Debido al retraso en el cumplimiento de una orden médica, Marco Antonio Solano trató de interponer una queja en contra del personal del Hospital General de San Juan del Río; sin embargo, no pudo realizarlo puesto que nadie lo atendió en el módulo de quejas de dicho lugar, por lo que sólo consiguió hablar a la línea de atención del gobierno del estado.
Ha pasado más de un año y medio desde aquel hecho y Marco Antonio Solano sigue esperando que le respondan acerca de la situación que trató de denunciar.
La hija de Marco Antonio estuvo internada en el Hospital General debido a una complicación con su embarazo, por lo cual fue sometida a un procedimiento; a su parecer, la atención recibida fue muy lenta, no obstante las inconformidades llegaron después cuando se le tuvo que realizar un ultrasonido a la paciente y se dieron cuenta que el costo del estudio era mayor que en otros laboratorios particulares.
Además de esta situación, el especialista que atendió a su hija les solicitó un estudio en calidad de urgente; sin embargo, cuando llegaron al llegar al laboratorio del Hospital, el personal les dijo que podrían realizarlo dentro de un mes, ya que la saturación del servicio impedía que fuera antes, a pesar de que el médico lo solicitó de manera inmediata.
“Fuimos a preguntar los costos de los ultrasonidos en otros lugares; el costo promedio era de 550 pesos, hasta que dimos con uno que costaba 450 pesos; en cambio en el hospital era de 600 pesos. Empezamos a ver que los costos de los servicios del sanatorio son más caros que otros.
“Posteriormente el ginecólogo nos dijo que tenía que hacer unos estudios de laboratorio, al llegar nos dijeron que se harían dentro de un mes, a pesar de que el doctor nos los pidió como urgentes”, manifestó.
En opinión de Marco Antonio Solano, los costos de los servicios del Hospital General deberían ser más accesibles, porque mucha de la gente que acude a solicitar la atención carece de inscripción a otras instituciones de salud como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), y sólo cuentan con el Seguro Popular; no obstante esta afiliación no cubre todos los estudios o padecimientos. En el caso de su hija, refirió, sólo contaba con el Seguro Popular.
La queja que Marco Antonio trató de interponer fue en razón de la tardanza del laboratorio, por lo que relató, antes de que dieran de alta a su hija, acudió al módulo de quejas ubicado dentro de las instalaciones del Hospital General.
Al llegar se dio cuenta que había alrededor de ocho personas formadas; sin embargo, nadie se encontraba en el módulo de atención, por lo cual decidió esperar a que regresara la persona encargada.
Pasó más de media hora y nadie llegó al módulo, por lo que Marco Antonio decidió hacer una llamada a la línea de atención del gobierno del estado y continuar con el proceso para levantar la queja.
“Si yo ya tenía ese tiempo esperando, las personas que estaban antes tenían mucho más. Entonces decidí llamar al número 01 800 de Atención Ciudadana del gobierno del estado, en donde me atendió personal de la Secretaría de la Contraloría, me preguntaron el motivo de la queja y les dije lo del módulo y lo del laboratorio. Ellos sólo me dijeron que iban a revisar el caso y que les diera mis datos, pero nunca me llamaron. Después ya no regresé a interponer la queja porque nos enfocamos en atender la situación de mi hija, en ese momento esa era nuestra prioridad”, manifestó.
Marco Antonio Solano reconoció que no dio seguimiento a la queja contra el sanatorio de manera física, porque tuvo que realizar otras actividades para apoyar a su hija y no pudo regresar al módulo; sin embargo, ha esperado que le respondan de la línea de Atención Ciudadana, lo que tampoco ha ocurrido.
Malas experiencias Pese a la atención recibida, la necesidad, afirmó Marco Antonio, los volvió a hacer que utilizaran el servicio del Hospital General tiempo después. Esta última ocasión fue para la atención del parto, también de su hija.
Si bien, reconoció el ciudadano, la atención en el área de ginecobstetricia fue oportuna, el trato del personal hacia la paciente, así como con los familiares fue bastante malo, en razón de que se les explicaron las instrucciones que deben seguir para las visitas de los enfermos.
Asegura que el trato, de algunos empleados, en todo momento fue de mal modo y con maltrato hacia las personas.
Pese a esta situación, Solano y sus familiares optaron por no interponer una queja, pues ya tenían la mala experiencia de la vez anterior, cuando el intento no prosperó y peor aún, las circunstancias no cambiaron en la atención en este sanatorio, el cual no sólo brinda servicios de salud a gente de San Juan del Río, sino también a personas que vienen de municipios vecinos y quienes, como él y su familia, deben soportar malos tratos por no contar con los recursos para acudir a una clínica particular.
“Volvimos por necesidad, la verdad es que al no contar mi hija con otro servicio de salud, ni con los recursos para pagar un hospital particular tuvimos que regresar, y por este apuro uno se tiene que aguantar el trato que le den.
Yo me imagino la gente que viene de la sierra o de otros lugares lejanos que no cuenta con recursos y además de todo tiene que aguantar los malos modos o los malos tratos de quienes atienden ahí, que no se les nota el amor a su trabajo y eso pareciera que nunca va a cambiar”, lamentó.
Durante la semana pasada, la titular de la Defensoría de Derechos Humanos de Querétaro, Roxana de Jesús Ávalos Vázquez, visitó el Hospital General de San Juan del Río; como resultado de la visita, dio a conocer que las quejas por malos tratos siguen siendo recurrentes en contra del personal que labora en este centro hospitalario.
De igual manera apuntó que la Defensoría tiene en proceso tres asuntos donde se investigan situaciones de presunta negligencia médica, principalmente en el área de ginecobstetricia, por lo cual es que se han emitido diversas recomendaciones que han incluido capacitaciones constantes al personal en temas de derechos humanos. Durante su visita la funcionaria expuso que desde hace un año se han emitido recomendaciones a los empleados.