Las arengas a favor y en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador se hicieron presentes afuera del nuevo Hospital General de Querétaro, con integrantes del movimiento Frenaaa y de ciudadanos que apoyan al Presidente.
Al final hay un conato de riña, que no pasa de unos puñetazos al aire después de varias horas de provocaciones verbales.
Poco antes de mediodía, ambos bandos se encuentran afuera del hospital, ubicado en las inmediaciones de la colonia Jardines de la Hacienda. Los megáfonos se mezclan en sus consignas. Los integrantes de Frenaaa gritan a quienes identifican como “morenistas” que se vayan con “su Presidente a su rancho”, mientras ondean sus banderas nacionales.
Los opositores a López Obrador se repliegan ante los seguidores del Ejecutivo. Se colocan detrás de los servidores de la nación que se instalan junto a las vallas metálicas. “Ahí está más cómodo”, dice un hombre que porta una gorra de Frenaaa y que mueve una bandera, cuando le preguntan por qué uno de los manifestantes está detrás de los servidores de la nación.
Unos y otros se provocan con sus comentarios, con sus argumentos, se descalifican, pero no pasan de las palabras. La sangre no llega al río… aún.
Desde temprano, una decena de integrantes de Frenaaa llega a las cercanías del nuevo hospital.
Se colocan en la acera de enfrente. Son pocos, pero, conforme se acerca la hora la inauguración, al mediodía llegan más.
Los argumentos se repiten por parte de los manifestantes. “Socialismo”, “Fidel Castro”, “Hugo Chávez”, son algunas de las palabras que se escuchan en las arengas.
Los policías encargados de la vigilancia del sitio observan a la distancia. Muestran mesura, actúan con discreción, dejando que los manifestantes ejerzan su libertad de expresión. Aunque hay momentos de tensión cuando ambos bandos se encuentran muy cerca, sin la sana distancia, para evitar los contagios de Covid-19, y para evitar una posible agresión.
Cuando llega el alcalde Luis Nava su camioneta es bloqueada por una mujer que porta una cartulina en la que denuncia haber sido golpeada por orden de las autoridades. Se coloca frente a la unidad, mientras es observada por el edil que viaja en asiento del copiloto. Luego de unos segundos, la mujer es “invitada” a retirarse y dejar el paso a la camioneta que avanza lentamente entre algunos gritos de los seguidores del Presidente.
Los “Fuera López” se mezclan con los “Es un honor estar con Obrador”. Califican al Mandatartio como “genocida”, “dictador”, “el Presidente que más ha robado”, gritan los simpatizantes de Frenaaa, que portan ropa de diseñador.
Por otro lado, los seguidores del Presidente señalan que el único delito de López Obrador es querer el bienestar de los pobres. “Mírelos, andan bien vestidos”, dice un “morenista” cuando se acercan unos integrantes de Frenaaa.
También se hacen presentes mujeres integrantes de colectivos feministas que protestan por el apoyo que, dicen, el Presidente ha expresado al precandidato de Morena al gobierno de Guerrero, Félix Salgado Macedonio. Exigen a López Obrador romper el pacto y no ser cómplice de violadores. Los seguidores del Ejecutivo se colocan también frente a ellas.
En tanto, en el otro frente, una mujer de Frenaaa se acerca a un grupo de servidores de la nación y se encara con ellos, mientras los funcionarios hacen valla en la vialidad, entre ambos bandos.
Una servidora cae en la provocación y comienzan los empujones. La mujer de Frenaaa y otra de sus compañeras se repliegan con sus compañeros tras unos segundos de escaramuza.
En la plaza comercial que se ubica frente al hospital, las personas se reúnen para ver las manifestaciones. En las escaleras y pasillos personas que acuden a los diversos locales que se ubican ahí miran, desde la seguridad de las alturas, las maniobras de los manifestantes.
Escuchan los gritos, observan los movimientos, todo desde la sana distancia, aunque entre ellos no la respetan.
Durante el acto protocolario, algunos ciudadanos lograron llegar hasta donde estaba el presidente López Obrador, para entregarle algunas cartas.
Concluido el evento, los manifestantes seguían en las inmediaciones del hospital, con sus arengas. Otros esperaron su salida para despedirlo con señales y gritos de apoyo. Dicen estar por convicción. El Presidente sale en una camioneta negra. Saluda con la mano a sus seguidores, sin que la camioneta se detenga. La visita de López Obrador concluye.
Tras su partida, se registra una gresca entre morenistas e integrantes de Frenaa.
Empujones, insultos, golpes al aire que terminan en unos segundos, cuando los manifestantes contra Andrés Manuel López Obrador se repliegan atrás de unas camionetas.