A sus ocho años, Aldo Martínez Victoriano ya sabe que quiere hacer cuando crezca: unirse al Ejército Mexicano. Por ello, cumple con sus labores escolares y sus terapias en el Centro de Rehabilitación Integral de San Juan del Río (CRI), gracias a las cuales ha logrado caminar.
Aldo es originario de la comunidad de San Lucas, en Aculco, Estado de México, y padece de una malformación de tendones en uno de sus pies; sin embargo, su tenacidad y el apoyo de sus padres han permitido que este pequeño reciba atención médica y de rehabilitación en San Juan del Río, a 40 minutos de su lugar de origen.
Este martes, Aldo y su familia fueron recibidos en las instalaciones del Séptimo Regimiento Mecanizado del Ejército Mexicano, ubicado en La Llave, San Juan del Río; es uno de los niños que forman parte del programa Soldado Honorario, con el cual la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) brinda la oportunidad a menores con alguna discapacidad o padecimientos crónicos de que sean soldados por un día.
Aldo es el menor de tres hermanos, cursa el segundo año de primaria; es un estudiante muy dedicado y tiene muchos amigos. Sus pasatiempos son el futbol y dibujar. Su más grande aspiración es formar parte de las Fuerzas Armadas.
A las 10 de la mañana comenzaron las actividades para este pequeño a quien se le entregó su uniforme militar y el grado de soldado del Arma Blindada; fue acompañado por el teniente coronel del Arma Blindada del Estado Mayor, Pedro Humberto Jonguitud Bermúdez, segundo comandante del séptimo regimiento, para el izamiento de la bandera, hacer el pase de lista y recibir el parte de novedades de la unidad militar.
Mientras Aldo se encontraba al frente de la línea de honor, su mamá, papá, hermanos y su abuelita aprovecharon para tomar fotografías y video.
Para sus padres, Adolfo Martínez de Jesús y Natalia Victoriano Cruz, ver a su hijo de pie para alcanzar uno de sus sueños ha sido uno de los mejores regalos que han recibido.
Para su abuela, María de Jesús, la felicidad le llena los ojos de lágrimas, recuerda los esfuerzos que se han realizado para que el niño logre caminar.
Además de su familia, a Aldo lo acompañaron sus terapeutas del CRI; Elia Galicia Gutiérrez, hizo una reseña de los logros del pequeño: destacó el esfuerzo, la disciplina y el entusiasmo con el que ha realizado sus terapias desde hace cinco años.
Después de esta ceremonia, el pequeño recibió un reconocimiento por parte del Ejército Mexicano, así como de algunos regalos. Posteriormente fue testigo de un desfile de vehículos del Arma Blindada que pasaron frente a él con el respetuoso saludo militar.
Al término del desfile, Aldo realizó un recorrido por diversos módulos que el Séptimo Regimiento preparó para mostrarle las diferentes actividades del Ejército Mexicano: visitó el módulo de Sanidad, el de Transmisiones, el de Armamento individual y colectivo, así como el del Plan DN-III.
Visitó también los vehículos administrativos y fue testigo de una demostración de la pista de adiestramiento canófilo, además conoció el módulo de vehículos blindados.
De acuerdo con las autoridades militares, en 2013, la XVII zona militar cumplió el sueño de Jesús Ángel Martínez Correa quien en ese entonces tenía 6 años de edad y sufría hidrocefalia crónica con soplo en el corazón, desde su nacimiento; posteriormente, el pasado 30 de mayo de 2017 fueron otros 4 menores quienes visitaron las instalaciones del cuarto regimiento blindado de reconocimiento.
En el caso de San Juan del Río, Aldo ha sido uno de los participantes del programa y se prevé que en próximas fechas sean dos niñas con discapacidad quienes formen parte del esquema ‘Soldado honorario’ y cumplan su sueño de pertenecer al Ejército Mexicano.