Rhino es una academia de Tae Kwon Do enclavada en el Barrio Rancho San Antonio, en las inmediaciones de Bolaños. Su fundador, Juan Manuel Alvarado, es un deportista cinta negra cuarto dan que tiene la fe de cambiar la vida de los jóvenes a partir de la disciplina de este deporte. Pero más allá de esta aspiración, sus alumnos están dando resultados en poco tiempo de fundado el espacio.
Este fin de semana se medirán con los mejores del país en el Gran Slam en la Ciudad de México.
La historia de Juan Manuel como deportista nace hace 24 años, cuando en la colonia les hacen una invitación a los niños para pertenecer a la academia del profesor Hiram Romero, y desde ese entonces está en la práctica del tae kwon do.
Comenta que 18 años después tomó la decisión de fundar la academia en su colonia, que a consideración de él, es un barrio complicado, y ahí aprovecha para inculcar los mismos valores que le dieron.
“Por eso es la decisión de poner la escuela acá, donde queremos aportar y poner nuestro granito de arena, enseñar valores y definitivamente sacar a los chicos de todos esos temas que conocemos comúnmente, como las drogas, el alcoholismo, el cigarro y poder darles una mejor salida dentro del deporte. Y qué mejor que en el tae kwon do, que nos da disciplina, respeto, perseverancia.
“Les inculcamos aquí no nada más aplicar el tae kwon do en el área de competencia, sino también en casa, también en la escuela, ser perseverantes, echarle ganas”, refiere.
La primera clase fue un 1 de abril de 2019, sobreviviendo a la pandemia con clases en línea, “no todos los chicos duraron, algunos sí entrenaban, algunos no. Después de eso vino una baja de niños, donde se rescatan muy pocos alumnos, alrededor de cinco o siete niños. Posterior a la pandemia, fueron aumentando nuevamente, algunos regresaron, algunos ya se fueron por completo, generaciones nuevas y, pues, bueno, es parte del tae kwon do ser perseverante”. Actualmente cuenta con cerca de 35 alumnos.
Convocados al Gran Slam, cinco alumnos acudirán al evento más importante de la federación. Acuden con la mentalidad de no ser de los 10 del ranking, “sino meternos y estar dentro del 1, 2, 3 de todo México, y pues ver de qué estamos hechos”, dice muy contento.
En breve se graduará la segunda generación de cintas negras. “Son 11 personas, la verdad nos hemos preparado bastante fuerte, no es una preparación de un día, un mes, tres meses, no. Desde que tú llegas, desde cinta blanca, hasta ahorita es una preparación constante”.