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Los ciclistas levantan los brazos, mientras posan junto a sus bicicletas en el patio central del Centro Cultural Manuel Gómez Morín, en donde forman un corazón con las mismas, para pedir más respeto a los ciclistas y una ley de movilidad que contemple sus derechos en el espacio público. Varios ciclistas de todas las edades forman parte de la actividad.
Llegan poco después de las 13:00 horas al centro cultural. Una hora antes de ese mismo lugar partieron para una rodada de ocho kilómetros, aproximadamente, para llamar la atención de la ciudadanía de los problemas que enfrentan al circular todos los días en la capital.
Tras recorrer las calles de la ciudad, arriban poco a poco al patio central del Gómez Morín. Toman un respiro de la “pedaleada” bajo el sol de la primavera queretana.
Los organizadores comienzan los trabajos. Les dicen que en unos minutos se formará el corazón con las bicicletas y con ellos mismos en el centro del patio del recinto.
Algunos de los visitantes del Gómez Morín observan a los ciclistas que llegan poco a poco. Les llama la atención que ingresen al recinto. Algunos explican cuál es el motivo: Una ley de movilidad a nivel nacional que sea aprobada por todos los integrantes de la Cámara de Diputados.
Fermín Sales es uno de los participantes de la rodada y la dinámica. Comerciante de profesión, dice que se decidió a participar en esta actividad por la importancia de la movilidad en la ciudad, pues cada vez es más complicado trasladarse en los medios de transporte tradicionales.
“Es difícil moverse en automóviles, autobuses, y la bicicleta es un excelente medio de transporte”, afirma.
Comenta que usa la bicicleta para ese propósito desde hace unos cuatro años. Indica que lo hizo por comodidad, es más fácil manejarse en ella y sin contaminar. Agrega que la usa unos tres días a la semana, recorriendo ocho kilómetros en ella.
Dice que para los ciclistas es complicado moverse en la ciudad, pues falta mucho respeto para ellos, por eso se hizo la rodada, para crear conciencia sobre el respeto que merecen quienes se mueven en bicicleta.
“Lo que falta es muchísima educación para la gente que anda en bicicleta. Lo más serio es que los automovilistas no ceden el paso al ciclista, que no respeten las calles, quieren pasar primero. Eso es lo más importante, la falta de educación por parte de los automovilistas”, comenta el ciclista.
Las calles del centro son las más complicadas para circular, debido a lo angosto de las mismas, subraya.
Maritza García dice que ella lleva más de 15 años trasladándose en bicicleta a sus diferentes destinos dentro de la ciudad. Coincide en que los automovilistas “se avientan” a los ciclistas, en lugar de dar el paso. Eso es muy complejo.
Sostiene que ella usa la bicicleta para ir a su trabajo, recorriendo unos cuatro kilómetros. Aunque en estos momentos sigue haciendo trabajo desde casa.
Falta mantenimiento
Sobre las ciclovías Fermín asevera que no están mal, pero nuevamente son los automovilistas quienes no las respetan, o la falta de mantenimiento por parte de las autoridades. Hay algunas que están muy sucias o hace falta que las pinten.
Añade que las ciclovías en la ciudad no están mal trazadas, el problema es que no están bien señalizadas, el mantenimiento y que sean respetadas por los automovilistas.
Los aproximadamente 50 ciclistas acomodan sus unidades en el piso, alrededor de la fuente del patio del Gómez Morín. Los organizadores les explican cómo deben ir para la fotografía.
Luego, les dicen que se acomoden cada uno junto a su bici. Así lo hacen, mientras les toman las fotografías y videos que quedarán como testigos de la dinámica.
Un dron sobrevuela la figura. En ocasiones pasa cerca de las cabezas de los ciclistas, otras vuela más alto.
Desde la planta alta del Gómez Morín personas que acompañan a los ciclistas toman fotos y graban videos con cámaras profesionales y teléfonos celulares por igual. Inmortalizan el momento.
37 bicis blancas
En Querétaro, desde 2009 han sido colocadas 37 bicicletas blancas, marcando los lugares donde un ciclista perdió la vida en un accidente.
La más reciente, en avenida Pasteur, en donde un ciclista, de apenas 25 años de edad, fue atropellado por una grúa, el pasado 4 de febrero.
Ahora, por todos ellos, y por los ciclistas que circulan por la ciudad y el estado, se reúnen y forman un corazón. Levantan las manos y saludan a la parte alta, donde se toma la foto oficial. Abajo, los ciclistas piden que les enciendan la fuente para que la foto tenga más vistosidad. Dos empleados del Gómez Morín se preguntan entre ellos si deben encender la fuente, que minutos antes del arribo de los ciclistas estaba encendida.
Luego de un diálogo breve, los empleados deciden encender la fuente. Uno de ellos se dirige a encenderla. Lo hace y los chorros de agua comienzan a levantarse, primero, despacio. Luego más rápido y con ritmo. La foto tiene ahora su complemento.
Tras unos minutos, los ciclistas comienzan la retirada hacia sus distintos destinos. Toman sus bicicletas y, en su mayoría en parejas o familias, salen del Gómez Morín.
Algunos aprovechan la visita y pasan a ver las diferentes exposiciones que hay en el lugar. Otros enfilan hacia Constituyentes, para emprender el camino de regreso a casa, por las calles de la ciudad, sorteando los vehículos y tratando de moverse de una manera más amigable con el ambiente.
