurrido, me doy mi tiempo y me valoro más”, explicó Berta mientras enjugaba sus lágrimas. Recordó que su familia la ha apoyado en su negocio, una pollería que maneja junto a su marido, ya que las quimioterapias la dejan exhausta y mareada.
Berta, de 51 años, habla de sus hijas de 20 y 23 años, su niño de 12 y de sus nietos. Sabe que, al igual que ella, sus hijas son proclives a padecer cáncer de seno y las motiva para que se autoexploren y no dejen pasar ningún signo de alerta.
En cuanto al tratamiento psicológico que reciben las pacientes, la entrevistada enfatizó lo importante que fue recibir ayuda de “Rosy”, una de las psicólogas que labora en el Uneme Dedicam, para poder comunicarle a su familia y amigos sobre su enfermedad; además de que los jueves se organizan grupos de apoyo entre pacientes, quienes comparten sus experiencias y se motivan entre sí.
“Aquí nos ayudaron bastante; dando prioridad, a cómo decirle a mis familiares sobre mi enfermedad, a quien más me costó trabajo decirle fue a mi hijo de doce años. Rosy, me apoyó y me ayudó mucho para saber cómo decirle al niño. Aquí nos atienden muy bien y cada jueves venimos a las pláticas, donde nos damos apoyo y exponemos nuestros procedimientos
Para Berta, el miedo no ha sido un obstáculo, y ahora desea animar a las mujeres a cuidar su cuerpo y prevenir este tipo de enfermedades.
“Yo le diría a todas las mujeres que se exploren, que no tengan miedo, que conozcan de ellas mismas para que no lleguen a tener esta enfermedad, porque si se detecta a tiempo es curable. Sí, es muy difícil cuando ya te lo diagnostican, pero más vale prevenir”, enfatizó Ana Berta Rodríguez Rico.
Socorro Medina López, por su parte, se encuentra en el proceso de diagnóstico; luego de haber superado un cáncer de útero hace tres años, sus doctores sospechan que puede tener carcinomas en los senos, por lo que en este Día contra el Cáncer de Mama acudió a la Uneme-Dedicam a realizarse una mastografía y a que más adelante los doctores le den tratamiento con base en lo que encuentren.
Si bien aún desconoce qué es lo que puede tener en uno de sus senos, la señora Medina no dudó en acudir al médico en cuanto detectó la presencia de abultamientos debajo de su axila y en sus pezones hace tres meses.
Por el momento no hay diagnóstico ni tratamiento; sin embargo, ya recibe terapia sicológica con el fin de sobrellevar la angustia que provoca esta noticia.
Originaria y residente del municipio de Jerécuaro, Guanajuato, una de sus hijas la motivó a que acudiera a centros de salud en Celaya; sin embargo, reconoce que no hay transporte directo hacia allá, y debe viajar demasiado para ver a algún médico, por lo que prefirió acudir a Querétaro, donde ya había recibido tratamiento para su cáncer en útero.
De igual forma que Berta Rodríguez, Socorro fue a dar al Uneme-Dedicam por recomendación de su médico, y gracias a que está inscrita en el Seguro Popular, los exámenes han sido gratuitos, lo que la impulsado a seguir adelante.
Madre de ocho jóvenes, tres que actualmente estudian, intenta hacer su vida cotidiana, levantándose todos los días a las cinco de la mañana a preparar el desayuno y llevar a sus hijos a la escuela; sin embargo, ya no puede trabajar como ayudante en el aseo de casas, y viven únicamente con lo que su esposo recibe trabajando el campo.
Socorro Medina y Berta Rodríguez son dos de las 756 mujeres que diariamente luchan contra el cáncer de mama y contra todo lo que esto implica, incluyendo depresión y problemas económicos, aunque esto les ayudó a generar consciencia y tratar de llevar su mensaje a cuanta mujer u hombre conocen.
“Siempre le digo a mis hijas: Explórate, chécate, revísate; puede ser un poco vergonzoso, pero más vale saberlo a tiempo”, reconoce la señora Socorro.