Las calles aún lucen llenas de personas que transitan de un lado a otro, ya sea por trabajo, compras, paseo o necesidad, aunque los negocios lucen semivacíos. Aunque apenas desde el viernes entró en vigencia, nuevamente, el Escenario B por el aumento de casos de Covid-19 en Querétaro, negocios y prestadores ya resienten las consecuencias.
Israel Hernández, gerente de operaciones de Transportes Turísticos de Querétaro (TTQ), empresa operadora de los tranvías y turibuses que operan en la capital del estado, explica que apenas a unas horas de saberse que la entidad se encontraba en Escenario B, los efectos ya los resienten con cancelaciones y baja afluencia de turistas.
“Lo hemos visto hoy [viernes] iniciando el día en la operación, [hay] una disminución total de paseantes. Ha habido cancelaciones de previas reservaciones que teníamos, por lo mismo, por el cambio de escenario en el estado. Sí, se ha visto mucho.
“Estas reservaciones eran de personas que apenas venían e iban a hacer una parada en Querétaro. Iban a contratar nuestros servicios y por el escenario y por las medidas que se están tomando decidieron cancelar, cancelaron el servicio. Se empezó a notar que nuestros servicios realmente van a verse muy afectados”, comenta.
A la base de los tranvías llegan pocas personas. Dos hombres se acercan para preguntar por el servicio. Dos jóvenes empleadas los atienden. Son pocos los turistas que se acercan. La calle permanece llena de personas, pero los visitantes, con sus bermudas, su sandalias o tenis, parecen haberse esfumado, cuando apenas hasta hace una semana, incluso a inicios de ésta su presencia era visible.
Israel comenta que con el Escenario A su rubro experimentaba una recuperación, luego del último año. Agrega que se apreciaba una mejoría. Esta temporada de verano, dice, esperaban que fuera una de las mejores del año, para recuperarse de las pérdidas de 2020.
“Pero realmente no pudimos tener la recuperación esperada. Y ahora, al contrario. Con el cambio de escenario nos pega un poco más, porque debo de tener más, aunque las tenemos, más estrictas, las medidas sanitarias”, asevera.
Precisa que en TTQ en el área operativa trabajan 28 personas, entre guías, operadores de los tranvías y vendedores. Son una empresa cuyos colaboradores dependen de los visitantes al 100%.
Recuerda que al inicio de la pandemia no se vieron en la necesidad de prescindir de personal, únicamente se les daban los descansos obligados. Después se vieron en la necesidad de recortar personal, aunque trataron de evitarlo. Asegura que a la fecha se mantiene la plantilla de trabajadores en la empresa, sin que por el momento se piense en despidos.
“Entendemos que no es fácil encontrar un nuevo empleo en medio de una pandemia”, dice el gerente turístico.
Israel pide a los turistas que visiten la ciudad, que se cuiden y los cuiden a ellos.
“Que nos visiten, pero con las medidas [sanitarias], porque al final del día, nosotros que les prestamos servicios turísticos, no podemos hacer home office, no puedo ofrecerte un recorrido turístico desde mi casa y cuidarme. Al final del día, tengo 28 personas que trabajan y dependen sus familias de esto. Que se cuiden, que visiten Querétaro, que recorran y usen nuestros servicios y que se cuiden y que nos cuiden para darles las garantías que estamos haciendo las cosas bien”, precisa.
Muy cerca de ahí, en el andador 16 de Septiembre, los restaurantes esperan a los comensales que lucen ausentes. Los hostess invitan a quienes caminan por la zona a pasar a los restaurantes. Uno de estos empleados dice que el Escenario B comienza a hacerse notar. Las mesas del restaurante están vacías, a pesar de ser la hora de la comida. “Y eso que es quincena”, alcanza a decir el joven que lucha por hacer que los comensales ingresen al local.
Los negocios permanecen abiertos y las aceras llenas de personas que caminan, aunque son pocos los que ingresan. Algunos esperan en la calle a sus acompañantes que entran a algún establecimiento.
En otros locales, los encargados esperan en la puerta a los clientes. Algunos intercambian opiniones sobre el Escenario B y cómo creen que les podrá afectar en los próximos días y semanas.
Las oficinas con atención al público, como el Servicio de Administración Tributaria (SAT), en la calle de Allende, recibe a los contribuyentes que acuden a hacer un trámite.
La gente espera en la pequeña acera su turno para ingresar a las oficinas federales. Las personas que caminan por la zona tienen que hacer maniobras para atravesar sin rozar a quienes esperan ingresar al SAT. La sana distancia en las pequeñas aceras queretanas es apenas un buen deseo.
En tanto, cruces como el de avenida Juárez y 16 de Septiembre son el ejemplo de la movilidad en la ciudad. La cantidad de personas que por ahí circulan es evidente cada vez que los vehículos se detienen para dejar pasar a los peatones que esperan su turno para cambiar de acera.
Las filas en los cajeros de los bancos que se encuentran en las inmediaciones del jardín Zenea son nutridas. Las personas acuden a retirar efectivo o consultar si ya les depositaron su quincena.
Mientras, en los pasillos del Zenea los queretanos buscan refugio del sol en las bancas y jardineras debajo de la sombra de los centenarios árboles.
Las jardineras están ocupadas casi en su totalidad. Las personas ahí sentadas no respetan la sana distancia y las autoridades no se hacen presentes para decirles que el aforo al jardín debe ser limitado.
La vida en Querétaro parece seguir su ritmo habitual, aunque el Escenario B trae consigo el temor a más desempleo, más crisis, más tristeza.