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Entre los barrios habitacionales Altos del Salitre, El Vergel, Lomas de San Pedrito, Peñuelas y Villas de Santiago, se encuentra Sport K, gimnasio donde Gerardo Tomasini entrena a jóvenes que “han dejado las pandillas o las adicciones para adquirir valores y disciplina” mediante el aprendizaje de las Artes Marciales Mixtas (AMM).
Se trata de un centro deportivo que además habría dado a la ciudad de Querétaro “unos doce campeones”, según calcula el joven peleador Brian Ríos, quien hoy luce el cinturón de la categoría estatal de 61 kilogramos.
Instructor treintañero, Tomasini afirma a este diario estar convencido de que el deporte (“algo que comúnmente olvidan tanto padres de familia como gobernantes”) es la mejor manera de prevenir y combatir los problemas sociales que afectan a la juventud.
“Nos llegan chicos de colonias vecinas, que tienen muchos problemas sociales. Pero aquí se les rescata y pronto vemos que se alejan del pandillerismo, de las drogas, del alcohol y del cigarro. Aprenden que el deporte no va con adicciones”.
Tomasini rechaza ciertas ideas comunes, acerca de que las escuelas de artes marciales pudieran fomentar la violencia o servir de entrenamiento para maleantes.
“Puede ser que llegue alguno con cierta malicia, pero uno ya reconoce los patrones. Más que buscar delinquir, muchos jóvenes llegan porque buscan defenderse en el barrio o el colegio; el famoso bullying o acoso escolar. Pero el mismo deporte ayuda, porque al acompañarse de valores y disciplina, pronto ven que esto no se encamina hacia al ataque, sino a la defensa. Más que buscar la agresión, se evita”, mencionó.
“En cuanto a potenciales delincuentes, la verdad es que difícilmente uno de estos fulanos haría el sacrificio de entrenar. Tú lo ves en la calle. El delincuente trabaja de otra forma, a lo mejor más cómoda, usa armas blancas o de fuego. Y aquí es donde a muchos de los ciudadanos les conviene saber técnicas de AMM, para aplicarlas en la defensa personal”, aseguró Tomasini.