El personaje principal de todas las representaciones del viacrucis, sin duda alguna, es Jesús, papel para el cual la preparación física, mental y espiritual requerida es necesario que sea trabajada con meses de antelación.En esta ocasión, para la edición número 154 del Viacrucis de La Cañada, una de las escenificaciones más representativas de la entidad queretana, el papel principal será llevado a cabo por Jesús Pastor Ramírez Gutiérrez, quien tiene 26 años de edad y es ingeniero industrial.
En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, quien lleva el mismo nombre de su personaje, cuenta que es la primera vez que representará a Cristo, sin embargo, ya había recibido dos propuestas en años anteriores por parte del comité organizador, Tribunales de Jesús, mismas que rechazó por no sentir que fuera el momento adecuado.
“Me eligieron los del comité, me habían hecho la invitación en ocasiones anteriores, sin embargo, las rechacé por la condición física que tenía y otras circunstancias, para mí no era el momento adecuado (…) Se me presentó una tercera oportunidad y por cuestiones personales no la quise rechazar”, puntualizó.
No había querido hacer el papel de Cristo, pero destacó que participó en ediciones anteriores, haciendo de ésta su cuarta aparición, las tres anteriores fueron interpretando al apóstol Juan.
Ramírez Gutiérrez cuenta que es originario de La Cañada y creció viendo el Viacrucis todos los años, esto aunado a que su papá participó durante 12 años haciendo el papel de Judas, además de que asegura, aportó mucho al grupo actoral.
Confesó que de chico le llamaba la atención, pero en su periodo de secundaria y prepa perdió el interés por la representación tradicional de La Cañada y lo referente a la religión.
“De chico me llamaba la atención porque mi papá salió 12 de años de Judas (…) Después cuando estaba en la prepa, un poco antes, no me llamaba la atención, se me hacía un poco payaso esto, después de que salí de la universidad me metí a lo religioso y fue cuando me hicieron la invitación y acepté”, narró dejando escapar una ligera sonrisa.
Ahora está seguro que participará en la representación los años que le sean permitidos estar, al recordar que al igual que su papá ha habido personas que participan por más de 12 años, porque aseguró, el objetivo es desempeñar bien la actuación y no “clavarse tanto”.
Lo que reforzó su decisión de representar a Cristo fue el haberse sentido confiado espiritualmente. “(Jesús) es a quien le rezo en las noches y para mí es un gran honor representarlo y en segundo plano queda rescatar las tradiciones de mi pueblo”, destacó Ramírez Gutiérrez.
El comité avisó la decisión a Ramírez Gutiérrez la segunda semana el mes de diciembre de 2017, y los ensayos, ya con todos los actores y participantes, iniciaron la primera semana de enero de este año.
Para poder representar a Cristo y su Viacrucis ha tenido que hacer ejercicios cardiovasculares, combinado con horas de gimnasio por las tardes.
“A veces en la noche vuelvo a hacer un poco de ejercicio vascular, además de ejercicios para la espalda baja y abdomen, ya que la cruz pesa entre 85 y 90 kilos (…) Mental y espiritualmente estoy listo, es meterme en el papel, y espiritualmente trabajar en lo que estoy transmitiendo a la gente”, externó el joven.
Ramírez Gutiérrez recalcó que el trabajo de preparación debe ser con mucha dedicación debido a que tendrá que caminar casi dos kilómetros bajo un sol abrasador con la cruz a cuestas, en un recorrido que la mitad es cuesta arriba, con piedras y tierra suelta.
En lo referente a la apariencia física, la barba si tuvo el tiempo necesario para que creciera, pero no fue así para el cabello, motivo por el que tendrá que usar una peluca, con la cual ya también ha realizado ensayos.
“La cabellera, como me dijeron pocos meses antes, no creció mucho, así que voy a usar peluca, ya he ensayado con la peluca, la mandé a acomodar, quien me ayuda es Adriana Herrera, una estilista muy buena”, refirió.
Su vestuario, dijo, ya con los diferentes accesorios tiene un costo aproximado de cinco mil pesos. Reitera que todo es realizado por los habitantes de La Cañada, igual que las aportaciones económicas para construir los escenarios.
Ramírez Gutiérrez sí usará sandalias, ya que es él quien toma está decisión, y lo prefirió así por cuestiones de seguridad, al comentar que como la calle es de adoquín absorbe el calor y quema mucho la planta del pie.
“No se trata de presumir a las personas de que yo puedo o de que tengo mucha condición, sino de que las cosas salgan bien, los mismos verdugos que van azotándome la espalda me lo han dicho también, el chiste es que llegues y no ir espantando a la gente”, manifestó con voz seria.
Ramírez Gutiérrez narra que ha tenido gran apoyo por parte de su familia, sobre todo de su prometida, quien asegura, ha sido muy comprensiva ante la agenda tan apretada que tiene, entre su trabajo como técnico en mantenimiento industrial, los ensayos y los preparativos de la boda.
“Mi familia me apoya, como les digo ‘si no ayuda no estorbe’, pero sí me están ayudando, también mi prometida, me perdona las citas a las que no he ido, además ella será mi paramédico personal por si pasa algo, es enfermera”, confesó antes de regresar a ensayar la escena de la última cena.
Por último, subrayó que para él es un orgullo hacer el papel de Cristo, tanto por la carga espiritual que representa, como para ayudar a que las tradiciones de la comunidad donde creció no mueran, y nuevas generaciones se sientan atraídas.
La dramatización del Viacrucis tendrá lugar el próximo 30 de marzo, en La Cañada, en el municipio de El Marqués.
Iniciará alrededor de las 13 horas desde la plaza San Pedro hasta el cerro del Bautisterio, punto final de la representación, donde son crucificados Cristo y los ladrones Dimas y Gestas, después de haber caminado alrededor de dos horas.