Francisco Olvera Espinoza, de 70 años, de edad, señala que las empresas deben de voltear a ver a aquellas personas que durante toda su vida trabajaron y lo dieron todo, para que puedan transmitir su sabiduría a las nuevas generaciones, “a lo mejor ya no tenemos las mismas fuerzas que los jóvenes, pero podemos transmitir nuestro conocimiento, y eso hace falta”, asegura mientras acude a la quinta Feria del Empleo para Personas con Discapacidad y Adultos Mayores, en el Centro Cultural Manuel Gómez Morín.

El hombre camina erguido entre los stands de las diferentes empresas que ofrecen vacantes para personas con discapacidad y adultos mayores. Busca empleo de acuerdo a su experiencia laboral de toda una vida, que son máquinas y herramientas, así como herrería. A su edad ya no le dan trabajo en las empresas, por eso acude a la feria.

“Son muy amables. Tengo una pensión que es la mínima, me alcanza apenas para pagar mi renta, se necesitan pagar más cosas y hay que trabajar. Tengo la fuerza suficiente todavía”, afirma.

Divorciado, padre de cuatro hijos, ya mayores todos, trabajó en varias empresas asentadas en Querétaro, a lo largo de 40 años de vida laboral. Luego optó por poner su taller de herrería, pero la edad le impidió seguir con su actividad al ser un oficio muy pesado. A sus 70 primaveras, reconoce que hay “cositas” que “van fallando”.

Francisco narra que fue bombero voluntario en la capital, “tuve el honor de pertenecer al Heroico Cuerpo de Bomberos. Se me quemó una vez una recámara en la casa y llegaron los bomberos. Su labor fue tan bonita, ya estaba casado, con mis hijos chiquitos, y eso fue lo que me motivó a ayudar a gente que le sucede lo mismo que a mí. No sólo eso, también en choques, ahogamientos, en todo el bombero voluntario sale a hacer cualquier servicio”.

Está dispuesto a enseñar su oficio de herrero a los jóvenes. Recuerda que cuando trabajaba en empresas los visitaban personas de países europeos, como Inglaterra, o Estados Unidos, y platicaban de sus experiencias, pues eran personas mayores. “En los países del primer mundo a la personas mayores no las despiden, la aprovechan para que esa experiencia se las transmita a los jóvenes que entran a las empresas, eso es muy importante.

“Es importante que se den cuenta que hace falta en México para un cambio, que nosotros, los que ya dimos muchos años en las empresas, en el trabajo, a lo mejor ya no tenemos la fuerza de los jóvenes, pero podemos transmitir nuestro conocimiento, pero no lo toman en cuenta”, añade.

Francisco también cuenta con experiencia musical, pues fue el primer director de la Rondalla Diamantina de Querétaro. “Cuando grabamos Corazón de roca y ese nos llevó a los primeros lugares. Grabamos en 1972, las grabamos en México, realizamos dos long play. Son cosas, son vivencias muy hermosas. Hace como cuatro o cinco años que dejé la rondalla, pero todavía veo a los que están”.

Francisco ve con optimismo el futuro al notar que hay empresas donde pudiera aportar algo más a la sociedad y a las nuevas generaciones. Retoma su búsqueda de empleo, esperanzado en colocarse en alguna empresa al igual que otros adultos mayores, cuyo conocimiento no debe ser desperdiciado por los más jóvenes.

Google News

TEMAS RELACIONADOS