Una bocina que libera música de banda atrae la atención de las personas hacia la bicicleta de Lalo, quien ha salido de su casa para, acompañado de su amigo Héctor, dar la vuelta por los alrededores de la calle. Son poco antes de las 6 de la tarde.
Normalmente a esta hora Lalo ya ha regresado de la primaria, en donde cursa el sexto grado. De la escuela, la materia que más le gusta es la de Ciencias Naturales; la que menos, matemáticas.
Tiene 12 años cumplidos, y andar en bicicleta es una de las cosas que más disfruta hacer. Su papá lo enseñó cuando era más chico.
Al dar la vuelta le gusta ir escuchando música, por lo que instaló una bocina portátil en su vehículo de dos ruedas. Con el estéreo funcionando es imposible no verlo.
También juega futbol. Su equipo favorito es el Querétaro, y la posición que por lo general ocupa en su grupo es de defensa.
Dice que de grande le gustaría ser ingeniero, para construir edificios. Ya se preinscribió a la secundaria, y luego tiene pensado ir al plantel del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Querétaro (Cecyteq) que se encuentra ubicado en el municipio de Huimilpan.
Cree que al principio va a ser un poco difícil, pero confía en que se acostumbrará.
La mayoría de sus compañeros de clase no irá a la secundaria. Las niñas, sí. “La otra vez estábamos platicando de eso, y de los niños la mayoría dijeron que no”, recuerda.
Algunos niños de su edad, entre ellos su mejor amigo, se quieren ir a trabajar a los Estados Unidos.
Es algo que también a él le llama la atención. Le gustaría conocer, pero no se quiere quedar a trabajar allá.
Su papá y su hermano trabajan en la pesca de ostión, en Texas. Su papá tiene papeles, pero su hermano no.
Comenta que este último se fue hace cuatro años con una visa de trabajo, pero renunció a ella para poder arreglar sus papeles.
A Lalo le gustaría ver cómo son las casas de allá.
—¿Qué has escuchado de Estados Unidos?
—Que hay muchas tiendas grandes; que no es como aquí, que te puedes salir a la calle; que todos se despiertan muy temprano para irse a trabajar. Dice mi papá que las casas no son iguales a estas.
—¿Qué piensas de que la gente se vaya a Estados Unidos?
—Por una parte está mal y por otra está bien. La parte buena es que se van a Estados Unidos a buscar mejor vida, hay buenos trabajos, ganan dinero, y por otro lado está mal, porque los que se van de ilegales, algunos logran llegar pero otros se mueren en el camino.
A Lalo le gustará irse con una visa, pero no con “el coyote” que pasa a las personas de forma ilegal. Eso, dice, es mucho riesgo.