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Además de Jesús Pastor Ramírez Gutiérrez, joven de 26 años de edad, que representará a Jesús en el Viacrucis viviente de La Cañada el próximo 30 de marzo, se destaca la personificación de los ladrones y verdugos, quienes hacen de este pasaje bíblico un evento más especial y significativo.
En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, durante los ensayos previos, estos actores contaron las razones que los motivaron a participar en la edición número 154 de la escenificación de la crucifixión y muerte de Jesús, en la Cañada, cabecera municipal de El Marqués.
Barrabás
El líder de los ladrones y que es salvado, en lugar de Cristo, a petición del pueblo por los crímenes cometidos, este año será representado por David Granados Ramírez de 17 años de edad, oriundo de La Cañada.
“Es el primer año que me deja el comité participar en la representación, en años anteriores les ayudaban a colocar los escenarios, iba de staff, pero siempre me ha llamado la atención actuar”, contó emocionado.
David narró que, otro de los motivos por los que se comprometió a participar, fue porque hizo una manda a cambio de que su sobrinita, quien nació en mal estado de salud se recuperara.
“Es una manda por mi sobrinita que nació mal, le prometí a Dios que si ayudaba a que estuviera sana, le iba a pagar saliendo de Barrabás (…) Es el papel mejor para recompensar lo que me ha ayudado Dios, dándole a los ensayos”, manifestó.
Explicó un poco de lo que su personaje hace, sale antes que los otros dos ladrones, además de que son correteados y azotados, por esto, dice que su mamá está preocupada porque pudiera resultar herido.
David dijo, con tono feliz, que sugirió que Barrabás fuera molestando todo el camino a Jesús, hasta llegar al cerro del Bautisterio donde se hacen las crucifixiones, acción que no se hacía en años anteriores.
Otra de las cosas que también tiene que poner David es el vestuario que usará, el cual, asegura, tendrá un costo aproximado de mil 200 pesos, pero lo puede solventar, debido a que al momento sólo trabaja, pero asegura, regresará a sus estudios el próximo año.
“Quiero invitar a toda la gente que sea partícipe, que es un esfuerzo que vamos a hacer año con año, yo voy a seguir participando, si me [ofrecen] cualquier personaje lo haré con ganas”, enfatizó.
Dimas
Dimas, será representado por cuarta ocasión por Mario Ramírez Espinosa, pero el primer año que participó en el Viacrucis de La Cañada, hizo a Barrabás.
“Le doy muchísimas gracias a Dios por esto, no nada más es salir por espectáculo, sino le doy gracias que me haya zafado de todos los vicios, de las drogas, del alcoholismo”, narró un poco tímido, pero con determinación en la voz.
Mario tiene 28 años y dijo que, antes de participar y acercarse al comité de Tribunales de Jesús, se encontraba hundido en las drogas y alcohol, “andaba en malos pasos”, pero asegura que el comité lo salvó.
“Antes de eso no me llamaba la atención participar por andar en los vicios, meterme de lleno a la iglesia no, pero en esta temporada sí, porque La Cañada es reconocida por su Semana Santa”, destacó.
Con respecto a la preparación para recorrer los casi dos kilómetros con las manos arriba y esposado a un palo de madera, dijo que inicia medio año atrás, consiste en correr y hacer todo para mantener el físico.
“Los golpes cuando te pegan en el estómago te sofocan, en la espalda terminas muy adolorido de la espalda (…) Algunos golpes sí me sangran cuando pegan en el mismo lugar; sí es incómodo, me tarda tres a cuatro días para que se curen las heridas, aun así, me gusta representarlo, es el ladrón que se arrepintió en el último día de su vida”, expresó.
Gestas
El otro ladrón, Gestas, será personificado por Carlos Augusto Sánchez Ramos, él tiene 22 años, a pesar de su corta edad ha formado parte de esta tradición desde hace 13, pero sus inicios fueron en la banda de guerra hasta llegar a ser el comandante, y ahora actuar.
“Es el primer año que me dan la oportunidad, lo principal, fue una manda que me hice a mí mismo y me dije que la tenía que cumplir, le dije a Dios que el día que me socorriera con salud iba a dar lo mejor de mí (…) Para mí es algo nuevo, es algo que no me esperaba, los latigazos sí duelen, en los ensayos el realismo es como debe de ser, hicimos los de la corretiza cuando nos robamos el bolillo y todo fue como debe de ser, como si estuviéramos haciéndolo el mero día”, señaló con una sonrisa en la cara.
Para tener condición Carlos Augusto trota, juega futbol y hace ejercicio en los brazos, ya que ha seguido las recomendaciones del otro ladrón, quien le dijo que después de un rato de llevar los brazos en alto se entumen.
“Estoy muy emocionado (…) Al principio mi mamá y mis tías no querían que hiciera ese papel, pero como les dije, nadie se va a oponer a lo que quería desde hace tres años, casi a nadie le he dicho que es una manda, sino algo que me gusta”, enfatizó.
Verdugo
Uno de los seis verdugos es Dolores Hernández Valencia quien asegura que los latigazos que le dan tanto a Jesús como a los ladrones son de verdad y con la fuerza necesaria, además de que hay dos tipos, uno de cuero y otro de un material parecido al fomi.
Hernández Valencia, es uno de los participantes que tiene más años formando parte de este evento, 14 años ininterrumpidos, dijo con felicidad, pero dejó de asistir y para esta ocasión será su segundo año.
“Lo hago por devoción, porque me gusta y para enseñarles a los muchachos que vayan entrando, como lo hacen, uno se retira de actuar para que los jóvenes vayan entrando (…) Empecé a los siete años, me acuerdo cuando se hacían los entablados, acarreábamos madera, tambos, era un solo escenario y ahí se ponía a todos”, contó al tiempo que recordaba como era antes el Viacrucis.
Otro de los personajes que ha realizado, son acusador primero y acusador segundo, pero confesó que el papel que más le gusta interpretar es el de verdugo.
“Me gusta mucho participar, cuando tengo chance vengo ayudar a los que hacen la escenografía, porque en mi trabajo no se puede, pero un rato; si no invitarles una agüita, un refresco, saben que no pude venir, les traje esto, de esa forma ellos se sienten motivados y empiezan a trabajar”, concluyó.