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“La palabra que define mi vida es agradecida (…), mi meta en la vida es que cuando me muera, sepa que dejé el mundo como un lugar mejor”, es lo que dice Tere Derbez Zacher, una mujer que ha destacado en diversos ámbitos, sobre todo el deportivo, pero su experiencia rebasa lo común y hoy es una inspiración para vivir.
Originaria de San Luis Potosí, a los 18 años decidió llegar a Querétaro para estudiar en el Tecnológico de Monterrey la licenciatura de Ciencias de la Comunicación; ahí conoció a José Núñez, un entrenador ícono del voleibol en el estado, fue su primer acercamiento a una actividad física, y de ahí nació el amor al deporte.
Años después, terminó su carrera y entró en el mundo de la natación, el primer entrenador que conoció en ese deporte le dijo que jamás destacaría, por no tener el cuerpo y estar muy grande de edad, en ese entonces Tere tenía 24 años.
Entonces encontró a Pablo Martínez, exnadador nacional, él le ayudó a entrenar y a formarse como persona.
Gracias a su determinación, cambió la historia de México y la de su vida. En 1998 se convirtió en la primera mujer mexicana en ganar un campeonato mundial de natación en 50 metros libres.
“No me considero especial para nada, pienso que estuve en el momento y lugar adecuado, soy muy determinada y trabajo como loca para lograrlo.
“Ese momento me cambió la vida, me abrió muchas puertas, me hizo darme cuenta de que podía hacer lo que yo quisiera, me dio mis 5 minutos de fama. Es un antes y un después”, afirma.
Ese mismo año se convirtió en ganadora del premio estatal del deporte en Querétaro, ya que era el estado al que representaba. Hace unas semanas, después de mucho tiempo, Tere regresó a Querétaro para impartir una capacitación a los entrenadores del estado.
“Tenía mariposas en el estómago de venir, para mí era regresar a casa, el día que llegamos se me salieron las lágrimas, ha sido increíble venir y ver a tanta gente y ver a Querétaro tan distinto, pero sobre todo, el regresar al lugar que a mí me formó, esta oportunidad ha sido increíble”, afirma.
El poder de la mente
Con 24 años, Tere participó en su primera competencia. Los años pasaron y se fue a Estados Unidos para realizar estudios de posgrado en psicología del deporte.
Para ella, cualquier persona es capaz de hacer lo que se proponga, el factor principal de que en México no haya resultados es por una cuestión mental y de cero empatía con el prójimo.
“Si en este país la gente pensará ‘hoy voy a enfocarme en hacer la vida de otra persona mejor, no la voy a criticar’, y esa persona hiciera lo mismo con otra persona, este país sería la primera potencia a nivel mundial, porque tenemos talento, calidad humana, tenemos muchas cosas, el problema es que entre nosotros en vez de ayudarnos nos ponemos el pie”, comenta.
Tere deja en claro que en México sí hay oportunidades y contrario a lo que se piensa de Estados Unidos, país en el que reside actualmente, hay más apoyo en nuestro país que en otros lugares, por lo que eso no debe ser un pretexto para no lograr las cosas; además de que el entrenamiento mental y la psicología deportiva debe dejar de menospreciarse como parte de la formación de un atleta y de una persona en general.
“En Estados Unidos el gobierno no apoya el deporte, la gente paga su propio deporte. Se tiene mucho la idea de que en Estados Unidos todo mundo puede, pero no todas las familias tienen los mismos recursos, y los chicos hacen muchas cosas para reunir recursos. La diferencia del porque otros países tienen buenos resultados y nosotros no destacamos tanto, es porque la gente de otros países piensa que puede hacerlo y nosotros dudamos de nuestra capacidad. Si nosotros nos pusiéramos a entrenar todos los días, nuestros miedos, nuestra autoestima, lo que estamos pensando, eso nos ayudaría a darnos cuenta que somos tan o más capaces que cualquier persona”, afirmó.
Una mujer agradecida
La natación siempre estuvo presente, después el atletismo llegó a su vida, y en 2016, con 46 años, tuvo la oportunidad de ser parte de la selección mexicana que asistió a los Juegos Olímpicos de Río, en la prueba de maratón. Actualmente es una corredora activa en carreras de ruta a nivel internacional, ha impartido conferencias en varios países, tiene 22 años de experiencia como profesora en diversos idiomas y en todos los niveles educativos, es entrenadora mental de diversos atletas olímpicos, y en su momento la vida le dio la oportunidad de ser el enlace entre el expresidente de México, Vicente Fox, y el cónsul mexicano en Phoenix. También fue conductora de televisión, pero, para Tere ,el mayor logro es ser madre de su hija de 13 años, Kory Zacher.
“Bendecida y agradecida, yo no soy atleta, eso es una de las cosas que hago, soy la mamá de Kory ese es mi mayor logro, creo que todas esas cosas son roles que hago, pero me defino como una persona extremadamente bendecida y agradecida”, expresa.
El mensaje que le da a su hija para enfrentar a la vida y que cualquier persona necesita escuchar es el siguiente: “Que se escuche a sí misma y no a los demás, que siempre crea en ella misma y que se acuerde que lo que ella piense de ella misma es en lo que se va a convertir. Deben quedarse con dos cosas: felicidad es aceptar las cosas exactamente como son sin desear que fueran diferentes; y la segunda es controlar las cosas que están en tu control y dejar ir aquello que no puedes controlar”.