Manuel Bautista es originario del Estado de México, pero desde hace siete años vive en Querétaro, padece insuficiencia renal y cardíaca, hipertensión, además de haber quedado ciego recientemente, lo que le dificulta acceder a servicios médicos sin tener que pasar una odisea para poder llegar a la clínica u hospital más cercano
Don Manuel trabajó por muchos años para la Secretaría de Educación Pública; sin embargo, al llegar a Querétaro se dedicó a trabajar como guardia de seguridad, hasta que sus enfermedades le impidieron seguir.
Actualmente vive al norte de la capital queretana, con su esposa y su hijo menor -quien actualmente estudia la secundaria-, a donde cada semana recibe la visita de un médico directamente en su casa, quien lo revisa desde la presión cardiaca hasta los niveles de azúcar, tratando de hacer más llevaderos sus padecimientos.
Aunque apenas tiene siete años en Querétaro, asegura estar muy feliz de vivir en la ciudad, pues “es muy tranquilo, no hay tanto relajo de robos y asaltos, como en otros lugares.
“Tiene aproximadamente un año que me empezaron a atender con el servicio médico y ha sido magnífico porque sí lo he necesitado en varias ocasiones que me he puesto más mal de lo normal y sí me he levantado bastante”, comenta.
María Carlota Pichardo, esposa de don Manuel, recuerda que anteriormente tenían que dirigirse al área de urgencias del hospital para recibir atención médica, por lo que el saber que ante cualquier emergencia pueden solicitar asistencia, les ha ayudado y también representa un beneficio económico.
“Yo estoy muy agradecida porque sino [tuviéramos el servicio médico] tendría que trasladarme al hospital y tengo un niño y no me podría estar moviendo porque mi niño se quedaría solo, y así me ahorra mucho tiempo no estar en un hospital esperando las horas”, afirma.
Doña Carlota comenta que desde hace un año que se dieron de alta en el programa del municipio de Querétaro, Médico Contigo, toda la atención la han recibido en su casa, desde el alta en el programa, la entrega de credencial del mismo, así como la consulta médica e incluso pruebas de laboratorio.
“El médico viene y atiende a mi esposo, porque él es el más delicado y le mandó a hacer unos estudios y vinieron los laboratorios a hacerlos hasta acá en la casa, para que él no saliera e igual una vez se me puso muy mal y los llamé y tuvo la atención de venir hasta la casa a atenderlo”, detalla.
Aunque originarios del Estado de México, también han vivido en Hidalgo y reconocen que en ninguno de estos lugares han recibido el beneficio de un programa como este.
“Yo en lo personal, tuve varias veces la idea del Covid y hablaba por teléfono, y por [este medio] también nos atendieron bastante bien, me atendieron médicos y han tenido la paciencia de orientarme”, relata.
Alan Daniel Hernández Hernández es uno de los médicos que diariamente salen a la calle a brindar asistencia médica, a bordo de un pequeño vehículo que identifica al programa, arriba a las viviendas de quienes han solicitado el servicio o de aquellos pacientes que debido a su condición, forman parte de su ruta fija.
Alan recuerda que Médico Contigo está diseñado para brindar atención médica a adultos mayores, personas con alguna discapacidad, así como embarazadas, a quienes se les lleva la consulta hasta su domicilio, así como medicamento, orientación nutricional, fisioterapia, estudios de laboratorio.
“Fue diseñado para pacientes que no pueden acceder tan fácilmente a un servicio médico, este programa atiende a los más necesitados. Aunque surgió poco antes de que iniciara la pandemia por Covid-19, no se detuvo y se utilizó como una medida de apoyo para quienes seguían requiriendo el servicio.
“Llevo formando parte como dos años, casi iniciando la pandemia, también tuvimos la aportación de consultas médicas a domicilio a pacientes especiales con Covid-19, a quienes les brindamos concentradores de oxígeno, oxímetros de pulso”, recuerda.
Una vez llegada la pandemia, comenta, se tuvo que rediseñar el programa para poder seguir brindando la atención, sumando el riesgo de contagio, por lo que se generó una estrategia para disminuir el riesgo.
“Nosotros, al entrar con un adulto mayor que es un paciente vulnerable y más delicado, llegamos con un equipo especial, careta, cubrebocas, pijamas enteras, alcohol, desinfectamos y generalmente hacemos la consulta en un espacio abierto y una vez terminada la consulta, se hace limpieza de equipo y desinfección en el área y si vemos que hay una afectación más grave de la enfermedad, se les da el apoyo del concentrador de oxígeno y viene otro doctor, ajeno a mí, a entregarlo”, explica.
Comenta que en Querétaro la enfermedad por la que más demanda se registra son infecciones en las vías respiratorias.
“Ante cualquier síntoma, acuden con nosotros para este tipo de atención, aunque existen también las comorbilidades que, en este caso, pueden aumentar o exacerbar los síntomas respiratorios”, añade.
El doctor Alan comenta que no sólo se trata de brindarles el servicio, sino brindarles educación para que cambien el estilo de vida en el ámbito nutricional y de ejercicio.
“Es muy bonito pertenecer a este programa, la verdad es muy padre conocer a las personas, te reciben muy bien, te dan calidez humana y siempre te ofrecen algo, desde agua o incluso algún tipo de alimento, que obviamente no se recibe, pero es muy padre conocerlos y darles seguimiento, ayudarlos en su etapa de recuperación”, agrega.