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El tendedero de denuncias poco a poco se llena con hojas en las que se explica el acoso sufrido en las aulas e incluso más allá de las mismas.
Las alumnas de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) hacen visibles las experiencias que han tenido con profesores y compañeros que las han hostigado en un lugar donde tendrían que estar y sentirse protegidas.
Los colectivos de estudiantes de diferentes facultades lanzan esta iniciativa. Apenas días atrás habían abierto en redes sociales un espacio para denunciar los acosos. La respuesta fue inesperada. Las denuncias se multiplicaron. El problema es más serio de lo que piensan las autoridades.
Una manta con la frase “Fuera violadores de la UAQ” da la bienvenida a la explanada de la rectoría del instituto. Son pocas las jóvenes del Colectivo Mujeres FCPyS las que alistan la protesta.
También hay un espacio donde las estudiantes pueden denunciar su experiencia de acoso sexual, para posteriormente colocar la hoja en el tendedero. La mayoría de los estudiantes pasan de largo. Algunos, incluso hacen comentarios despectivos hacia la iniciativa de sus compañeras. Minimizan o normalizan el acoso dentro de los espacios universitarios.
En tanto, las jóvenes, las que han sufrido las insinuaciones, las miradas, los comentarios fuera de lugar, se acercan y toman fotografías de las hojas de denuncia. Una joven delgada, quien va acompañada de un chico que sigue de largo, alcanza a comentar “les voy a contar de…” Pero no lo cuenta. Es parte de la cifra negra de casos que no se denuncian y que impiden tener una cifra clara de los actos.
Sentada en el suelo está Miroslava Villaseñor, estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas de la UAQ e integrante del Colectivo Mujeres FCPyS.
Explica que la iniciativa de hacer el tendedero surgió el pasado 25 de noviembre, el cual conmemora el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres. Explica que tuvieron una jornada de concienciación, así como pláticas y talleres, donde una de las dinámicas fue el tendedero de las denuncias, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
“Muchas chicas llegaron a poner denuncias contra profesores y alumnos, entre ellos, las más sonadas las de Octavio Peña y un profesor al que le dicen Xocoyotzin. Nosotras, al subir las fotografías a la página de la colectiva empezaron a tomarlas y llegaron comentarios de diversos casos de acoso por diversos docentes”, indica.
Dice que se empezaron a acumular muchas denuncias en contra de Octavio Peña, el actual docente reunió 20 denuncias en el tendedero, el cual da cátedra en el campus de San Juan del Río.
“Nos han comentado que esto tiene generaciones de prepa, que han metido cartas. Se han acercado a las autoridades, quienes les han negado los escritos. la destitución de docente, e incluso su coordinadora les ha dicho que lo tomará en cuenta, pero que no hará nada”.
Miroslava dice que no existe aún una denuncia penal en contra de este maestro, aunque en contra de otros docentes sí existen ya pesquisas en su contra. “Inclusive se les ha hecho la notificación a las autoridades de la universidad y no han procedido”.
“Las chicas del Campus San Juan del Río, de la prepa, nos dicen que tienen miedo, que están hartas y que ya no quieren que el profesor siga dando clases ahí”, subraya.
Poco a poco se acercan más jóvenes al lugar de la protesta. Las cuatro hojas que eran en un inicio, en poco tiempo se convierten en al menos 20 hojas donde se narra cómo un profesor tocó a una alumna, o le insinuó favores a cambio de darles una buena calificación.
También se acercan algunos docentes. Lo hacen de manera más discreta y a la distancia, tímidamente ven la denuncia. Sus expresiones no son de enojo o molestia. Una docente que se acerca. Lee los mensajes y esboza una mueca que quiere ser una sonrisa, pero que no lo es. Quizá porque sabe. Quizá porque conoce lo que pasa. Quizá porque fue víctima.
Miroslava, en tanto, dice que se tienen denuncias de la Prepa Sur, de la Facultad de Psicología, Contaduría y Administración, Derecho, Ciencias Políticas y Sociales.
Agrega que ya habían realizado una actividad similar en meses anteriores, pero las respuestas eran diferentes, no habían denuncias con nombres. Había descripción de situaciones, pero ninguna que requiriera de acompañamiento, hasta que salió esto.
“Nos sorprendió que la respuesta fuera de estudiantes de preparatoria, pero me parece que ha estado bien y el diálogo se logró. Ya dependerá de las autoridades las acciones a tomar”, asevera.
Se juntan más jóvenes. Son pocos los hombres que hacen acompañamiento con las chica s. Incluso los mismos estudiantes pasan aprisa frente a la protesta. Como no queriendo ver. Como negando una realidad.