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La sanación es ayudarnos a encontrar el origen de lo que sea que nos esté pasando en la vida. Muchas veces pensamos que a lo mejor una gripa es por el clima frío, pero desde la perspectiva de la sanación, es entender que lo que pasa afuera es un reflejo de lo que pasa adentro”, dice Claudia Castillo, sanadora y maestra de yoga, quien señala que para cambiar al mundo, primero hay que cambiarse a uno mismo.
Mujer joven, Claudia se dedica desde hace 14 años a la sanación para vivir mejor, pues señala que en muchas ocasiones las personas se acostumbran a vivir enfermas, a medias o con relaciones conflictivas, que hacen daño.
Ella se dio cuenta que vivía así en un momento de su existencia cuando todo estaba en un caos y tuvo que buscar respuestas y salidas a esa situación.
En ese momento encontró la sanación, por lo que primero la comenzó a practicar en ella misma, para luego estudiarla y dedicarse de lleno a esta actividad.
“Yo empecé a notar bien los cambios en mí. Que estaba mejor, me sentía mejor, que ya no me afectaba tanto esto o lo otro, y de manera muy natural me dije que esto lo tenía que probar alguien más. Estudié pedagogía, pero sentí el llamado a compartir esto. Creo que cada uno está llamado a hacer algo en esta tierra, y parte de mi llamado es fomentar este tipo de habilidades o de herramientas”.
Hace falta la sanación
Asegura que a la gente le hace falta sanarse: “Somos muy buenos señalando lo que está pasando mal. Él se equivocó, ella lo hizo mal, mira el país, mira la economía, mira el mundo, pero pocas veces nos volteamos a ver a nosotros y creo que todo lo que está pasando afuera en nuestro mundo es un reflejo de nosotros. En lugar de seguir desgastándonos en querer cambiar lo de afuera, la idea es cambiar lo de adentro.
Si estoy enojado por algo que me hizo una persona, imagínate ir así por el mundo, con este enojo, este enojo lo traigo al mundo, millones de personas con ese enojo, con esa angustia, con esa tristeza, con esa desesperación, con todo con lo que normalmente traemos dentro. Lo que busca la sanación es ir ayudando a liberar eso, caminar por el mundo más tranquilo, más libre, más sereno, eso también impacta”, explica.
Señala que actualmente las personas necesitan buscar otras situaciones, pues el mundo de hoy acostumbra a la gente a las cosas inmediatas, a las satisfacerse en el acto, se puede en los niños y se tiene poca paciencia para que las cosas cambien, que mejoren.
“Obviamente lo que es de afuera, lo material, se va a acabar, pero todo lo que pasa dentro de nosotros, eso sí es eterno. Lo que dice el dicho: Cuando tú te vayas de esta tierra vas a dejar todo, no te puedes llevar la casa, el coche, todo por lo que trabajaste y viviste. Pero lo que sí se queda es lo que dejaste en esta tierra, aquella persona que inspiraste, a esa persona a quien sonreíste, a los niños que educaste, a esa pareja que amaste, eso es lo que se queda, eso se vuelve eterno. Parte de mi propuesta es eso, ayudar a la gente, obviamente empiezo por mí, a recordar que hay cosas más importantes.
Entiendo que todos tenemos que pagar rentas y todos tenemos que pagar colegiaturas, y todos tenemos asuntos materiales que resolver. Tampoco se trata de que sea una cosa o la otra, pero que no perdamos el foco de cuál es mi aportación, qué puedo hacer yo. A lo mejor lo que puedo hacer es darle una sonrisa al conductor del coche de junto o decirle a la persona que tengo al lado que la quiero mucho, o de entrada respirar y estar más tranquilo. Son cosas que no nos cuestan mucho dinero, ni nos cuestan esfuerzo”, enfatiza.
Dirigir emociones de los niños
Precisa que una parte fundamental es enseñarles a los niños a dejar de lado el estrés al que pueden estar sometidos desde temprana edad, por el constante bombardeo de información. Como madre de dos niños, dice, lo primero es enseñarle a los menores qué hacer con las emociones.
“Vivimos en una sociedad donde se nos reprime todo lo que sentimos. Sí estás enojado, no puedes demostrarlo, entonces después de tanta represión de enojo qué hacemos con eso. Los niños son berrinchudos, los niños gritan, parece que todos tienen déficit de atención, pero es porque tienen demasiada energía acumulada, entonces una de las herramientas que uso con mis hijos y que veo que funciona es enseñarles a verbalizar sus emociones”, asevera.
Se debe, continúa, enseñarles a hacer algo con sus emociones. Lo primero es respirar, tanto para niños como adultos. Enseñar a respirar profundo ayuda a tranquilizar las emociones.
El próximo sábado se llevará a cabo el evento Somos más los que queremos paz, que marca el inicio de una serie de actividades en el zona arqueológica de El Cerrito, donde habrá yoga, meditación con música sagrada, mantras, instrumentos prehispánicos y grupos musicales, entre otras actividades, el próximo 24 de septiembre.
Claudia explica que la razón del evento es porque, efectivamente, cada vez son más personas las que buscan paz, cada una desde sus trincheras, para hacer un mejor mundo para los niños, un mejor planeta.
“Hay pocas iniciativas sociales que reúnan este llamado individual a que todos queremos un mundo mejor y que todos queremos vivir en paz. Nuestra intención con este evento es justo llamar a todos los que sienten que hoy necesitan más paz en sus vidas, a los que hoy están haciendo lo que creen mejor para ellos y para su familia, su comunidad, sus vecinos, que nos unamos, que hagamos un evento en conjunto, para que podamos crear una sociedad más pacífica”, puntualiza la sanadora.
Agrega que también es importante que trabajen en conjunto sociedad y gobierno, por lo que agradece el apoyo de las autoridades del municipio de Corregidora para este evento que será totalmente gratuito.
Las actividades comenzaran, dice, a las 8:30 horas, con una clase de yoga, que será para todas las personas, de todos los niveles de aprendizaje de esta práctica. Además de la presentación de los músicos Grace Terry y Roberto Gopar, quienes se dedican a sanar con el canto. La primera usará instrumentos de la India, mientras que el segundo, prehispánicos. En tanto, Claudia encabezará una meditación.
Asimismo, habrá un mercado verde con productos orgánicos. Recomienda llevar protección para el sol, como sombreros y bloqueador, y para quienes vayan a la clase de yoga, lleven un tapete o una toalla grande.
