En Plaza de las Américas se encuentra una de las pocas tiendas de pelucas que existen en Querétaro. Las hay de fibra de bambú y de cabello natural. Rosas, rojas, castañas, rubias e incluso verdes; lacias, chinas, tipo afro o con caireles; en total son más de 300 pelucas disponibles en el local número 21, en la calle Estados Unidos.
La dueña del negocio, Alma Nájera, trae sus pelucas desde Los Ángeles, pues es difícil encontrar una buena variedad de pelucas en México, así que realiza pedidos por catálogo.
Todo comenzó hace 10 años cuando Alma creó su propia estética que con el tiempo fue creciendo y diversificando sus servicios. A petición de una clienta, Alma realizó un primer pedido de pelucas, después de eso se corrió la voz y cada vez eran más personas las que acudían a su negocio con la esperanza de encontrar la peluca perfecta.
“Inicié con los salones de belleza, después comencé con las extensiones de cabello y posteriormente con las pelucas. Comencé comprando poquitas pero ya después tuve que traer más, se venden mucho. Comencé a comprar primero para mis clientas y después me pidieron más, en diferentes modelos, fui poco a poco comprando de todo, actualizándome porque siempre hay nuevos modelos. Cuando empecé con mi primer salón en Quintas del Marqués, a todas mis chicas les puse peluca, eso llamaba mucho la atención.
“Estos negocios ya son difíciles de encontrar, siempre quise tener una tienda de pelucas, iba al DF y veía una tienda de estas y decía ‘quiero una tienda igual’, ahora que paso por el mismo lugar veo que esa tienda ya no está, he sabido de varias tiendas de pelucas que han cerrado”, comenta.
Los clientes en la tienda Prestigge Extensiones y Pelucas son variados; desde la jovencita que busca un cambio de look o una peluca para una fiesta de disfraces, hasta la mujer que asiste a quimioterapias y necesita una peluca discreta y natural.
A lo largo de 10 años, Alma nota que las necesidades de sus clientes son distintas, antes se vendían más por gusto, ahora se venden más por necesidad.
La mayoría de las personas que acuden al local son mujeres maduras, por eso siempre tiene estilos de pelucas cortas y en distintos tonos para que las mujeres encuentren su peluca ideal y que las haga sentir cómodas.
“Con las pelucas les enseñamos toda nuestra variedad [a los clientes] y si no las tenemos, se las conseguimos, como ellos la necesiten, porque ahora ya se compran más por necesidad que por gusto.
“Casi siempre buscan algo parecido a lo que es su pelo, entonces nos enfocamos en buscar que el largo sea el indicado y también el color, todas las pelucas se ajustan, no es como la ropa que se necesitan tallas. Por eso siempre tenemos pelucas largas, cortas de todos colores, para todos los gustos, incluso vendemos de fantasía, que se usan para las fiestas de disfraces.
“Al principio era más común venderle pelucas a personas que iban a un salón y que querían comprar una peluca, pero después me fui dando a conocer, la gente me fue recomendando y después llegó más gente que tenía alguna enfermedad”, dice.
Alma Nájera también se ha hecho cliente habitual de sus propios productos, cuenta que a menudo compra pelucas para ella, y que siempre busca algo muy distinto a su cabello natural. Si su cabello es lacio entonces la peluca es rizada, si el cabello es rubio, entonces la peluca es castaña.
Para ella, el uso de pelucas es algo normal en su vida diaria, aunque reconoce que el hecho de usar pelucas es todavía un tema tabú en la sociedad; nota como algunas clientas entran al local se prueban algunas, preguntan por los precios pero deciden irse sin nada.
“Todavía tenemos ese tabú de que usar pelucas es algo extravagante, que la gente se va a dar cuenta, pero ya no es así, ahora son muy discretas, parecen reales.
“Yo siempre les digo que lo intenten, sé que es un cambio y a veces se prueban una y dicen ‘no me gusta, me veo rara’, pero es como cualquier cosa, después nos acostumbramos a usarla. Cuando llega un cliente le probamos las pelucas que sean necesarias para que encuentren la que les guste”, agrega.
En Prestigge Extensiones y Pelucas las pelucas cuestan entre 690 y mil 500 pesos, los costos dependen de la extensión de la peluca y del material con el que estén hechas, hay de fibra de bambú y de cabello natural, estas últimas son las más costosas.
Alma resalta la importancia de encontrar la peluca adecuada para cada persona, pues ésta resulta ser el accesorio más importante de todos. A cada cliente le recomienda qué tipo de peluca usar, en qué tono y cómo sujetar el cabello para que la peluca quede bien ajustada.
Señala que cuando la peluca es de fibra de bambú o de cabello natural, se puede lavar, enchinar, alisar e incluso teñir como si se tratara del cabello real, aunque pasado cierto tiempo, las pelucas también requieren de mantenimiento, servicio que ofrecen en el salón Santos Nájera, en el que también trabaja Alma y que se ubica en la parte superior del local de pelucas.
“Generalmente las personas que piensan usar la peluca diario buscan pelucas con cabello natural, para que el cabello les dure más. Hay que cuidarlas mucho, no dejarlas enredar, tener un cepillo especial, si la peluca es de cabello natural ponerle lo necesario, cera, champú, todo, igual aquí les damos mantenimiento a las pelucas, las dejamos como nuevas”, comenta.
Ella no percibe que la venta de pelucas disminuya con el paso de los años, al contrario, siente que cada día su negocio prospera.
“Tengo clientas que durante años quieren la misma peluca y tengo que conseguirselas como sea. También hay clientas que les gustan tanto las pelucas que ya no dejan de usarlas. Una de ellas la usó primero porque la necesitaba porque iba a quimioterapias y después se recuperó, ya tiene cabello pero sigue usando pelucas.
“No he notado que bajen las ventas, al contrario, han venido personas de San Juan del Río, de Celaya, de otros lados. Mucha gente a lo mejor piensa que ya no se usan, pero claro que sí se usan y bastante”, cuenta la estilista Alma Nájera, originaria de Guerrero.