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Vicente de la Cruz Fentanes inició como periodista en la Ciudad de México en los años 80, lugar que después de algunos años cambió por Quintana Roo, Querétaro y, finalmente, por Chicago, Estados Unidos, donde actualmente labora en Univisión como redactor de noticieros.
Galardonado con una estatuilla Emmy por la cobertura de Grandes Nevadas en Chicago 2013-2014, de la Cruz relata cómo decidió emigrar a Estados Unidos, donde además ha recibido numerosos reconocimientos a su labor periodística por la National Association of Hispanic Publications (NAHP).
No obstante, antes de emigrar, De la Cruz laboró en distintos medios locales y nacionales mexicanos.
“Mis inicios como periodista fueron en México, en el Distrito Federal precisamente en el periódico EL UNIVERSAL. Empecé como ayudante de redacción”, comenta desde las oficinas de Univision Chicago.
Cuando De la Cruz inició su carrera periodística, aún era estudiante la escuela Carlos Septién García, la primera escuela de periodismo reconocida como tal en Latinoamérica. No obstante, después de laborar en la capital del país, cambió su lugar de residencia a Quintana Roo, donde tras tres años regresó a la Ciudad de México, sin embargo, al no tener suerte en encontrar trabajo decidió emigrar a Estados Unidos para ahorrar algo de dinero y poder casarse.
“Fue muy difícil, muy difícil encontrar chamba y me quería casar encima de todo. ¡Imagínate! Sin chamba, sin dinero y me quería casar. Entonces tenía un tío que se acababa de venir a Chicago, estamos hablando en el 86 por ahí. Yo llegué a Estados Unidos con el objetivo de ahorrar para mi boda. Ese era mi objetivo, ahorrar para regresar a la Ciudad de México y poderme casar con quien ahora es mi esposa”
“Yo llegué aquí a hacerla de jardinero, de trabajador de la construcción, en fin. (Trabajé) de lo que trabaja todo mundo: en un restaurante, como ayudante de cocinero y yo trabajaba en la construcción cuando logré ahorrar lo necesario para regresar a casarme”, menciona.
Sin embargo, la oportunidad laboral llegó para de La Cruz en el periódico La Raza, uno de los más populares en la comunidad hispana de Chicago y en el que laboró como editor asistente, a la vez que repartía pizzas por la noche.
“Gracias a que yo traía una educación, pude entonces buscar un empleo relativo al periodismo. Como en todo, simplemente sólo tienes que estar en el lugar exacto en el momento exacto. Elaboré un currículum, fui y me presenté al periódico La Raza, el semanario más importante de Chicago en español, el más popular… tenía la posibilidad de trabajar en la mañana en el periódico y en la noche seguir con lo de la pizza, pero eso me duró escasamente una semana, porque a la semana me dieron la posición de tiempo completo”.
Tiempo después, debido a la salida del editor en jefe, de la Cruz ocupó este puesto donde se mantuvo de 1989 a 1992. En ese año, le ofrecen dirigir el periódico El Mensajero en San Francisco, California, donde se mantuvo hasta 1996.
“Mi hija Michelle, es la más grande, y como que estaba creciendo muy solita, entonces mi señora y yo decimos regresar a México en 96. Llegué a la Ciudad de México... y allá puse un instituto de inglés en la delegación Azcapotzalco. No nos fue mal y eventualmente me ofrecieron ingresar a Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación. Era una buena chamba, sin embargo, a principios de 2000, me asaltaron en la Ciudad de México. Casi me matan. En el proceso de recuperación me dije: ¡Yo me tengo que ir de la ciudad!”, relata.
Llegada a Querétaro
De esta forma, de la Cruz llega a Querétaro en diciembre de 1999 a trabajar como corresponsal de Notimex. Además en esta ciudad también laboró un breve tiempo en El Diario de Querétaro, el semanario Tribuna de Querétaro y en el periódico AM.
“Cuando llega Fox cambiaron la gente de Notimex y me empezaron a manipular mis notas. Renuncié a Notimex y envié una carta muy severa que incluso se divulgó mucho en los medios de comunicación en Querétaro, argumentando por qué estaba yo renunciando y después me fui al AM con Juan José Arreola”
Posterior a este lapso, trabajó en la actual Defensoría de los Derechos Humanos de Querétaro (DDH) como encargado de Comunicación Social durante la administración del panista Francisco Garrido Patrón. Sin embargo, corrió una suerte similar y su única opción se convirtió en Estados Unidos.
“Hubo cosas encubrimientos de los que no quise ser parte. Total me sacaron de la dirección de Comunicación Social y después de eso ya me fue muy difícil encontrar chamba en Querétaro. Fue cuando dije me tengo que regresar a Chicago”
El 15 de abril del 2005, de La Cruz reinició su actividad como editor al frente del periódico La Raza en Chicago y esa misma posición la dejó en 2010 al integrarse en Univisión Chicago, donde actualmente es redactor de noticieros.
“Se abrió la posición de tiempo completo como redactor de los noticieros de lunes a viernes y me dieron el full time; también me fui con la visión de que los periódicos están desapareciendo. Sus ediciones impresas en general están desapareciendo. Esa es la tendencia y está ocurriendo muy rápido en Estados Unidos, entonces yo visualice eso y pensé: tengo que hacer la transferencia a un medio que me permita seguir viviendo del periodismo”, dijo.
Responsabilidad social
Pese a que De la Cruz emigró de forma definitiva hace 12 años, aún recuerda la difícil labor de ejercer el periodismo en México, país que desde su punto de vista, enfrenta retos importantes derivado del nivel de agresiones en contra de los periodistas y por los contubernios entre los dueños de comunicación y las esferas del poder.
“Los periodistas mexicanos son bien valientes, porque ejercen dentro de unas condiciones muy difíciles. Su entorno siempre es muy difícil. Ser periodista en México es un acto de valentía y lo peor es que generalmente, no tienen el respaldo de los dueños de los medios de comunicación y eso es terrible (…) Se tiene que acabar el contubernio entre los dueños de medios de comunicación con las esferas del poder, sobre todo las oficiales porque el material que hace periodismo está ahí y completamente comprometido”, afirma.
Sin embargo, además de estas condiciones, el periodismo mexicano para De la Cruz también se enfrente a la necesidad de recalcar la responsabilidad social con la audiencia, aumentar el rigor periodístico y en el caso de los medios hispanos, hacer crecer a la comunidad inmigrante.
“El aspecto social tratando de hacer crecer a nuestra comunidad inmigrante. Eso es fundamental, porque derivado de la poca educación es necesario llevarlos y advertirles. Los fraudes son muy comunes en nuestra comunidad, porque ellos creen en la gente y somos víctimas fáciles de defraudar. Eso aunado a la falta de educación y preparación…los fraudes en cuestiones migratorias son muy comunes…los periodistas siempre estamos muy al pendiente, de tratar de proteger a nuestra comunidad de los abusivos y de los defraudadores”, sostiene.