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“Para mí sí es un grave error de nosotros los seres humanos, incluyéndome a mí, contaminar nuestro planeta y más el agua, porque es algo esencial para nosotros”, dice Martín Emiliano Rubio, de tan sólo 11 años de edad, quien decidió en estas vacaciones visitar el Museo Interactivo de Cultura del Agua (MICA).
Ubicado en San Juan del Río, en el Paseo de los Guzmán, es el único dedicado al tema del agua en el país, y se encuentra dentro del parque, rodeado por árboles y junto al Río San Juan, donde además de poder aprender a través de módulos interactivos, también pueden conocer la cantidad de agua que se pierde al realizar actividades diarias como bañarse o lavarse las manos.
A ese lugar acudió Emiliano junto con su familia. Lo acompaña su madre y su pequeña hermana, y pese a que son vacaciones, a su corta edad se muestra entusiasmado de entrar al museo y conocer más sobre un tema que sabe, debe ser primordial para todos.
“Sí me preocupa bastante [el tema del agua] porque en algún futuro nosotros, los niños que crezcamos, no tendremos agua, algo que consumir. Nos vamos a quedar muy prontamente sin agua y es mejor prevenir y no seguir contaminando todo esto”, agregó.
Mónica Jiménez es madre de Martín y comenta que, pese a la corta edad de sus hijos, ambos muestran interés por cuidar el agua, pues desde la escuela les han hablado del tema, pero considera que requieren de información más palpable que los adentre en esta problemática.
“Por lo que yo he visto en las noticias y en el mismo municipio, se está pasando por una sequía muy extrema, entonces si desde pequeñitos se los inculcamos [el cuidado del medio ambiente], creo que pueden tener una mayor oportunidad de tener más. Es una tristeza ver que en otros lugares están pasando por escasez y que puede llegar el día en que a nosotros también nos afecte”, dijo.
Aunque este espacio dedicado a la cultura del agua fue instalado desde 2016, fue apenas en mayo de este año cuando decidió relanzarse como una oferta interactiva que le permita tanto a niños como adultos conocer, más allá de la importancia que tiene para los humanos, sobre cómo se obtiene y en dónde se desperdicia más este recurso no renovable.
“El Museo Interactivo del Agua cuenta con nueve módulos, el cual nos enseña lo que es la cultura del agua. Bien sabemos que no podemos defender algo que no conocemos, entonces aquí lo que queremos es llegar tanto a chicos como a grandes con este tema que es muy importante”, explica Hilda Balderrama, administradora del Patronato de Cultura del Agua.
El MICA pertenece a la Junta de Agua Potable y Alcantarillado Municipal (JAPAM) y fue construido y rehabilitado con recursos de la misma junta, con apoyo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), contando con pantallas interactivas, espacios para que quienes lo visitan puedan jugar mientras aprenden, e incluso, quitarse el calor con una de las actividades.
Empezando con el módulo de planeta agua, se puede aprender sobre el agua en el mundo, en el estado y en el municipio, para saber qué tanto se ha explotado el recurso y la importancia de cuidarlo; otro de los módulos, denominado Agua en Mí, pueden saber, de acuerdo a su peso y edad, cuánta agua tienen en el cuerpo.
Además, pueden conocer el trabajo que realiza JAPAM en el municipio, desde cómo se obtiene el agua de un pozo, hasta cómo se alimentan las colonias y en “tu casa cómo se distribuye”, así como la reparación de fugas.
“Aprenden los chicos cada aspecto y que no sólo es abrirle a la llave, sino que también es bien importante cada procedimiento. Por ejemplo, viene el consumo que tenemos nosotros como municipio, nosotros [en San Juan del Río] estamos gastando, cada persona, 300 litros de agua diarios, en Querétaro son 175, entonces hay que crear conciencia”, dijo Balderrama.
Además, se cuenta con una réplica de una vivienda en pequeño, donde se les explica cuánta agua se desperdicia al abrir el grifo para cepillarse los dientes, así como en la regadera o en cada descarga del sanitario, todo para que puedan identificar en acciones sencillas cómo pueden ayudar a evitar este desgaste.
Hilda explica que muchas personas tienen la idea de que las empresas son las que gastan más agua; sin embargo, asegura que esto no es así, pues son los usos consultivos, como la siembra en el campo, donde no se ha logrado encontrar una forma de reciclar, como sucede en las empresas donde hay plantas de tratamiento.
Reconoció que ha habido mucho interés por parte de los niños, pero también de sus padres de llevar a los menores a conocer más de este tema, pues señaló que ya se ha reconocido como un tema que se tiene que heredar a los hijos, pero sin descuidar el recurso también los adultos.
“No tenemos los datos bien de lo que significa y las afectaciones que podemos tener, cómo podemos ayudar y cómo podemos aportar. Si cada uno de nosotro sumamos con nuestro granito, podemos hacer un cambio, porque es parte de nosotros”, detalló.