Lucrecia Tovar es empleada doméstica, se dedica al aseo de casas; a base de esfuerzos ha conseguido que sus cuatro hijos sigan estudiando a pesar de haberse separado de su pareja sentimental hace diez años.
Eso no fue impedimento para enseñar en su familia la importancia del trabajo y la responsabilidad, valores que sus hijos han aprendido bien, y por eso son de los mejores alumnos en sus respectivas escuelas.
Además del trabajo doméstico, Lucrecia acondicionó en su casa un pequeño negocio de frituras, dulces y bolis. “Cualquier trabajo nos sirve aunque sea para comprar leche y tortillas”, comenta.
Día a día, esta jefa de familia se enfrenta a las dificultades económicas por las que atraviesa todo el país, y asegura el recurso necesario para pagar la renta de su casa, gastos básicos del hogar, y todo lo relacionado con la escuela de sus niños que estudian en preescolar, primaria y secundaria.
“Ni siquiera sé hacer la cuenta de todo lo que gasto cuando inician los ciclos escolares. En esas fechas mi pago semanal se va completito a pagar lo que necesitan para inscripciones, calzado, uniforme, mochilas, útiles escolares”.
El trabajo de Lucrecia es modesto, con baja remuneración, pero suficiente para mantener a su familia. Además le permite pasar tiempo con sus hijos, estar al pendiente de ellos. Ayer por ejemplo, Lucrecia pudo organizar sus tiempos de trabajo para asistir a la entrega de Becas para Todos, programa impulsado por el gobierno capitalino, y donde su hijo Yahir Apolinar es beneficiario.
Desde hace tres años, Yahir recibe este apoyo municipal de mil 600 pesos semestrales, que le sirven al alumno de tercer grado de secundaria compre calzado, útiles escolares y uniforme.
“Antes era difícil, soy separada y con mis ingresos es muy difícil mantener una casa, pagar la escuela y ahora él se motiva más con la beca, sabe que tiene que echarle ganas para mantener el promedio y sí lo ha mantenido, va muy bien en la escuela, debe tener un promedio mínimo de ocho. Está becado desde que estaba en primero de secundaria, ahora ya va en tercero”.
“La beca se puede dar sólo para un integrante por familia, yo tengo otra niña que también va muy bien, qué más quisiera yo que meterla también a ella, pero se agradece, esto ya es mucha ayuda. Con la beca, los gastos que yo hago son mínimos, para una cartulina, para el ciber, cositas así”.
Mientras su madre cuenta esto, Yahir espera a un lado de ella. Es reservado, habla sólo cuando alguien le pregunta, y cuenta que quiere seguir en la escuela, quiere estudiar una ingeniería.
A diferencia de otros jóvenes de su edad, Yahir no cuenta con internet en su casa. Acude a un cibercafé no para jugar videojuegos o para usar las redes sociales, Yahir aprovecha el tiempo buscando becas, nuevas formas de estudio y talleres gratuitos. Así fue cómo esta familia se enteró del apoyo municipal, por el propio interés del joven que investigó en internet los requisitos necesarios.
“Las becas ayudan demasiado y motivan a los niños, yo siempre les digo que le echen ganas, que luchen por su sueños, que cuentan con el apoyo de uno, y que se informen sobre estos apoyos, yo siempre le dije, ve al ciber a buscar becas y así fue como él encontró toda la información. Desde la primera vez que lo intentamos, esa misma vez se la dieron, me hicieron estudio socioeconómico y vieron que sí lo necesitaba porque yo sola pago todo”.
Lucrecia reconoce que los problemas económicos afectan el desarrollo de los niños en la escuela; cuando Yahír estaba en la primaria, él mismo le propuso dejar la escuela para ponerse a trabajar, pero Lucrecia no lo permitió. Quiere que sus hijos realicen sus sueños, que estudien una carrera, como ella no pudo hacerlo. “Cuando estén más grandes voy a buscar otro trabajo para ganar más y pagarles sus carreras”, cuenta.
A pesar de lo agotador que puede ser su jornada de trabajo, esta madre de familia siempre es constante en revisar las tareas y asistir a la entrega de calificaciones. Dice que todo vale la pena cuando recibe diplomas y reconocimientos de sus hijos por el buen desempeño escolar.
“Todos tienen muy buen promedio, eso me da mucho orgullo, me motiva, llegan a la casa y mis hijos me entregan diplomas, reconocimientos, es muy hermoso ver que aprovechan el esfuerzo que yo hago”.
Lucrecia tiene cuatro hijos, Yahir estudia el tercer grado de secundaria, Katia el primer grado de secundaria, Jesús estudia quinto de primaria y el más pequeño asiste al preescolar. La beca otorgada por el municipio sólo se le entrega a Yahir, pues sólo se tiene permitido entregar apoyos a un miembro de la familia.
El caso de Yahir es sólo uno de entre los más de mil alumnos de secundaria que se vieron beneficiados el día de ayer con la entrega de becas escolares.
En el auditorio Josefa Ortíz de Domínguez, el presidente municipal de Querétaro, Marcos Aguilar Vega, convocó a mil 961 alumnos de secundaria para entregarles estos apoyos que representan una inversión de 3.1 millones de pesos. En total se benefician 58 escuelas; 16 secundarias técnicas, 21 secundarias generales y 21 telesecundarias.
Para este periodo escolar se beneficiaron en total a 4 mil 117 alumnos de secundaria, preparatoria y licenciatura con una inversión de 9.5 millones de pesos.
“Estoy convencido que en lo que más debe invertir un gobierno es en educación, su nuestros jóvenes y niños se educan, evitaremos en el futuro tener que castigarlos por esa ausencia de educación”, indicó el presidente.
Por su parte Beatriz Marmolejo Rojas, secretaria de Desarrollo Humano y Social, señaló que los jóvenes “son beneficiarios de una beca para continuar con sus estudios, son parte de familias que pueden constatar que el recurso público está bien invertido y son la esperanza de una sociedad tan grande como la que requiere nuestro Querétaro y nuestro México”