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Más de cuatro horas de espera y largas filas es lo que viven las personas que buscan una prueba “rápida” de Covid-19 en la entidad, no importa si llegas temprano o más tarde, la fila es igual para quienes buscan hacerse el test de antígenos.
Tal fue el caso de Nayeli Hernández, quien pensando que al llegar a las 7:30 de la mañana al lugar de pruebas, era una buena hora para salir “temprano”, lo mismo que muchas de las personas que ahí se encontraban y que llegaron desde una hora antes; sin embargo, se encontró con que ya había más de 30 personas enfrente.
La fila delante de ella corresponde a las pruebas que se comenzarán a aplicar a las 9 de la mañana, a pesar de que el letrero del laboratorio privado dice que inician a las 7:00 am, Nayeli alcanza turno para una hora después, a las 10:00 am, dos personas después, ya tienen que esperar hasta las 11 de la mañana.
Muchos optan por ir a hacer otras cosas y regresar ya que les toca hacerse la prueba, lo que hace que ya cerca la hora, pero la fila se empieza a ver cada vez más larga, pues las enfermeras piden que se dispersen, que si Protección Civil ve el tumulto, los pueden clausurar, nadie escucha.
Llega incluso toda una familia de cinco miembros, la única que muestra síntomas es la mamá, pero todos se van a realizar la prueba. En la fila ya no hay protocolos, están asumiendo que el contagio es inminente, pues a pesar del llamado de las enfermeras a la sana distancia, todos esperan amontonados, se prestan el lapicero para llenar el registro, nadie se pone gel después de hacerlo y la mayoría porta cubrebocas de tela, pese a la alerta de la Organización Mundial de la Salud de que esos no protegen casi nada.
La mayoría son trabajadores, hay una mujer que labora en una concesionaria de autos, porta el uniforme, una adolescente a la que su mamá fue a dejar mientras ella regresa a la oficina, otra joven que se preocupa cuando le dicen que le toca hasta las 10 de la mañana, pero igual se espera. Hay un señor ya mayor a quien no dejan de marcarle para que vaya al trabajo, la esposa molesta les dice que no se va que le harán la prueba.
Cerca de las 10:00 am les piden que vayan subiendo al área de consultorios médicos, donde habrá una fila para pagar la prueba que cuesta 368 pesos, después, tienen que hacer otra fila para entregar la hoja de registro, nuevamente a la fila a esperar el turno. Ya son casi las 10:30 de la mañana cuando comienzan a entrar los primeros turnos de las 10.
La toma de la muestra es en verdad “rápida”, menos de 30 segundos por persona, todos van saliendo uno a uno y esperan en las inmediaciones del lugar a que pasen los poco más de 20 minutos que tarda en saberse el resultado.
Ya son casi 11:30 de la mañana, por fin sale la persona que trae los resultados y comienza a gritar los nombres de a quien corresponde cada uno, el padre de familia recoge los cinco resultados de su familia, el resto se acerca poco a poco y los van entregando sin miramientos, los curiosos pueden ver si el resultado es positivo o negativo, la hoja viene extendida. Hay quienes se apresuran a salir del lugar y caminan con destino a tomar el transporte público, la mayoría va en auto, toda la mañana hubo tráfico en el acceso al lugar.